Nuestros recuerdos - Karmaland

29 - Días Oscuros

***Narración de Willy***

Tenía 14 años cuando el orfanato se quemó, recuerdo que era de noche y que de no ser por mi mejor amigo Ramino, hubiera muerto asfixiado entre el humo. Ramiro, Frank y yo nos conocíamos desde que teníamos 6 años, éramos unos pillos no voy a negarlo, el orfanato era muy pobre y varias veces tuvimos que ingeniárnoslas para conseguir cosas... muchas veces excusamos lo que hacíamos diciendo que éramos unos "Robin Hoods" porque conseguíamos algunos juguetes para el orfanato. Soñábamos que al crecer haríamos de Lucero nuestra ciudad, todos tendrían dinero y seríamos los héroes de la historia, siempre estábamos juntos pero esa noche había tanto caos que era imposible mantenerse unidos, perdimos a Frank luego de que el techo del edificio se callera, y Ramiro y yo nos separamos mientras huíamos de los enmascarados.

Pasé mes y medio por mi cuenta, luego una noche por fin volví a encontrar a Ramiro; me dijo que se había unido a la hermandad, a los mismos idiotas que habían destruido nuestro orfanato. No podía creer que él de verdad pensara que era buena idea.

Trate de convencerlo, pero no me escuchaba, para cada argumento que le daba él siempre tenía algo con que excusarse, siempre insistía que la hermandad nos ayudaría a cumplir nuestros sueños así que decidí probarle que no era buena idea estar en la hermandad...

Ramiro me llevó con los demás, creo que ya les había contado de nuestras travesuras porque ni siquiera dudaron en "reclutarme". Nos ayudaron a perfeccionar nuestras técnicas para escabullirnos, y cuando descubrí un par de trucos con TNT simplemente se volvieron locos. Tengo que admitir que no fue tan malo, de hecho hasta empezaba a dudar de mi mismo; todo cambió una noche mientras nos escabullíamos para salir de fiesta, vimos como "castigaban" a uno de los hombres que no había cumplido con su deber. El suelo estaba cubierto de sangre y tres hombres lo golpeaban mientras reían como si se tratara de una piñata. Escuchar el sonido de sus costillas rompiéndose fue la peor parte.

La sangre se nos heló, queríamos vomitar, llorar y gritar pero teníamos miedo de que nos vieran. En cuanto pudimos volvimos corriendo a la habitación y nos encerramos allí, por fin parecía que Ramiro me iba a escuchar pero ver aquello causo el efecto contrario que esperaba. Yo insistí que debíamos salir corriendo, él decía que ya era demasiado tarde. Le admití que solo había entrado a la hermandad para sacarlo a él de allí, él alegaba que él podía cuidarse solo y que no debí hacerlo, peleamos como pocas veces habíamos peleado.

Planeaba escaparme la siguiente noche, pero antes de que pudiera hacer algo fueron a buscarme a la habitación. Me pusieron la máscara y me llevaron arrastrado hasta "la base" el resto de los hermanos estaban allí, formando un círculo y al centro de este estaban Ramiro y nuestro líder "El Bromas".

Ramiro me había delatado, le había dicho al jefe que yo era un traidor, creo que pensó que tal vez así lo verían como un miembro confiable y no le harían daño. Nuestro líder comenzó a caminar alrededor de nosotros, dando un discurso sobre como la lealtad era de las cosas más importantes para la hermandad... quisiera poder olvidarlo pero recuerdo perfectamente cada palabra que dijo.

Pensaba que eran mis últimos minutos de vida, en cuanto él dejara de hablar todos avanzarían hacia mí y me golpearían hasta matarme... ojalá hubiera sido así. En cuanto terminó de hablar sacó una pistola y le disparó a Ramiro, directo en el pecho. Vi como mi mejor amigo caía al suelo, no pudo decir nada pero me veía... y yo no podía dejar de verlo, completamente petrificado.

Quería lanzarme a ayudarlo pero el miedo no me dejó moverme y lo último que mi mejor amigo vio... fue cómo no fui capaz de hacer nada por él.

Luego de eso nuestro líder comenzó a hablar de cómo necesitaban más reclutas como yo, que estuvieran dispuestos a arriesgarse por sus hermanos. Parecía bastante orgulloso de tenerme en la hermandad y yo no entendía por qué. Aun seguía en shock por lo que acababa de pasar.