EL OMEGA DE STEVE ROGERS

10

—Lo lamento, T'Challa.

T'Challa no respondió.

Vio a Tony y supo que no estaba mintiendo, que todo lo que le había informado era tan cierto que le causaba escalofríos. Porque T'Challa jamás imaginó que un país tan "avanzado" como Estados Unidos siguiera promoviendo costumbres e ideas tan cerradas, tan aplastantes para personas vulnerables como los omegas. Se suponía que los omegas eran personas libres de decidir, de escoger con quien compartir su vida o no. Y T'Challa creía que Tony había aceptado libremente su compromiso con él, que había considerado tanto su traslado en Wakanda como pasar toda su vida con él. Pero, aquello jamás sucedió, Tony nunca supo sobre este compromiso, fue traído con mentiras y enredado a este engaño a un punto en el que no pudiera escapar.

Y no.

Pese a lo decepcionado y triste que se sentía por haber caído en la trampa de Fury y Pierce, T'Challa sabía que lo correcto era ayudar a Tony, sacarlo de Wakanda y que se regresara a su país. Esto antes de que se proceda al ritual de compromiso, antes de que su padre selle esta mentira frente a todo su país. Él no iba a permitir que Tony fuese obligado a perpetrar una mentira, que sea aplastado por un compromiso que jamás deseó ni aceptó. No cuando se le había enseñado que todos tenían derecho tanto a decidir como a retractarse a sus decisiones. Para T'Challa, el consentimiento y la libre elección eran vitales y fundamentales para cualquiera sea omega, beta o alfa; y también en donde sea. Así que, Wakanda no aplastaría esos pilares, no obligarían a Tony a cumplir con un compromiso no deseado.

No cuando le tenía cariño.
Lo suficiente para no querer forzarlo a vivir un infierno.

No sería justo para él, tampoco para el cariño que sentía por él.

—En Wakanda, hemos respetado tanto las costumbres como los avances y cambios que se han hecho a lo largo del tiempo. Así que, me atrevería a decir que hemos alcanzado un punto medio que ahora nos permite ser el país que has visto. —Tony asintió, temeroso. Tenía a T'Challa como un buen hombre, justo y honorable. Esperaba que no lo decepcionara, que no terminara hiriéndole como Fury. —. Es por ello que no permitiré que retrocedamos, que se te fuerce a cumplir con un compromiso no deseado ni aceptado.

—Muchas gracias. —Tony susurró, agradecido de no haberse equivocado.

—No me agradezcas, Tony. Tú jamás debiste ser usado de ese modo tan ruin. Menos por el deseo de mi padre. —T'Challa tomó las manos de Tony. —. Porque nadie tiene derecho a venderte, a vulnerar tus derechos y a tratar de perpetuar tradiciones tan absurdas contigo. Por lo mismo, me disculpo por no haber sido justo contigo, por no haberte puesto en sobre aviso de este compromiso.

—No lo sabías, T'Challa.

—La ignorancia no me libra de la culpa, Tony.

Tony sonrió. —Serás un gran rey.

—Espero serlo. Pero, si llegara a fallar y equivocarme, siempre estaré atento a tus sugerencias.

— ¿Quieres mantenerme como parte de tu futuro consejo?

—Por supuesto. Eres una persona inteligente y muy hábil con las relaciones extranjeras.

—Por no decir encantador. —Ambos sonrieron. —. Será un honor poder ayudarlo, su majestad.

—Y para mí, será un honor ayudarte a volver a tu país sin ningún problema.

Fue así cómo Tony se sintió verdaderamente aliviado.

No estaba solo en Wakando, tenía tanto a T'Challa como a Shuri dispuestos a ayudarlo, a respaldarlo de ser necesario. Y aquello era tan reconfortante que no tuvo prisa en empacar sus maletas, tampoco miedo de volver a encontrarse con Pierce. Pues, todos sus intentos de querer aislarlo, de querer venderlo se esfumaron. Porque T'Challa había roto el compromiso, lo había roto y no titubeó en hacerlo, en respetar su decisión y deseo de volver a su país, con su manada, con su alfa.

Lo que le hacía feliz porque no había perdido a un gran amigo por culpa de este enredo.

— ¿Entonces me designarás un piso en la Torre Stark? —Shuri preguntó emocionada.

—Lo haré. Así que, estaré esperando tu visita, la de ambos. —Tony miró a T'Challa y éste sonrió.

—Te estaremos visitando pronto.

Shuri asintió. —Primero, debemos encargarnos de los viejos de la tribu.

— ¡Shuri!

— ¿Qué? Ellos son los únicos que armaron líos por el "desplante" al futuro rey de Wakanda.

—Yo... Lamento los problemas que estoy ocasionando con mi ida. —Tony susurró, sabiendo que su partida no había sido notificado a los reyes por decisión propia de T'Challa.

—No te disculpes, Tony. Tú no tienes la culpa de nada, sino los que te engañaron y también a mi padre. —T'Challa suspiró y se detuvo. Habían llegado a la zona más alta del palacio que servía para el vuelo de sus helicarriers y naves al igual que su aterrizaje. —Ellos responderán.

—Serán vetados. —Shuri gruñó. Si por ella fuera, los enviaba a la más alejada prisión de Wakanda. Porque se lo merecían, jugar con Tony y usarlo no era propio. Ni limpio, hace mucho se dejó esas pensamientos que también rechazaba por compartir la misma casta de omega. —. Pero, tú no. Siempre serás bienvenido a Wakanda y también al corazón de mi hermano.

— ¡Shuri! —T'Challa volvió a regañar.

— ¿Qué? Puede que el compromiso falso no se concrete, pero tampoco se cierren a la oportunidad de comprometerse verdaderamente.

Tony sonrió. Shuri le recordaba tanto a Wanda y Natasha. Porque ambas también se esforzaban por emparejarlo con Steve. —. Tal vez, en otra vida, princesa. Porque ahora ya me encuentro comprometido con alguien más.

—Bueno, al menos tienes oportunidad en la otra vida, hermano. No pierdas las esperanzas. —T'Challa avergonzado suspiró y masajeó su frente. Mientras que, Shuri y Tony reían.

Ambos habían agarrado el gusto de molestar a T'Challa.

—Te extrañaré, Tony. —Shuri abrazó a Tony cuando el helicarrier que se llevaría a Tony aterrizó.

—Yo más, princesa. —Tony besó a Shuri en la mejilla y se fue con T'Challa. También, lo abrazó. —. Y a usted también lo extrañaré, príncipe.

—Estaré siempre pendiente de ti, Tony. —T'Challa cerró los ojos y disfrutó del abrazo con Tony. Lo extrañaría; extrañaría reírse con sus ocurrencias, hallarse en calma a su lado y también su seguridad. Lo extrañaría al igual que sus ilusiones. Pero, aquel era el precio por hacer lo correcto y lo pagaba sin remordimiento. Porque escogía a Tony, su felicidad.

Y aquello era una muestra de su cariño, de la existencia de éste.

—Para lo que necesiten, cuenten conmigo y también con mi manada.

Shuri y T'Challa asintieron. —Es hora de volver, Tones.

Tony sonrió y tomó sus maletas.

Avanzó hasta el helicarrier, pero T'Challa lo detuvo. Lo detuvo porque divisó que el helicarrier abría sus puertas para permitir la salida de soldados dirigidos por Erik Killmonger.

T'Challa inmediatamente se puso al frente de Tony para protegerlo de los soldados wakandianos que apuntaban contra Tony. —Ordena a tus hombres bajar esas armas, primo.

—No lo haré. —Erik desafío y miró a Tony. Era la primera vez que ambos se veían, que se conocían. —. Cumplen órdenes de alto rango.

— ¿De ti? —Shuri preguntó con burla.

—Del rey T'Chaka. Él me ha conferido la misión de no dejar que el prometido de su sucesor escape.