Rogers se soltó bruscamente del agarre de Barnes.
Estaba harto de que se burlaran de él, de que los espías como Fury o Pierce lo tomaran por un estúpido soldado. Estaba harto de que todos lo santificaran y creyeran que su mayor cualidad era la ingenuidad. Estaba harto y realmente furioso. No era un idiota que seguía órdenes sin cuestionarlas, que creía en el gobierno o en su patriotismo. Ya no, no desde que supo de Shield, desde que descubrió las armas de Hydra en posesión de Fury. A Rogers se le había caído la venda hace mucho, se había liberado de esa creencia en la dicotomía de los buenos y malos en una guerra.
Para Rogers, el mundo había cambiado. No, el mundo se había revelado ante él y no podía seguir engañándose. No cuando el sacrificio para exterminar a Hydra y sus terribles armas fue en vano. Pues, lo que le llevó a hundirse en el hielo por setenta años terminó en manos de gente como Fury, gente que no tenía más lealtad que sus propósitos y creencias. ¿Entonces de qué servía ser un hombre bueno? ¿Qué cojones era ser un hombre bueno en este mundo caótico? Si Rogers se sinceraba, diría que había terminado de perder la poca fe en el orden que se estableció, en autoridades como Shield y el gobierno. Porque jugaban sin lealtad, jugaban con las personas, con la confianza y esperanzas que se le entregaban.
¿Todo para qué? ¿Para migajas de vibranium, para llenarse los bolsillos con dinero? No, Steve no volvería a cometer el mismo error; nunca mas volvería a ser el mismo tonto del que se burlarían, del que usarían como su peón para misiones que tenían un doble propósito. No más. Porque no se podía creer que en ellos, en personas ruines como Fury que decidieron vender a Stark como un maldito pedazo de carne, que no dudaron en aprovechar un lazo tan fuerte por sus ambiciones, por esa codicia que reinaba en todo el mundo. Con o sin gente honorable alrededor, siempre la codicia terminaba por vencer, por jugar con la misma gente que se esforzaba en no caer.
Y no más.
Si Rogers debía jugar del mismo modo sucio y retorcido para proteger a su omega, entonces jugaría. Rogers sería egoísta y dejaría sus intentos de perpetuar un orden que solo traicionaba y decepcionaba. ¡Así es! Desde ahora no se sujetaría más a las órdenes de Shield o de cualquier gobierno. Porque no confiaba ni confiaría más en ellos. Menos, con la existencia de tantos secretos, de tantas dudas y mentiras que se encargaron de sostener bajo el manto de Fury. Por lo que, Rogers estaba decidido a responder la traición con traición. No, a responder la traición con una justicia que terminaría siendo la liberación de muchos y de muchos secretos.
Acabaría con Shield.
Con sus secretos y sus tretas.Todo por destruir a Pierce, al maldito infeliz que se atrevió a no solo vender a Tony, sino también a cortarle cualquier comunicación con él.
Si Pierce le quitaba su todo, entonces Rogers también lo haría.
Acabaría con su poderío.
—Tony estará bien, Steve. —La voz de Barnes hizo que Rogers regresara en sí, que soltara un profundo suspiro.
—Se me ha informado que el rey T'Chaka es un hombre justo. —Romanoff también se acercó a Steve. —. Apuesto que solo se necesitará explicarle que Tony jamás accedió a un compromiso de matrimonio.
— ¡Así es! Es cuestión de ir a Wakanda, Steve.
Rogers se giró hacia Barnes y Romanoff, hacia sus amigos que trataban de aplacar su furia. Lo que ahora era imposible, pues su furia estaba combinada con el dolor de la traición h decepción. — ¿Y luego qué? ¿Volvemos a permitir que Shield vuelva a decidir sobre nosotros, que continúe creyendo que simplemente somos sus armas humanas que pueden usar a su conveniencia? —Rogers habló fastidiado. —. Tal vez, mañana puedan decidir que Banner es ideal para sus experimentos. No, esperen. Eso ya lo hizo el gobierno para la creación de Abominación, ¿verdad?
— ¿Qué? —Barnes miró a Natasha a quien parecía ser la persona a la que iba los ataques de Rogers.
—Steve....
—Tú eres una espía, Natasha. Doy mi vida a que muchas de las misiones que me acompañaste fueron por otros propósitos, por otras órdenes de Fury. ¿O me equivoco? —Natasha bajó la cabeza como respuesta. —. No tengo la autoridad para juzgar, tampoco para decidir sobre ustedes. Pero, sí sobre mi vida. Y desde ahora renuncio a todo cargo de Capitán América.
—Steve, tú... —Barnes no sabía cómo reaccionar o qué decir.
—Fury es el espía más grande que conocemos, pero tiene a detrás más espías como Alexander Pierce que no dudó en mofarse de la venta que hizo con Stark. —Finalmente, Rogers miró a Wilson, a Carter y también a Hill. Ellos habían decidido guardar silencio, esperar que la calma se imponga. Pero, no parecía ser así. —Shield no es lo que creemos que es y se los voy a demostrar.
— ¿Qué harás, Steve? —Natasha preguntó, poniéndose en el camino de Rogers.
—Voy a acabar con Shield, con su farsa.
Hill suspiró. Estaba decepcionada de Fury, de su juego sucio. Y no porque precisamente se haya metido con Stark, sino porque se haya metido con un omega como ella, que lo haya usado como un objeto más para sus propósitos; haciéndole creer que tal vez le haría lo mismo. Que quizás si ya no la necesitaba, podría mandarla a una misión suicida, o por órdenes de los del Consejo. —El equipo Strike te asesinará.
—El precio de la libertad es alto, siempre lo ha sido y estoy dispuesto a pagar el precio.
— ¿Incluso con tu vida, Steve? —Sharon se acercó a Steve y sintió la determinación en el alfa.
—Es por esa razón que no les pido que pelean conmigo.
—Pero, no estás solo, Steve. Somos tu familia, tu manada y la gente que cree en ti. —Wilson intervino. —. No lucharás solo.
—Nos tienes a nosotros. —Barnes apoyó a Wilson.
—Además de que nos necesitas. —Natasha se hizo a un lado. —. No sobrevivirás sin nuestra ayuda.
— ¡Así es, Capitán! Porque la guerra que piensa iniciar es una guerra contra espías, contra Pierce, no una directa.
—Pierce ya sabe que voy por él.
—Pero, no su gente. —Hill y Sharon se miraron; siendo las espías más cercanas a Shield sabían cómo atacar. —. ¿Quiere destruir a Shield, acorralar a Pierce y obligarlo a devolver a Tony? Entonces exponga sus secretos.
Fury entró a la sala.
Entró, sabiendo que todos adentro de la sala lo despreciaban.Y tenían su derecho. Pero, también el de una segunda oportunidad, de reparar sus errores y finalmente tratar de recuperar a su familia.
Incluso, si perdía su organización por ello.
—Shield caerá. —Rogers anunció con severidad y Fury asintió.
—Necesitas esto. —Fury le alcanzó un USB a Rogers, uno en donde había almacenado todo información respecto a Pierce, a sus órdenes y también a la gente que le rodeaba. Pero, por miedo a saber que se volvió a equivocar, no se decidió a verlo, a finalmente descubrir quién era Alexander Pierce.
Steve miró con desconfianza el dispositivo, pero luego a Fury.
Había arrepentimiento en su mirada, no lo suficiente para que Rogers olvidara que su omega se encontraba en un enredo por su culpa, por su maldita culpa.
Rogers ahora era otro.
Su lobo aullaba por su omega y también por fuego y sangre; fuego y sangre que desataría en Shield.Que destrozaría a Pierce.
Desesperación se paga con desesperación.
![](https://img.wattpad.com/cover/287685873-288-k696531.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL OMEGA DE STEVE ROGERS
Fanfic[•] Pareja: Stony. [•] Advertencia: Omegaverse. / Historia corta. [•] Recordatorio: Los personajes no me pertenecen. Tampoco, la imagen usada para la portada. Sinopsis: Steve Rogers irá por su omega, por la única persona por la que rompería sus pr...