Ran y Rindo Haitani, ¿Qué se puede decir de ellos que ya no se sepa?
Despiadados, mortíferos, asesinos a sangre fría, torturadores, había matado a tanta personas que era imposible saber a ciencia cierta a cuantos mataron.
Pasaron de ser unos pandilleros a unos mafiosos de temer, siendo altos ejecutivos de Bonten, la peor organización criminal de Japón actualmente.
Pero si había algo que no muchos sabían, era que ambos eran apasionados por el arte.
Su habitación, porque si, ambos dormían en la misma habitación, estaba decorada con cuadros asombrosos, que hasta los museos quisieran tener a toda costa, y tenían una bóveda con muchos cuadros más, algunos eran pinturas originales de cuadros que estaban en museos, los cuales tenían, sin saberlo, las copias, y otras que nunca había sido mostradas al publico.
También, eran pintores aficionados, cuando no estaban en el trabajo o matando gente, estaban pintando en su habitación, llegando a crear obras maravillosas.
Por el bajo mundo, entre aquellos amantes del arte, conocían bien a los Haitani y su interés por las pinturas, por lo que cuando se realizaban una subasta de arte o una exposición, era normal invitarlos, ya que daban buena paga por las obras.
Por eso no se extrañaron cuando les llego una invitación a una exposición de arte exclusiva para el bajo mundo.
Y por supuesto, aceptaron.
Ran y Rindo entraron al lugar donde se llevaría a cabo la exposición, las paredes, columnas, techo y suelo eran de mármol negro, tenia forma de T, a lo que me refiero era que había un gran pasillo y luego se abría para dar paso a sillones y un escenario, lugar donde se venderían los cuadros expuestos, en el techo colgaban muchas lamparas tipo araña que desprendían una luz amarillenta, en algunos lugares había mujeres con trajes negros provocativos bailando de forma lenta, meseros iban de un lugar a otro con charolas de plata llevando copas y bocadillos, en las paredes se podía ver miles de cuadros de diferentes tamaños, con diferentes colores y temáticas, enmarcados en marcos de color oro.
Ran: -vamos por la pared izquierda primero- le dijo a su hermano que asintió
Pasaron por los demás hombres que habían venido a la exposición, junto a sus guardaespaldas, ocasionalmente saludando alguno de los invitados que eran conocidos, por así decirlo, por verse frecuentemente en ese tipo de eventos.
Vieron lo cuadros, eran hermosos, realistas, y trasmitían muchos sentimientos, paisajes, flores, personas, temática abstracta, frutas, animales, soledad, tristeza, felicidad, avaricia, lujuria, pereza, codicia, gula, ira, envidia.
Rindo: -todos son muy buenos- dijo maravillado por las obras de arte mostradas -¿De que pintor serán?-
Ran: -no tengo idea, pero lo vamos a averiguar- le dijo con una pequeña sonrisa
Todos fueron llamados a la zona de los sillones, que eran de color negro con las patas doradas, ambos hermanos se sentaron en uno lo suficientemente grande para ambos, con sus guardaespaldas detrás de ellos.
Ya todos sentados, mujeres con trajes negros provocativos y antifaces pasaron entregando los típicos carteles que se ven en las subastas, Ran tomo uno y Rindo rechazo el suyo, ellos iban juntos, solo necesitaban uno.
De repente las luces del lugar se atenuaron y el escenario se ilumino, donde se vio a un hombre de traje y antifaz, estaba en un podio.
Hombre: -sean todos bienvenidos a esta subasta, esperamos que su estadía hubiera sido grata, a continuación, vamos a subastar estas preciosas obras de arte exclusiva y únicas en el mundo, que fueron creadas todas en su totalidad por Tsubasa Kajiwara-
Cuando los hermanos escucharon el nombre del artista sonrieron, Ran miro a uno de sus guardaespaldas y este entendió.
Rápidamente el hombre saco su teléfono y comenzó a hacer llamadas.
Tsubasa Kajiwara acababa de llamar la atención de los hermanos más peligrosos de Japón.
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Nuestro pintor [Hermanos Haitani x Oc male] [Completada]
RomanceRan y Rindo Haitani, aparte de altos mandos de una de las mafias más poderosas de Japón, eran amantes de la pintura y pintores aficionados, ¿Cómo fue que terminaron así? nadie sabe. Un día les llegaba una invitación a una exposición de arte exclusiv...