Capítulo Cuatro

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Dos meses tranquilos. El caso de Catalina aún seguía sin culpables y ahora vagamente se toca el tema como mero relleno en los noticieros y matinales televisivos. La vida de todos se ha vuelto más tranquila y también la de Ángela. Luego de lo sucedido, ha estrechado sus relaciones con sus amistades, tanto así que se ha reunido más con Esteban, amigos del barrio, se ha enfocado más en los estudios y ha visitado a Tamara más frecuentemente en el campamento, tratando de ayudarla en lo más posible ante las predicciones sobre lluvias, pero este año ha estado demasiado seco. Pero para compensar aquella falta, la naturaleza se ha encargado de entregar fríos penetrantes y la alta humedad ha hecho más aún intensas las neblinas. A pesar de ello, la gente, sorpresivamente, ha aprendido del fatídico suceso y ya no andan solas en las calles, las fiestas no se detenían, vecinos se ayudaban entre ellos si ven cosas sospechosas en sus alrededores, la municipalidad ha estado ayudando a indigentes para ubicarles en sectores de acogida, apoyados por el plan del gobierno para apalear el golpe que ha dejado el invierno.

En una de esas colectivas solidarias, Ángela se reunió con Tamara y su hermano en una campaña comunal para reunir cualquier tipo de ayuda para el campamento. Planeando una zona estratégica, Ángela le dijo a su amiga que podrán estar juntando mercadería y entre otras cosas en el sector más "acomodado" de la comuna. Del Zarco, que ya es famosa por sus humedales y por estar tan periférico al Gran Santiago, tiene unos cerros que son característicos de la cuenca santiaguina. Uno de estos cerros está en los extremos de la comuna, llamado Las Tinajas. Ahí se edificó, a las faldas de los cerros, un pequeño condominio, que tomó el nombre del cerro. Valle Las Tinajas. No estaban muy alejados de la zona urbana central, pero si al extremo de Los Humedales.

- ¿Y tú crees que será una buena idea ir para allá? Asume que nos mirarán con todo el rechazo existente. - Le dice Tamara, semanas antes, mientras planificaban como iban a hacer esa mega recolección por la comuna.

- Yo creo que es una buena idea. Claro, todo tiene que entrar por la vista. Vamos con la mejor pinta y tú te lanzas que eres una mina profesional y que eres de esfuerzo y todo eso. Así la gente sabrá que no hay maleantes y no es solo gente que le gusta ser pobre no más. Hey, nosotras seremos las que le cambiemos su paradigma. – Comenta Ángela riendo. Si no tuviesen esa confianza entre ellas, Tamara estaría gravemente ofendida. Pero sabe en parte que tiene razón. Tamara lo hace para ayudar a su hermano, que también estará participando en otro lado de la comuna y a sus vecinos, en cual ha visto a través de los años, como muchos han caído a la urgencia por culpa de las bajas temperaturas de este invierno.

- Angi, como es tu idea, tienes que estar con nosotros. Así que no tienes escapatoria. Si es así, iremos para allá. – Concluye Tamara. No muy convencida, pero todo intento de ayuda es necesario.

Se lograron los permisos con la municipalidad, que, haciendo el "máximo apoyo posible", como lo destacaba sarcásticamente Tamara, se logró establecer tres zonas de acopio: una en la Plaza de Armas, otro en un colegio municipal a un par de kilómetros de la plaza y el tercero, en el Valle Las Tinajas. Esta ayuda comunitaria se organizó para un sábado para aprovechar que muchas familias salen a las ferias libres de compras y en donde hay más frecuencia de personas en las calles.

Ángela se estableció en una plazoleta concurrida en el valle junto a Tamara y otros dos vecinos de Los Humedales. Todos iban bien vestidos y presentables. Junto a un toldo y dos mesas plegables, lograron montar una zona para la recolección de la ayuda. Justo aquella plazoleta estaba a pasos de un supermercado, así que la ayuda no demoró en llegar. Ángela llevó un mini parlante en cual puso un compilado de música de The Beatles que ella misma realizó.

- ¿Por qué Los Beatles? – Preguntó Tamara, no logrando entender la conexión de esa música con su causa.

- Porque son buenos. Que otra explicación quieres. – Explica Ángela.

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