Segundo capítulo.
8 meses después.
Empujó con fuerza la piedra que sentía sobre su pecho y que apenas le permitía respirar, trató de sacar el polvillo que se pegaba en sus fosas nasales y escupir lo que tenía en la boca y lo que se había metido en su garganta. Miró a un costado y la mano destrozada de su padre omega fue lo único que pudo ver antes de gritar como loco. Gritó hasta que la garganta se sintió desgarrada, lloró, pidió auxilio.
Se despertó sobresaltado y con el cuerpo aún entumecido, como si aún estuviera bajo las toneladas de rocas que habían caido debido a la explosión. Apenas recordaba algo de ese momento, pero si cerraba los ojos podía ver el rostro sin vida de su padre. Su rescate se había demorado 42 horas de los cuales nos supo cuanto tiempo fue conciente de lo que pasaba a su alrededor. Todo lo que sabía sobre ese momento eran las noticias que había escuchado y los registros que vio en televisión... y el vacío absoluto que la muerte de su padre y su gemelo había dejado en el pecho. Trató de moverse, y el tirón en su brazo izquiero le dio un recordatorio más, una incapacidad de por vida al perder dos dedos, sin hablar de las cientos de cicatrices que se reflejaban a verse al espejo.
-¿Estas bien? -lo llamó su padre alfa al entrar a la habitación, en este tiempo había intentado ser el padre que nunca fue para él- estabas gritando.
-Si -habló a través del dolor que lo oprimía- solo una pesadilla.
Su padre se acercó a la cama, sirvió un vaso de agua de la jarra que permanecía en una pequeña mesa y se la dio junto a una de sus pastillas.
-Tal vez debería descansar un poco más -lo observó mientras tragaba lo que le había suministrado.
-No no -intentó poner mayor énfasis en sus palabras- hoy quiero visitar la tumba de papá y mi hermano.
Algo se apretó aún más, un ruido sordo se posicionó en algún lugar detrás de su nuca. Su papá, la visión de su cuerpo lastimado por los escombros, y su gemelo, ese ser que había sido su otra mitad, que había compartido el espacio vital en el vientre que los llevó, que hasta la explosión había compartido un vínculo invisible pero igualmente real, a él todavía no podía llorarlo como debía.
Se sintió realmente cansado, intentó ser fuerte,pensar con caridad pero la realidad se le escapaba y se fundía con situaciones de un mundo irreal.
-Quiero...quiero... -intentó articular pero el sueño fue llegando como oleadas mientras su padre lo vigilaba- quirr.. papá...
-Shhhh descansa -habló nuevamente- cuando despiertes te sentirás mejor.
"No", quería gritar, quería salir de esa prisión pero apenas podía mover las piernas. No, porque si dormía vería otra vez a su padre muerto, no, porque en el sueño no alcanzaría a su gemelo, llamaría, pediría por él pero tampoco aparecería. No, porque mientras dormía un dolor aún mucho mas grande y profundo se instalaría y al despertar, la melancolía lo consumiría todo y lo llevaría otra vez a la depresión y a más pastillas que lo mantenían atontado.
-Tranquilo -lo escuchó murmurar desde un lugar cercano a la puerta- solo cierra los ojos.
〰️〰️〰️
Miró la lluvia caer desde la ventana sentado en un sillón que le permitía colocar los pies arriba mientras abrazaba sus rodillas. Un trueno lejano rompió el sonido del agua y lo sobresaltó sacándolo del trance en el que se encontraba.
Se sentía atrapado, tan lejos de la vida como el día que despertó del coma al que lo habían inducido los médicos luego del rescate. Intentó que su cerebro dejara de dar vueltas en lo mismo, intentó pensar en otra cosa que no fuera la sensación que lo ahogaba y que le dificultaba cada inhalación, porque si no lo hacía, volvería a tener otro ataque de pánico y le sumarían más medicación a la que ya le suministraban. Odiaba lo que le hacían sentir, la sensación de estar bajo el agua, de moverse lento y sin posibilidad de escapar. Vivía en una jaula, una prisión en la que su mente nunca podía conjugar una imagen con claridad. Habían pasado mas de ocho meses y aún todo le parecía confuso, un agujero negro que cada vez iba comiendo más alrededor.
-Ya te está esperando -anunció su padre desde la puerta. Suspiró, ni siquiera un golpe para anunciarse, la intimidad era algo inexistente luego de la desgracia a la que sobrevivió- está en mi oficina.
Bajó los pies solo enfundada en medias. No se molestó en cambiarse, el pijama era todo lo que necesitaba. Caminó como si fuera a cumplir una sentencia. Intentó dibujar una sonrisa pero sabía que no era mas que una mueca y la piel tirante en su mejilla y cuero cabelludo le recordó que no tenía sentido sonreir.
Se sentó frente a la psicóloga que su padre había contratado cuando se hizo evidente que no podía mejorar por sí solo. A veces solo se dedicaba a mirarla porque no podía poner en palabras lo que sentía.
-Lo sigo viendo... -apretó los dedos entre sí- quiero llegar a mi papá pero no puedo.
-¿Es solo en los sueños? -preguntó con un tono uniforme.
-No -fijó la vista en algun punto detrás de ella- siento que no puedo respirar, las piedras están sobre mi pecho y él está tan cerca...
-¿Otro ataque de pánico?
-No no... -negó haciendo énfasis con la cabeza.
-¿Y a tu hermano?
-Se que es ilógico -no quería volver sobre el tema pero necesitaba decirlo- no lo recuerdo...no puedo verlo allí conmigo.
-Él también murió -dijo con un tono indolente que lo crispó- tal vez si aceptas ese hecho puedas visualizarlo.
-¿Y porqué debería visualizarlo? -dijo elevando la voz- ¿para que quiero verlo muerto igual que a mi padre?
-Porque tal vez de esa forma, todo lo que escapa de tu mente vuelva a ti -habló como si fuera un chiquillo que no entendiera- para eso debes reconocer ese hecho.
-Pero... no puedo... -volvió a decir- él es parte de mi...
-Era parte de ti...
-No entiende -comenzó a alterarse, sentir que volvía a ahogarse.
-Toma aire -le indicó- vamos, respira lentamente.
-No puedo... -hizo lo que le indicó aunque el aire se hacía espeso.
-Saint -habló ella y escuchar su nombre activó un instinto que le decía que debía huir- no lo hagas...
-Lo intento... -la voz era casi un chillido.
-Es entendible -las palabras sonaron suaves pero vacías- era tu gemelo, su vínculo era mayor, pero debes ver las cosas desde la realidad, si no lo haces cada día será peor.
-No creo que pueda ser peor -los ojos se llenaron de lágrimas- porque cuando cierro los ojos veo a mi padre omega sin vida, intento llegar a él, lo llamo y no despierta... ¿Y Pete? A veces siento que yo estoy muerto, que me veo a mi mismo a través de sus ojos, que somos la misma persona y estoy dividido en dos.
-Respira Saint... -le indicó porque era evidente que cada vez le era más difícil- vamos, sigue mi ritmo.
-No puedo -dijo y llevó una mano al pecho- yo estoy muerto.
-No es así -la vio acercarse y posicionarse a su lado- estás aquí, con tu padre alfa, inhala siguiendo mis palabras.
-No no no... -negó y se levantó dispuesto a refugiarse en su habitación aunque la falta de aire comenzaba a afectarle- estoy muerto...
Su cuerpo no resistió mucho mas, segundo después, el pinchazo propio de una aguja se sintió en su brazo y los músculos volvieron a relajarse. Sintió las lágrimas deslizarse sin que pudiera hacer nada, vio a su padre alfa entrando a la oficina y levantarlo para llevarlo nuevamente a su prisión y todo el tiempo la sensación de que nada de esto era real fue lo único en lo que pudo pensar.〰️🖤〰️
Hola! Aquí actualización. Espero que la historia les parezca interesante y le den su apoyo y cariño.
Acuérdense que estoy en instagram, no publico mucho pero a veces hago pequeños adelantos. Usuario Mang-Taeh
Les dejo un beso inmenso. Cuidense.
![](https://img.wattpad.com/cover/279423527-288-k682785.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Retazos de una vida.
Fanfiction"Y nos amamos...como si no hubiera un mañana, como si el mundo pudiera terminar hoy..."