Décimo noveno capítulo.
Sintió las manos apretarse sobre su cintura, había sido interrumpido mientras intentaba levantar la mesa luego de la cena.
-Ya te dije que lo haría yo - los labios arrastrándose por su cuello- no es necesario que lo hagas.
-No me cuesta nada -sonrió producto del escalofrío que le provocaba la cercanía de su alfa- además tu cocinaste y llevaste a Lira.
-Vamos... -empezó a arrastrar las manos por su pecho- podemos hacerlo mas tarde.
-Aeee -suspiró y se apoyó en el mayor- unos segundos.
-Nada de unos segundos -de un movimiento rápido lo dio vuelta, movió las manos a su rostro sosteniéndolo con firmeza- necesito llevarte ahora mismo conmigo.
-¿Estas ansioso? -jugueteó con los botones del cuello de su remera.
-Tal vez un poco -dejó un beso cálido en sus labios- y Lira quedó rendida después de su baño.
-Está bien... -devolvió el beso que pronto dejó de ser tierno para convertirse en demandante y sexy.
No llegaron muy lejos, Ae lo arrastró al pequeño sofá, mañana se aseguraría de cambiar las fundas.Habían pasado siete días desde que volvió a su vida, a su familia, al hombre que amaba, a la hija que adoraba. Los recuerdos fueron llegando como llegan las olas al mar, algunas tan suaves que apenas cambian la marea, otras capaz de mover los cimientos y ser demoledoras. Y en todas las veces, en el llanto y la risa, estaba el alfa a su lado. En la imagen de ellos dos alquilando la pequeña casa, los dos decorando con los pocos muebles que tenían, armando la cuna que sostendría a su bebé, en la sala de parto y Lira en sus brazos apenas siendo un botoncito rosado con una pelusa oscura sobre su cabeza.
Ae lo sostuvo, cada vez que lo recibía en su cuerpo lo sentía como una reivindicación de que estaba vivo, que estaba completo, que era amado.Aceleró el movimiento de sus caderas, se balanceó preso de un frenesí que lo instaba a perseguir un placer que solo el alfa podía prodigarle. El placer fue creciendo a través de su columna, apretando sus omóplatos y descendiendo hasta ubicarse en la parte baja de su espalda y desde allí dispararse a cada rincón de su cuerpo derramándose en un grito angustioso que ahogó en el hombro del mayor. Cuando abrió los ojos, su cuerpo ya estaba acomodado sobre el sofa, siendo limpiado por su pareja.
-Me alegro que haya sido así de intenso -le dijo sobre los labios mientras un paño tibio recorría su intimidad- creo que te desmayaste unos segundos.
-Que vergonzoso...
-No seas tonto -lo reprendió- sería un terrible alfa si no te hiciera desmayar de vez en cuando.
-Eres tan...
-Lo sé y lo amas.
-Lo sé y lo amo -corroboró antes de intentar sentarse.
-Despacio -le susurró antes de tomarlo en brazos- y ahora ya que estas despierto...
-¿Qué?
-Debo asegurarme que estes bien limpio.
-¿Si? -intentó sonar ingenuo porque sabía muy bien lo que venía ahora.
Lo levantó con un movimiento firme y rápido, la ropa olvidada en el pequeño comedor mientras lo llevaba a la ducha, los platos olvidados en la mesa tendrían que ser levantados mucho mas tarde.〰️〰️〰️
El sonido de la cachetada resonó en el ambiente tenso y crispado por las noticias que le dio a Marko. Apretó con fuerza los puños tanto que llegaron a doler las palmas al clavarse las uñas.
-¿Cómo puede ser que ese chiquillo se haya escapado?! -le gritó con furia, el rostro enrojecido y los ojos saltones producto de la bronca- ¡Me dijiste que lo tenías controlado!
-Lo siento señor -trató de sonar convincente- fue un descuido.
-¡Un descuido! -volvió a gritar y esta vez le pegó mas fuerte en la cabeza con la mano abierta- ¡para eso estaba el enfermero!
-Ya lo investigué -afirmó con la mentira saliendo con soltura- él tampoco se dio cuenta de que podía escapar, supongo que encontró la forma de burlar su cuidado.
-Kaoooo -gruñó entre dientes- sabes todo lo que me puede costar.
-Lo encontraré señor...
-¡Ya no me sirve! -caminó hasta el escritorio y lo golpeó con el puño- a esta altura da igual si lo encuentras o no.
-Lo siento.
-Diosessss, dos niños malditamente estúpidos tuve de hijos.
-¿Cómo vas a hacer ahora? -intervino el omega que observaba la escena sentado con despreocupación desde el sofa en el estudio donde había comenzado la discusión- te va a ser difícil mantener el respeto de los demás si no tienes un hijo que ofrecer.
-Cállate -la mirada que le dirigió estaba llena de odio- nadie va a cuestionar mi poder.
-¿Y cómo lo harás? -se mofó sin una pizca de consideración a sus palabras- no tienes opciones.
-Haz silencio -dijo entre dientes- no quiero volver a escucharte.
El omega al final hizo lo que se le pidió, el estado del alfa era el de alguien que está acorralado y sabe que tiene que hacer una última jugada.
-Kao -lo llamó y algo en el tono llegó a alterarlo- voy a darte un nombre, quiero que averigües todo de él.
Lo observó escribir en una tarjeta que le pasó sin decir ni una palabra. Realizó una reverencia y se alejó sin mirar lo que había escrito, tenía una corazonada y de seguro se delataría. Avanzó apresurado a la oficina, desde allí tenía el manejo de la seguridad de Marko. Por años fue construyendo su camino hacia el centro de la organización que el alfa dirigía, minando a cada oportunidad sus movimientos, derribando a cualquiera que pudiera ponerse en el camino que se había trazado hace años. Se había asegurado de borrar cada una de sus huellas, inculpó a los demás guardias de seguridad de los supuestos errores hasta obligar a Marko a poner toda confianza en él.
Miró la tarjeta para luego arrugarla en un puño. Tendría que haber previsto que viéndose superado trataría de encontrar a un sustituto para los gemelos.
No le daría la oportunidad, le había fallado a su hermano, las últimas veces que lo vio ya no quedaba el brillo que alguna vez había irradiado, este malnacido había destrozado su alma y había intentado lo mismo con Saint y Pete.
Trató de borrar de su mente la imagen de Saint herido, de su espalda marcada por los cintazos que su padre le había infligido al ver que estropeaba sus planes. Intentó fallando miserablemente no culparse de la muerte de los dos, si él no se hubiera demorado, mucho tiempo antes habrían sido libres, tal vez ese día no habrían estado en el lugar de la explosión que se llevó sus vidas.
Pero ahora tenía una nueva oportunidad, por lo menos sabía que Pete estaba con su familia y se ocuparía de que muy pronto Marko perdiera todo.Buscó el celular y marcó el número que conocía de memoria, tratando de no caer en la necesidad absurda de perderse en la voz melodiosa del omega.
-Kao...
-Niño -saboreó la palabra en sus labios hasta que la realidad lo golpeo- ¿Hiciste lo que te pedí?
-Si.
-Sólo serán unos días -esperaba que fuera así- quiero que te quedes a resguardo, por ahora es mejor no volver.
-Lo sé -apuntó con la voz cansada- quisiera que fuera distinto.
-Es lo que es -declaró porque las palabras del omega hacían mella en él.
-Lo sé -repitió- pero tal vez...
-Tal vez nada Earth -frenó las palabras que sabía serían dichas- tu eres quien eres y yo soy quien soy.
-No siempre fue así -susurró pero de igual manera llegó a escucharlo.
-Sólo cuídate -frenó cualquier posibilidad de hablar sobre lo que habían vivido.
-Tu también hazlo -escuchó algo similar a un sollozo pero prefirió ignorarlo- avisame cuando todo termine.
-Lo prometo -dijo y cortó la llamada que estaba torturando su cordura. Inspiró con fuerza. Las ganas de tomar un arma y terminar con la vida de Marko se hacía cada vez más fuerte, pero su sentido de venganza exigía que terminara con él de una forma menos rápida, sacándole todo y en el camino arrasando con la red de la que era la cabeza.
Se ubicó frente a la computadora, ingresó a una base de datos donde estaban la información que le había pedido. La madre de Earth. Lo que estaba haciendo era totalmente ilegal pero justificado. Inició una copia de respaldo para restaurarla en el momento que diera fin a Marko y luego comenzó a cambiar las fechas y datos a su conveniencia. Allí también figuraba la información sobre su niño, desde su nacimiento hasta sus estudios. Y lo borró todo, el acceso al sistema policial le dio la oportunidad de eliminar la identidad del pequeño, esfumar el registro de su vida como si no existiera.
Lo sintió raro, injusto y desmedido, pero hace un tiempo había descubierto que ya estaba mas allá de distinguir lo legal de lo ilegal en su necesidad de destruir al alfa.〰️🖤〰️
Hola! Aquí un nuevo capítulo, espero les parezca interesante, ya sabremos todo lo que hay tras Marko. Y más adelante, luego de el final, tengo algo mas pensado para ustedes.
Les dejo un beso inmenso, voy a tratar de volver a actualizar pronto, ya con el final. Saludos y cuídense.
No se olviden de dejar algun comentario si tienen ganas.
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Retazos de una vida.
Fanfic"Y nos amamos...como si no hubiera un mañana, como si el mundo pudiera terminar hoy..."