33 - Oro y perlas

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En ese momento llegaron corriendo Fargan, Luzu, Alex, Mangel y Lolito, viendo desde lejos cómo Willy alejaba al hombre del fuego.

Todos estaban espantados, pero el desgarrador grito de Alex al darse cuenta de que se trataba de Frank fue algo que no esperaban.

—Alex, Mangel, llévenlo al hospital, pero manténganlo vigilado —ordenó Willy

—¿Qué pasó? —preguntó Fargan

—Te explico de camino —respondió —¡Luzu! Dime que tienes varias pociones en esa mochila

Luzu asintió entregándole la mochila de inmediato, Willy sacó un par de pociones de fuerza y se las regresó —en esa cabaña hay suficiente oro para darnos un par de horas más antes de que esto colapse, llévenlo lo antes posible

Luzu y Lolito asintieron y comenzaron a avanzar hacia la cabaña

—Y chicos —gritó el albino antes de que se alejaran demasiado —Evacuen a los ciudadanos, solo por precaución

Lolito asintió y siguió su camino, pero Luzu conocía más a Willy y el tono que utilizó no lo convencía, ninguno dijo nada, pero sus miradas le deseaban suerte al otro, esperando que no fuera la última vez que se vieran.

Se obligó a dejar el sentimentalismo de lado —Ten, tómatelas —dijo entregándole a Fargan tres botellas de poción de velocidad

—¿Sabes dónde está el resto del oro? —preguntó luego de terminarse las botellas

—Sí, y la hermandad está justo en camino a recogerlo, no tenemos demasiado tiempo

***

Alex se mantuvo al lado de Frank tras dejarlo en el hospital, Auron dijo que tampoco se podría hacer demasiado por él, las quemaduras no eran muy graves pero los verdaderos efectos que haya podido causarle el rayo eran desconocidos, no podría realizarle pruebas mientras los temblores siguieran así, además que cada vez llegaban más heridos y el poco personal no podía hacerse cargo de todo.

Decidió quedarse con él/ayudar a los ciudadanos en el centro del pueblo, para que Vegetta y Rubius pudieran ir a ayudar a los demás a mover las cosas a la mina. Todo era un caos, los ciudadanos asustados, la mina colapsando, la mitad del grupo de héroes en plena crisis emocional. Sabía que Samuel aun estaba algo resentido con él, aun en medio de todo el desastre había sentido la tensión con que le habló.

Aun en medio de todo esto no eran capaces de dejar de lado lo que descubrieron un par de horas atrás, y él no olvidaba como la mirada de Fargan ahora se fijaba en Willy, incluso cuando fue a buscarlos por ayuda.

Se sentía mal por preocuparse por ello ahora, pero era muy fácil dejarse llevar por el sentimiento de culpa cuando la razón de tus miedos está acostado inconsciente a tu lado, y peor aun, estás preocupad por él.

—Solo espero que no hayas hecho lo que creo que hiciste —dijo viendo a Frank

***

Lo que tomaría varias horas a caballo, les había llevado 40 minutos corriendo. Gracias a los dioses que los efectos de la poción habían funcionado aun mejor de lo que esperaba.

—Es allí —dijo el albino señalando la entrada a una pequeña cueva entre el bosque

Se adentraron a la cueva, allí estaba casi todo el material de la mina, ni siquiera estaban seguros de cómo habría podido Frank llevárselo hasta allí ¿hace cuanto tiempo comenzó este plan? Comenzaron a preparar todo, mezclar pociones de velocidad con fuerza no era nada recomendable, pero no tenían demasiadas opciones.

—La hermandad lo engañó, igual que a nosotros. Le dijeron las mismas mentiras que a Ramiro y a mí, pero a mayor escala —explicaba mientras sacaban el material de la cueva

—¿La hermandad lo envió a hacer esto?

—No exactamente, quiere el oro como parte de un plan para una clase de guerra contra la hermandad

—Entonces está loco

—Está... de luto

—Muchos también lo estuvimos y no destruimos un pueblo por eso. No lo defiendas —alegó Fargan

—Démonos prisa, antes de que de verdad se destruya Karmaland —respondió el albino

Sacaron lo que pudieron de la mina, calculando que fuera suficiente para parar aquel caos. A lo lejos comenzaron a escuchar las camionetas acercándose, sabían que ya no tenían tiempo.

—Si tienes poción de alma dámela, te conseguiré algo más de tiempo —dijo Fargan dispuesto a distraer a la hermandad

Willy rebuscó entre la mochila —Creo que encontré algo mejor —dijo sonriendo y levantando una de las perlas de ender

—¿Qué es eso?

—Nuestro transporte de regreso, toma tanto oro como puedas y sujeta mi mano —dijo preparándose para lanzar —oh y cuidado al caer

—¿Al caEEEEEEEEER? —ni siquiera vió en que momento desapareció de su vista la extraña piedra que había encontrado Willy, lo siguiente que supo fue que estaba cayendo en una parte del bosque completamente diferente —¿pero que cojones?

—Perlas de ender, te teletransportan a donde sea que las lances —explicó el albino

—Avisa antes cabrón

—Avisé —dijo encogiéndose de hombros y preparándose para lanzar la siguiente

—¡Espera! —gritó Fargan —tenemos que volver por lo demás —dijo al ver que Willy estaba apuntando en dirección contraria

—No hay suficientes para hacer tantos viajes, con suerte llegaremos a Karmaland

—¿Y crees que esto será suficiente para la mina?

—Tendrá que serlo —respondió antes de lanzar la segunda perla.

***

Dato random de hoy: En realidad Frank al principio (antes de que muriera Edith) intentó negociar con los dioses por un poco del oro de Karlamand para ayudar a llevar a cabo su plan original. Cuando ella murió Frank se cansó de esperar la respuesta de los dioses y decidió tomar el oro por las malas. 

Esa plegaria inicial fue hace poco más de 8 meses... ¿y saben qué más paso hace 8 meses? los dioses citaron a Merlon para decirle algo importante, que fuera a por más guerreros y que "Karmalandpasará a ser el reflejo de sus guerreros"

Eso no fue coincidencia...

PD: me fue súper bien en la defensa de la tesis :3 muchas gracias por sus buenos deseos 

Nuestros recuerdos - KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora