— Mi perdición —
El diácono sunghoon se puso el albornoz después de ver que estaba completamente desnudo, se habia quedandosebsentado en la cama pensado en todo lo que sucedió ayer si es cierto que fue algo inolvidable lo que sintió al perder su virginidad con sunoo y revelarle él más aterador de sus sentimientos ahora estába asustado por lo que iba a suceder no sabía qué sería de el ya qué habia cruzado la linea del los pecadores, no más bien sé había tirado de cabeza en un mundo dónde nisiquiera sabía cómo funciona, dejando su vocación cómo futuro sacerdote atrás. Tenía miedo de ya no saber quién es ni en quién se convertira
Pero todo éso se fue cuándo vió a sunoo entrar en la habitación con una sonrisa enorme y una bandeja de comida.sólo le bastó mirarlo para darse cuenta que realmente estába enamorado de aquél chico de pelo rosado y que ya nada importaba, preferiría ir al infierno antes de no tener a sunoo a su lado.
—Buenos dias bello durmiente! — dijo sunoo alegrementey dejo la bandeja de comida en la mesa antes de saltar en la cama y darle un beso a sunghoon.
— ¡No! — me tape la boca.
—¿Ahora qué es de día me vas a rechazar de nuebo?— dijo sunoo molestó.
—No, es sólo qué aún no me cepillo los dientes— le contestó sunghoon avergonzado.—Jajaja qué tontito eres, a mi no me importa éso amo cada uno de las aromas que salga de tu cuerpo, a demás te han dicho alguna vez lo sexy qué te vez recién despiertado! —sunoo ya hacia sentado encima del diácono y lo tenía agarado del cuello, empezó a darle besitos por toda la cara y el pecho.
— ¿Fuiste asi a coger el desayuno ?— le preguntó el diácono un poco asombrado hasta molesto que otros hubieran visto las lindas piernas de sunoo, ya que sólo llevaba puesto su camisa.
–Um si, cuándo desperté tenía tanta hambre que sali corriendo a buscar algo de comer, pero no te preocupes no habían mucha gente.
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Mi tentación tiene nombré.
Fiksi PenggemarPark sunghoon sintio la llamada de dios desde que era muy pequeño y gracias a que su tio era sacerdote le mostró cual era el camino para seguir con sus sueños. Ya con 20 años fue trasladado a la iglesia católica de séoul, sólo le quedaba un paco par...