"Our love is Unconditional"

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Justin's POV:

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza que martilleaba mi sien. La luz entraba por la ventana empeorando mi migraña. Me sentía cómo una mierda, todo daba vueltas a mi alrededor y unas ganas de vomitar inmensas me invadieron. Quizás ayer me había pasado con el tequila. Giré mi cuerpo para quedarme de espaldas a la luz. Allí estaba, completamente despeinada, con la boca entreabierta y los ojos cerrados. Era tan guapa al natural... Aparté el cabello de s cara para apreciar mejor su belleza, pero al hacerlo rocé su piel y ella se despertó.

-¿Qué tal la resaca?- preguntó sonriendo mientras se desperezaba.

-Las he tenido peores.- dije acariciando su mejilla.

-No debiste haber bebido tanto.- Selena se levantó de la cama dejándome ver sus delgadas piernas bajo mi camiseta.

-No debimos.- la corregí.- Han sido cuatro botellas y no me las he bebido yo sólo.

-Tienes razón.- dijo enfudandose en sus vaqueros.

-¿A dónde vas?

-A mi casa. Gracias por dejarme dormir aquí.

Me senté en la cama y la observé. Se había dado la vuelta para quitarse la camiseta. Reí. Parecía que no la había visto desnuda nunca antes.

-No podía dejar que conducieras en tu estado. ¿Por qué no te quedas a desayunar conmigo?- traté de no parecer desesperado, pero no me apetecía estar solo.

Selena se sentó en la cama y rió. Me golpeó con una de las almohadas y yo me lancé sobre ella haciéndole cosquillas, sabía lo mucho qe las odiaba. Comenzó a reír a carcajadas.

-Justin, por favor, para.- suplicaba.- Ten piedad, prometo no volver a pegarte.- continuó.- Por favor.

Me separé de ella pero esta vez fue Selena quien se arrojó sobre mí para torturarme de la misma manera que lo había hecho yo con ella. Sus manos recorrían mi cuerpo haciéndome reir. Me estaba quedando sin respiración.

-Para...- supliqué casi sin aliento.

Ella se separó de mi sonriendo.

-Lo echaba de menos.- dijo triste mirando hacia el colchón. Sacudió la cabeza y me miró.- Justin, duchate mientras hago el desayuno. Después podemos hacer un maratón de películas.- sonrió como una niña peqeña. Había entendido que no quería que se fuera.

-Está bien.

Llegué a la cocina y vi a Selena preparando la masa de las tortitas mientras movía las caderas. Sentí el impulso de abrazarla y oler su cabello. Ella y Destiny eran las únicas que conseguían que me sintiese en casa estuviese donde estuviese. Habían sido mis dos grandes amores y no podía seguir lastimándolas. No se lo merecían.

-Bonitas vistas.- dije riendo.

-¡Joder Justin, me has asustado!- exclamó.

-Lo siento, no era mi intención.- me acerqué a ella y besé su mejilla.

Desayunamos casi en silencio. Todo rastro de resaca deapareció, tambié me sentía mejor anímicamente. Selena siempre sabía animarme.

-Este fin de semana Destiny va a venir a Los Ángeles.- dijo sentándose en el sofá con un bol de palomitas en la mano.

Mi corazón dejó de latir. Saber qué ella estaría en la mísma ciudad que yo y que no podría verla, besarla, abrazarla, decirle que la amo... me mataba, pero me tenía que mantener fuerte. Era mi decisión, la más madura que había tomado nunca. Ella no se merecía todo lo que venía conmigo. Era más espina que rosa y ella se merecía violetas.

Real. V2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora