Nuestros recuerdos - Karmaland

23 - Segundas oportunidades

Alex y Luzu aun no volvían de su viaje, Willy, Lolito y Mangel estaban fueron por leña y para variar Rubius no aparecía porque "era demasiado temprano" dejando a Fargan y Vegetta solos para preparar el campo de entrenamiento.

Por supuesto que Samuel ya no le hacía tantas malas caras a Fargan, había pasado las pruebas de los dioses y debía confiar en eso, aun así el otro era el último de los guerreros con los que prefería estar.

—¿Dónde quieres que coloque las trampillas? —Preguntó Fargan

—Al final de cada carril, hay que asegurarse de que estén del lado correcto —respondió Samuel sin ponerle mucha atención

No había mucha conversación entre ellos, pero ya era usual ese silencio incómodo, se mantuvieran cada uno por su lado la mayoría del tiempo, hasta que Fargan notó que Vegetta llevaba 15 minutos batallando con uno de los sacos donde guardaban indumentaria.

—¿Necesitas ayuda?

—No sé quien guardó esto tan mal, ¿qué clase de nudo es este? Voy a tener que cortarlo

—No espera, sé un truco que siempre funciona

Con un pedazo de cuerda logró deshacer poco a poco el nudo en cuestión de un par de minutos, Vegetta lo veía bastante impresionado

—Impresionante

—Gracias, mi madre tejía canastas y más de una vez mi hermano y yo le hicimos una maraña la cuerda, siempre insistía en que no se debe cortar lo que puedes desatar así que puedo decir que conozco de nudos

—Buena frase

—Es de las pocas cosas que me enseñó mi madre y aun no olvido —dijo con una media sonrisa —murió cuando tenía 9 así que ya olvidé muchas cosas

—Lo siento —la expresión de Samuel cambió bastante — ¿La recuerdas a ella? —preguntó bajando la mirada

—Apenas... son cosas muy abstractas las que recuerdo, pero creo que ya ni siquiera puedo formar una imagen clara de ella

Vegetta le sonrió, probablemente haya sido la primera sonrisa honesta que le ha ofrecido —Mi madre también murió cuando yo tenía 9, siempre me sentí demasiado mal por no poder recordarla bien pero supongo que es normal

—No tenía ni idea...

Samuel se encogió de hombros —Mi padre me ha entrenado desde que muy pequeño, solía ser muy estricto, pero luego de lo de mi madre se volvió mucho más amoroso y paciente conmigo, como si hubiera absorbido sus cualidades, ahora si intento recordarla a ella de alguna u otra forma termino siempre recordando a mi padre

Fargan le devolvió la sonrisa —al menos tuviste suerte, mi padre era un imbécil y cuando mamá murió las cosas fueron tan mal que terminé huyendo de casa... mamá era quien traía balance en la casa, solo ella sabía calmar a mi papá y es que tenía una forma de decir las cosas que simplemente te convencía de obedecerla —dijo riendo levemente

—También la mía, mi padre también era el líder del grupo, era mucho mejor guerrero que yo y aun así si mi madre decía algo el simplemente accedía —añadió Samuel

—Supongo que la persona indicada siempre tendrá ese efecto en uno, Alexby podría decirme que me tire por un puente y yo ni siquiera preguntaría por qué —dijo haciendo reír a Vegetta —Y supongo que Willy contigo también

—Huh... —se quedó pensando un momento, si bien Willy tenía cierto toque para convencerlo, era Rubius a quién nunca lograba decirle que no

—¡Servicio de leña a domicilio! —gritó Lolito cuando regresaron