Mi tentación tiene nombré.

El chico de pelo Rosado

Park sunghoon estaba tan feliz casi cómo un niño pequeño en su primer día del colegio ya qué por fin iba ir a vivir en la casa paroquial para seguir su formacion como diacono ya que no es los mismo que la educación. La formación diaconal es un proceso que dura toda la vida y por el cual la persona es moldeada en la imagen de Cristo Siervo. Esto envuelve no solamente los estudios académicos, sino también la vida de oración, los valores, el testimonio diario, el conocimiento y entendimiento personal y el ministerio.
Por eso lo mandaron a la parroquia de séoul, todo eso iba ser nuevo para él ya que nunca antes había salido de su cuidad natal Daegu.

A sus 5 años tomó la decisión de qué quería ser sacerdote igual que su tio porqué ante su ojos él era un héroe de tunica negra, a pesar que su tío soló les iba a visitar 1 vez al año siempre les contanba à él y a sus 2 hermanos mayores sobré las aventuras que vivia cómo misionero.
Una vez les contó qué fue à África y vió a un león pasar justo enfrenté suyo, conoció muchos paises cómo america del sur, africa, Europa ect y siempre les trai regalos de cada pais que visitaba, les mostraba las fotos que hacia con la gente à la qué ayudaba.
Para sunghoon éso era increíble asi qué le comento a sus padres que se quería entregar a dios, ellos lo apoyaron y pidieron a su tio que le mostrar él camino para lograrlo.
El fue su guía hasta ahora. Auque con el tiempo sus padres creyeron qué sunghoon cambiaria de opinión fue todo lo contario ayudar a la gente le hacía sentirse feliz.

Llegaba un poco más tardé, había quedado de verse con el padré han una vez que llegará a la casa paroquial para indicarlo cual serian sus tareas.
Pero aquella casa era tan énorme que se perdió buscando el despachó del sacerdote han hasta que vio a un chico con el pelo rosado quién parecía estar furioso, su pelo era bastante llamativo asi que sin darse cuenta sé quedó observandolo, pero de repente lo escucho gritarle, parecía estar bastante furioso.

《Oh.. tal vez está asi porqué no à tenido un dia facil, lo mejor que puedo hacer es sonreírle y transmitirle mi buena energía.》 Penso el joven diácono.

Asi qué le preguntó hamablemente si le podia indicar dondé estába el despacho del sacerdote han, pero el chico del pelo rosado simplement se le quedo mirando si decir nada.

- ¡sunoo olvidaste de entregarme tu telefono!- gritó el sacerdote han quien caminaba en la dirección de los dos jovenes.

-¡Maldicion!- exclamó sunoo al percartarse que viejo sacerdote se à había dado cuenta.

-No deberías maldecir estando en la casa del señor! - Le reclamó el joven diácono sunghoon.

-¡Serás guapo y todo pero te recomiendo qué no te metas en mis asuntos !- le contestó sunoo de malas maneras.

-¡Oh joven sunghoon ya estás aqui!- dijo el padre Han al reconocer el joven diacono.

- ¡ Así es padré lo siento por llegar tarde!

- No te preocupes suele pasar cuándo se viene a séoul en trasporte publico y
Que bueno que estéis à qui los dos asi ya podré presentaros sunoo el es diácono park sunghoon, estarás bajo su cargo, el te llevar y te traerá de vuelta del instituto, supervisará todo el trabajo que hagas y tambien compartireis habitación.
Ahora que todo esta aclarado entregame tu movil y ve a desempacar tus cosas, y usted joven sunghoon puede seguirme al despachó Así podremos placticar con más tranquilidad.- El padré han se puso a caminar hacía su despacho después de casi arrancarle él teléfono de las manos de sunoo ya que no quería entregarlo y lo dejo ahi quejandose.