9 - Buenos amigos

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Estaban preparando algunas cosas mientras los aspirantes (y Rubius) llegaban, Willy y Vegetta acomodaban las dianas mientras Luzu y Alex colocaban la señalización y sacaban los arcos de la bodega.

—¿Qué tal tu fin de semana con Mangel?

—En realidad muy bien, es todo un experto en huertos y pasamos arreglando el mío, además de que por fin pude terminar la casita de Manolo ¿Y a ustedes cómo les fue?

—De lo mejor, jamás pensé pasármelo también pero definitivamente Lolo y yo nos reuniremos mucho más seguido

—Que bien Alexbitas ¿y no te hizo falta tu amorcito? —dijo dándole leves codazos y alzando las cejas sonriendo

Alex rio y rodo los ojos —Que no es mi amorcito

—Han sido los únicos días que no han pasado juntos desde que él llegó

—Sí, pero eso no significa que seamos nada, es decir sí, somos importantes el uno para el otro y tenemos nuestra historia pero eso no significa que por volvernos a encontrar automáticamente vamos a volver a ser novios o algo así

—Lo sé lo sé, supongo que se tomarán las cosas con calma

—Luzu sé que te encantan las novelas y el romance, pero cálmate. En serio, solo somos buenos amigos, tuvimos algo muy lindo y preferiría no arruinarlo ahora ¿Qué pasa si volvemos a salir y esta vez pasa algo y no terminamos bien? Fargan ha sido el recuerdo más feliz que he tenido de todos estos años y no quiero que cambie, no quiero que luego peleemos y se vaya del pueblo y todo lo lindo que sentía por él sea un recuerdo desagradable

Luzu lo veía algo preocupado —¿Lo han hablado?

—Bueno, no es exactamente que haya algo que hablar...

—Alex sé que yo podré ser un sentimental y todo, pero la forma en la que Fargan te mira... no sé si él esté enterado de que quieres que sean solo amigos

Alejandro lo pensó por un momento, Fargan siempre era bastante amable y coqueto, pero simplemente así era su personalidad ¿no? Así había sido siempre, además jamás había intentado besarlo o decirle que tuvieran una cita. Decidió no darle demasiada importancia, estaba harto de sobre pensar las cosas.

Oh como odió al destino cuando al llegar a su casa esa tarde, Fargan lo estaba esperando en la entrada, bastante elegante y con un ramo de rosas.

—Alejandro Bravo, estoy aquí para invitarlo a una cita a la cual espero acceda —dijo fingiendo un tono elegante que le causó algo de gracia al menor

—Fargan... —No podía negar que Fargan se veía muy elegante así arreglado, ni que el detalle de las rosas era bastante lindo, aun así algo en él no lo dejaba aceptar esa invitación —Ven pasa, siéntate —dijo cerrando la puerta y sentándose al lado de él en el sofá de su sala

—Preferiría no hacerlo... no es que no te quiera Fargan es solo que lo que tuvimos fue tan hermoso que quisiera dejarlo intacto. La he pasado algo mal estos años y ha sido demasiado duro para mí aprender a vivir conmigo mismo, hasta hace poco pude llegar a decir que estoy feliz estando solo y... quiero mantenerme así. No somos las mismas personas que éramos hace 9 años, yo he cambiado y estoy muy seguro de que tu igual... la verdad no sé si arriesgarse a averiguar si esto funcionaría valga la pena.

Fargan lo veía bastante decepcionado —Entonces podríamos conocernos... si quieres —dijo haciéndole ojitos

Alex dejó salir una pequeña risa —No lo sé... —en ese momento Jimmy llegó a la sala y pasó su cabeza por las piernas de Fargan haciéndole cariño y distrayendo un poco a Alex

Nuestros recuerdos - KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora