Nueva División | Traducción

Capitulo XV

2 de julio de 1998.

Era el aniversario de la muerte de Anathema. <<¿Cuántos años habían pasado ?>> se preguntó Voldemort <<demasiados años>> Cincuenta y uno si sus matemáticas eran correctas. Cincuenta y un años desde que clavó un cuchillo en el hombre que lo amaba, desde que intentó arrancar a su hijo del estómago de Ana. Cincuenta y un años desde que cometió el mayor error de su existencia.

Le dolió pensar en ello, recordar la mancha de sangre en sus dedos, surcada por su rostro mientras se apartaba tranquilamente el cabello de los ojos, el terror repentino al darse cuenta de que Anathema no sobreviviría al cambio improvisado, al aborto, que perdería a su amante. Aún podía ver a Ana tendido ante él, la piel pálida y gris, los ojos vidriosos, sonriéndole con tristeza.

Su boca se había movido, susurrando —"Te amo, te amo" — a un chico que ya no podía escucharlo, que nunca le respondería. Voldemort abrió los ojos, empujando sus recuerdos a los rincones de su mente, donde ya no podrían lastimarlo. Fuera de la vista, fuera de la mente. ¿No era ese el dicho?

Pero Anathema no estaba fuera de la vista, se recordó Voldemort. Habían pasado casi tres semanas desde que había estado a solas con Harry Potter, desde que había hablado con el chico que últimamente había comenzado a hablar con sus mortifagos dirigiéndose a ellos en lugar de a él como si Voldemort ni siquiera estuviera en la habitación. Harry estaba enojado, lo sabía, herido y molesto, pero estaba vivo. Anathema estaba vivo y con todo lo que Voldemort le debía a su amante asesinado, no podía culpar a Harry por esta rabieta.

Aunque hoy fue diferente. Durante los últimos diecinueve días, había estado dispuesto a permitirle al chico su espacio, a permitir a regañadientes que Harry lo evitara y se escondiera dentro de su habitación con el niño, a ignorarlo y menospreciarlo. Pero no hoy. Hoy era el aniversario de la muerte de Anathema, y fue el primero en pasar donde Voldemort sabía que su Ana no se había quedado muerto.

El miedo irracional de que Harry pudiera morir de nuevo ese día fue suficiente para obligar a Voldemort a buscar a su amante, para forzar su presencia en el chico que probablemente lo despreciaba una vez más.

Se suponía que Lord Voldemort estaría en una reunión, pero la había cancelado. Envió a sus mortifagos a casa con sus familias, o con cualquier escoria con la que eligieran asociarse en su tiempo libre. Estaba de pie ahora, flotando incómodo fuera de la puerta del dormitorio de Harry.

La puerta estaba abierta y Voldemort vio como Teddy se retorcía en el suelo. El niño tenía solo casi tres meses, pero estaba haciendo esfuerzos para gatear hacia su nuevo padre. Harry se estaba riendo, sentado con las piernas cruzadas, de espaldas a Voldemort, con los brazos extendidos hacia su hijo. — Vamos, osito de peluche. Puedes hacerlo

Voldemort permitió que sus ojos se cerraran, pero continuó escuchando mientras Harry bromeaba y le hacía cosquillas al bebé; se perdió en el sonido de la voz de Harry y en los ocasionales gorgoteos del niño feliz. Podía verlos, tan claros y definidos, como si realmente estuvieran sentados ante él en lugar de meros recuerdos e imaginaciones de su mente atribulada.

Anathema, con las piernas cruzadas en el suelo del pequeño apartamento de Tom en Londres. Su torso y piernas más largos que los de Harry, su piel más pálida, el cabello más oscuro, las gafas desaparecidas, su boca en forma de moño mientras le ofrecía a su hijo una suave sonrisa. Y el niño... Tom pensó en el niño, su niño. ¿Sería tan ruidoso como los demás niños, o habría sido más como un joven Tom, estudioso y silencioso? ~"Di 'te amo, papá' di 'te amo'" ~ suspiró Anathema, tomando al bebé de cabello oscuro y ojos azules en sus brazos. Se volvieron para mirar a Tom, que esperaba en el umbral de su apartamento con ojos brillantes y un corazón palpitante. ~"Dile a tu padre que lo amas"~ La voz de Anathema bajó más, casi en un susurro, mientras agitaba el regordete puño del bebé hacia Tom. ~" 'Te amo papá' "~ dijo, pretendiendo ser su hijo, ~"Yo también te amo"~ agregó mientras Tom permanecía en silencio.