Nuestros recuerdos - Karmaland

11 - El muelle

Lolito y Auron se habían vuelto buenos amigos, ambos tenían un extraño sentido del humor que encajaba perfecto con el del otro. Se encontraban en casa de Luzu pues este les había prometido regalarles algunos materiales para sus casas, además de darles un pequeño tour por su casa ya que era primera vez que los invitaba.

Orgulloso les mostró el inicio de la montaña rusa que planeaba construir en su patio, su mini gimnasio y la fuente de Manolo, aunque sin duda lo que más les llamó la atención fue el ring que tenía cerca de la entrada a su casa.

—Ven Lolito aquí que nos partimos la cara ya me has cansado —dijo Auron en tono bastante serio

—¿En serio? Estás seguro —respondió el pelirrojo con la misma energía

—Ya me cansé de ser buena onda, sube al ring —dijo mientras él mismo se deslizaba entre las cuerdas

—Que sepas que estoy muy loco eh Auron —era gracioso verlos, y aunque por las palabras que se estaban diciendo uno generalmente se preocuparía, Luzu había aprendido que era solamente una muy extraña forma de bromear que tenían esos dos

—Escúchame si no puedes amarme nos mataremos —añadió el moreno levantando los puños mientras Lolito subía al ring

—¿Cómo que amarte? —la pregunta escapó de Luzu casi inconscientemente. No quería sonar celoso, sobre todo porque sabía que Lolito estaba prácticamente casado.

—A puñetazos

—Sí esto tiene que ser a puñetazos eh —respondió el pelirrojo colocándose en una esquina del ring

—¡Demuestra tu calle Lolito!

—Estas son las cosas de la calle —dijo Luzu —Yo estoy de juez aquí... 3, 2, 1 ¡Que comience el combate!

Ambos bailaban de un lado al otro sin acercarse demasiado —Pero ven cagado ven —dijo el pelirrojo antes de soltarle el primer golpe

—Ala ya me he llevado la primera —dijo Auron casi riendo

—Si te saca del ring has perdido —advirtió Luzu justo antes de que Auron resbalara y Lolito aprovechara su pérdida de equilibrio para tirarlo del ring

—Eso fue rápido

—¡Eh no se vale! Resbale

—Sí claro ahora el ring tenía aceite —se burló el ganador

—Anda levántate Auroncito —dijo Luzu dándole la mano a su invitado para ayudarlo a ponerse de pie

—Cuando aprendas a pelear podemos intentarlo de nuevo —agregó haciendo a los tres reír —Luzu esto ha sido muy divertido, pero creo que mi niña ya está camino a casa así que debería irme

—Claro no te preocupes Lolaito, no olvides llevarte la arcilla

—Por supuesto, y gracias de nuevo ¡Hasta luego puercos! —dijo despidiéndose antes de bajar las escaleras de la casa del castaño.

—¿Vas a irte ya o... prefieres quedarte otro rato? —preguntó Luzu

—Creí que Rubius vendría

—Ah sí pero es solo para recoger a Juan Carlos y luego se va, de todos modos no sería la primera vez que deja a su cerdo olvidado aquí —añadió con una risa nerviosa

Auron lo vio con una sonrisa de medio lado y asintió —Esta bien ¿qué tienes en mente?

—Bueno tengo varias películas, podríamos ver alguna

—Solo si tienes palomitas

—Tengo palomitas —respondió asintiendo

—Está bien, vamos adentro

***

Mientras tanto Rubius, luego de pasar casi todo el día con Mangel y Alexby, estaba camino a casa de Luzu cuando pasó cerca del muelle y reconoció a Vegetta pescando allí. No era muy común verlo pescando en ese muelle, y mucho menos solo así que decidió acercarse.

—Vegetitaaaa —lo llamó mientras avanzaba por las viejas tablas del muelle

—Hola Doblas —devolvió el saludo sin mucho ánimo

—¿Qué pasa? —cambió de tono completamente al ver lo desanimado que estaba Samuel. Se sentó en el borde del muelle junto a él para hacerle compañía

Vegetta no levantaba su vista del mar, pensativo —Doblas tú puedes hablar con los Dioses ¿podrías preguntarles algo por mí?

Rubius ahora lo veía sumamente preocupado —¿Veg estás bien?

Samuel dejó salir un suspiro —Sí es solo que... estoy preocupado. Sé que vas a decirme lo mismo que los demás, pero no puedo estar tranquilo sabiendo que trajimos a un criminal a una de las posiciones más importantes del pueblo. Lo peor es que está pasando demasiado tiempo con Willy y ahora cada que menciono esto Willy lo defiende a capa y espada... no quiero se aprovechen de él

Rubius lo veía fijamente, quería abrazarlo y decirle que no tenía nada de que preocuparse —Alex y yo pasamos dos años buscándolo, Alex gastó casi todo su dinero en ello y no creo que lo hubiera hecho si Fargan fuera una mala persona —Vegeta bajó aun más la mirada, no era exactamente la respuesta que esperaba —Pero eres el líder de los guerreros y el protector del pueblo, entiendo que te preocupe —añadió poniendo su mano en el hombro de Samuel, este sonrió un poco —Y si en serio lo quieres, mañana mismo podemos ir al altar para hablar con los dioses

Por fin el rostro de Vegetta se relajó —Gracias Doblas —dijo viéndolo a los ojos con una sincera sonrisa, al fin sentía que alguien estaba de su lado

—Anda ¿no tienes otra caña? A que atrapo más peces que tú —dijo para tratar de animarlo

Vegetta le pasó la caña de repuesto que tenía a su lado —Ya quisieras

—Oh ya verás —dijo lanzando con furia la caña al agua, haciendo finalmente reír a Samuel.

***

Al día siguiente Vegetta estaba cerca del patio de Rubius, viendo como este hablaba con los dioses. Sabía que no podría interrumpirlo y que tampoco debía acercarse, apenas alcanzaba a oír la voz de Rubén y las respuestas de los dioses para él no sonaban más que como ruidos incomprensibles.

Luego de casi una hora por fin Rubius terminó y le hizo un gesto a Samuel para que supiera que ya podía acercarse mientras él guardaba en una pequeña caja el raro material que él llamaba "piedra de los dioses"

—¿Qué te han dicho?

—Que los 4 aspirantes son necesarios, ellos los escogieron

—Necesarios como un mal necesario o...

—Ya te he dicho que los dioses nunca responden directamente, simplemente me dijeron "necesarios" pero no creo que lo hayan dicho en ese sentido —Vegetta asintió aun pensativo —Y te advierten que debes confiar en ellos porque Karmaland pasará a ser el reflejo de sus guerreros —repitió esas últimas palabras aun sin estar muy seguro de qué significaban

—El reflejo de sus guerreros... —repitió Vegetta para sí mismo

—Creo que se refieren a cómo se lleve el grupo, es lo único que se me ocurre porque Merlon siempre nos recalca que debemos estar unidos y esas cosas

—Tal vez... gracias Doblas

—Cual gracias, encuérate —respondió, haciendo a ambos reír —Espero que ya estés más tranquilo

Vegetta asintió —Muchísimo. Anda ven, te invito el almuerzo —añadió sonriéndole