EL OMEGA DE STEVE ROGERS

12

—Somos un país avanzando, Baba.

El rey T'Chaka suspiró pesadamente. A él tampoco le agradaba obligar a Stark casarse con su hijo. No cuando tenía simpatía por Stark, pero pesaba más el honor de su hijo, de su tribu y de su familia. No podía doblegarlos ante un capricho o ante una mentira. No podía ceder ante la ruptura del compromiso de ambos; no había discusión que le hiciera cambiar de parecer.

—Hijo mío, los cambios fueron, son y serán siempre bienvenidos a nuestros amado país.

— ¿Entonces cuál es la razón de tu renuencia a aceptar la ruptura de mi compromiso?

—El honor, hijo mío. El honor seguirá siendo intocable; sin importar los cambios o cuestionamientos que se extiendan en el futuro. —El rey T'Chaka tomó del hombro a su hijo y lo llevó hacia el trono. —. Cuando asciendas y seas rey, entenderás que no hay impedimentos que valga si se trata de preservar el honor.

T'Challa frunció el ceño.

No entendía a su padre, ni sus intentos de convencerlo. Si se trataba de honor, ¿entonces por qué pretendían romper con su dignidad, con su moral? ¿Acaso el ser una persona honorable no implicaba velar por sus principios, saberse comprensible a los errores y a la responsabilidad?

— ¿Insinúa que debo forzar a Anthony a casarse por preservar mi honor?

—Todos los jefes de nuestras tribus vecinas saben de tu compromiso. Han dado un mutuo acuerdo de apoyar esta unión, de aceptar a un extranjero como tu omega y también de permitirle gobernar a tu lado. —El rey T'Chaka no buscaba alterarse. Pero, la aparente ingenuidad de su hijo no le ayudaba. —. No les pidas más de lo que ya te han dado.

—Lo que pido no excede a la razón, no ofende a mi honor o al de la familia, Baba. Porque lo que pido es lo correcto, porque dejar a Anthony libre de este compromiso verdaderamente representa velar por mi honor.

—T'Challa, pecas de ingenuo.

—Madre y usted han forjado a un hombre que cree firmemente en el respeto, en la libertad y en la igualdad. —T'Challa se acercó al rey sin temor, sin dudas. Iba a pelear por su decisión, por lo correcto y por librar a Tony. Respetar la voluntad de Tony era lo correcto, lo que su mente y corazón le exigían. —. Mi honor se ha forjado raíces en esos tres pilares. Pero, lo que termina manteniendo mi decisión es el cariño que le tengo a Anthony. Cariño que usted también comparte, pero prefiere ignorar por atender pensamientos retrógradas.

— ¡T'Challa!

—Liberar a Anthony, respetar su voluntad de volver con su manada y romper este compromiso es lo correcto. Usted lo sabe, su majestad. Pero, si se decide a seguir consejos de un hombre que merece ser encarcelado por sus bajezas, entonces me veré en la obligación de renunciar a la sucesión.

— ¿Por Stark?

T'Challa asintió. —Si ser coronado me obliga a romper con mis principios y forzar a un omega a casarse, entonces rechazo la corona y a cualquier título.

—Erik asumirá el trono entonces. Pues, apuesto que él sí aceptará este compromiso sin objeción.

—Rechazo y renuncio a la corona, no la lucha, su majestad. —Tras reverenciar al rey T'Chaka, T'Challa se retiró del salón.

Lo hizo con destino al laboratorio de Shuri, pues pensaba portar el traje de la Pantera Negra. No iba a permitir que Erik tomara a Stark, ni tampoco a Wakanda.

T'Challa pelearía por Stark, por Wakanda.

Mientras que, el rey T'Chaka temía por lo que había causado, haberse equivocado. La firmeza de T'Challa destruía su seguridad y la supuesta creencia de que lo correcto era forzar a Anthony Stark a casarse. Así que, el rey T'Chaka llamó a Pierce, necesitaba de él para respaldarlo. Pues, ahora estaba tan solo.

Ni siquiera su esposa y reina lo apoyaba.

—Su majestad. —Pierce reverenció al rey T'Chaka.

—Tu rostro evidencia preocupación. ¿A qué se debe?

—Steve Rogers, su majestad. Él acaba de destruir a Shield, a mi organización.

— ¿Usted habla del Capitán América?

—Hablo de un traidor a su país, de un alfa que disfruta del caos. —El rey T'Chaka miró confundido a Pierce. No podía ser cierto, Steve Rogers no era un traidor.

— ¿Por qué el Capitán América destruiría a Shield?

Pierce hizo una mueca. Podría perder la confianza del rey por ocultarle este insignificante detalle, pero ya era demasiado tarde. —Porque Stark es su...

Un soldado wakandiano interrumpió.

— ¡Su majestad! Una nave acaba de atravesar la barrera y está próxima aterrizar.

— ¿Atravesar? ¿Quién lo autorizó?

— ¡Nadie! ¡Es un ataque, su majestad!

El rey T'Chaka maldijo. — ¡Ordenen a Killmonger dejar la celda de Stark! Lo quiero con su equipo en la pista de aterrizaje.

— ¿Le autoriza portar el traje de Pantera Negra?

—Lo autorizo. —El soldado wakandiano asintió y salió corriendo.

El rey T'Chaka se levantó de su trono, se maldijo y finalmente suspiró.

No tenía idea de quién pudo ser capaz de atravesar la barrera, de lidiar con la tecnología de su país, de su hija. Pues, Stark estaba encerrado en una celda, resguardado por Killmonger.

Era imposible que pudiera ayudar a los que venían a esa nave, a los intrusos.

¿Entonces quién? ¿Contra quiénes se enfrentarían?

—Su majestad, si me le permite, deseo volver a mi habitación.

—No. —El rey T'Chaka se acercó a Pierce. —. Subirás a dar frente al ataque que estamos próximos a recibir.

—Yo...

—No está a discusión.

Pierce temeroso asintió y obedeció.

Pero, el temor de Pierce no se comparó cuando la nave aterrizó, cuando vio que una de las puertas se abría y dejaba ver a Los Vengadores.

A Rogers.

Venía a matarlo, bastaba con verlo para saber.

¿Podría escapar? ¿Killmonger podría contra él, contra su equipo?

La peligrosidad que Rogers emanaba era demasiada.

Pierce empezaba a temblar.