Mses atrás James había conocido a Helmut más allá de aquel oscuro pasado que los unía, una vez que "El soldado del invierno" había desaparecido, fue consciente de que sentía algo por el Barón. Este último le había dado muchas señales, fue entonces que ambos empezaron a salir.
Ya en la actualidad James se encontraba sentado en una esquina de la cama que compartía con su pareja. Tras pasar la noche juntos muchos recuerdos llegaron a la mente de Barnes, pudo recordar una vez más que sus manos estaban manchadas de sangre.
Fue su celular quien lo sacó de sus pensamientos, tenía varios mensajes de Sam. Últimamente las cosas no estaban del todo bien, desde que inició su relación con Helmut y decidió escaparse con él, de manera inevitable se convirtió en un enemigo del país; sabía perfectamente que encontrarían su ubicación, pero ya había tomado una decisión.
Observó una vez más a Helmut quien abrazaba una de las almohadas mientras dormía profundamente, luego observó la pistola que traía en manos.
Una decisión tan difícil, que al final les traería paz a ambos.
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Una vez que James salió de su escondite Sam lo estaba esperando de brazos cruzados; a pesar de no llevarse del todo bien no quería que las cosas terminarán así. Después de todo ambos fueron amigos de Stive, quien sin duda alguna no estaría de acuerdo con todo aquello.
-Te daré una oportunidad Bucky.- Sam estaba ansioso, no sabía que esperar por parte del contrario.
-No hará falta, quiero que lo dejes en paz.- James se puso de rodillas y arrojó su arma a un lado.
-¿En verdad te preocupa tanto? ¡Fue él quien te obligó a matar a miles de inocentes!- Sin dudarlo por un segundo apunto su arma en la cabeza del contrario.
-Lo dejarás libre luego de matarme, ésto es entre tú y yo.- James cerró sus ojos.
Un sudor frío recorrió la frente de Sam, se encontraba en una situación sumamente difícil. Sabía perfectamente que James era peligroso estando con Helmut, estaba seguro de que se encontraba bajo su control. A pesar de ello no podía dejarlo ir, ni mucho menos a Zemo.
-Lo siento.- Sam quitó el seguro del arma.
James recordó cada palabra con la que Helmut terminó robándole el corazón, cada sonrisa y cada momento en el que ambos pudieron estar juntos. Sabía que no podría vivir si ejecutaban a Zemo, o incluso si lo alejaban de su lado.
Aún así estaba demasiado cansado para seguir luchando, su mente se convirtió en su mayor enemigo y no podía hacer nada al respecto. La culpa lo perseguirá eternamente, incluso sabiendo que intentó hacer lo correcto.
Fue entonces que un disparo hizo eco en el lugar provocado que abriera los ojos, la sangre le salpico en el rostro y Sam cayó en el suelo.
-Ponte de pie.- Helmut guardó en arma con la que minutos atrás había matado a quien solía ser su amigo.
James sonrió y beso a Helmut, quizá era cierto que estaba bajo su control pero a pesar de ello lo amaba perdidamente.