Placebo

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La plática que tuvo con Momo le hizo pensar más a cerca del rumbo de su relación con Shoto y si lograría corresponder a sus sentimientos. Era consciente de que su actitud invasiva se volvería un problema para su amigo, quien hizo todo lo posible por mantenerse en un estado poco sospechoso o eso es lo que pensó.

 Dos meses pasaron tan rápido y no fueron en vano, Izuku los usó en patrullaje, visitas o salidas con conocidos. Después de todo, aprovechó cualquier oportunidad para invadir el departamento de Shoto, volviéndose como su segunda casa.  

Ahora era tiempo de regresar a sus labores profesionales como profesor y como héroe independiente (y con licencia oficial), porque, por el momento seguía indeciso de unirse a alguna agencia (tenía poco interés en hacerlo). Eso o significaba que evitaría el trabajo en grupo, seguía siendo un nerd analizador, esta era claramente una oportunidad de aprender de los demás y sus particularidades.

Debido a que estuvo ausente por tanto tiempo, pocos sabían de él o lo recordaban. No era algo que le preocupaba, sabía que no era la única persona preocupándose por los habitantes del país, muchos héroes han hecho su trabajo protegiendo el país, sus ideales no eran tan diferentes.

Le había tomado bastante tiempo asimilar la información del pasado, saber que hay cosas que difícilmente pueden evitarse, ¿Quién habría pensado que sucederían?

¿Pudieron evitarse? probablemente o ¿no?


De acuerdo a la información que Izuku obtuvo tras la invasión de propiedad ajena, Shoto prefería pasar el resto de su día libre en casa, raras veces salía a hacer compras (de cualquier tipo), la mayoría eran compras por internet, y solía rechazar invitaciones para salir



-Mamá, ¿te sientes a gusto estando aquí? ¿hay algo qué hace falta? -Preguntó Izuku a su madre, quien tomaba determinada los cubiertos a un lado de su plato- ¿tú cuarto? ¿la cama? ¿están bien? ¿quieres que compre más floren para l jardín?

Izuku estaba actuando nervioso y la mujer frente a él sintió graciosa la escena de su hijo preocupado y contuvo su risa. Llevo su mano al mentón, su expresión era pensativa - Mmm... Yo creo... que - fueron segundos de suspenso para Izuku- deberías traer pastel de chocolate en estos días.

-¿Estás segura de que todo está bien?

-Sí, te has esforzado y no te voy exigir nada que no puedas- la expresión de Izuku parecía desanimada- No pongas esa cara, sino ya no me sentiré bien y entonces me quejaré- Sus manos sostuvieron las de su hijo, eran frías como siempre, pequeñas y un poco regordetas

-Mamá, estoy feliz que aún sigas aquí 

-También lo estoy Izuku, me alegra que estés de vuelta y verte bien. Si en algún momento quieres ir a dónde que quieras... esta vez debes decirme, no importa dónde, pero no lo olvides. 

-Sí mamá.

Esa tarde Izuku y su madre pasaron juntos, hablando, viendo los programas de televisión, algo que ambos guardaban en su corazón para siempre, al igual que otros momentos que pasaban juntos.

-Mamá, creo que me gusta alguien

-¡¿En serio?! ¿desde cuándo? ¿la conozco?¿Cuánto te gusta?- Las preguntas fueron rápidas y llenas de emoción

-Tanto deseeas que me vaya de casa- Modo drama activado

-No es eso, es la primera vez que hablas de eso y me encantaría conocer a esa persona

¿Puedo quedarme a tu lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora