Real. V2

El Lago

"DESTINY EVANS SE LANZA AL CANTO.
Cuando parecía que conocíamos todo sobre el nuevo capricho de Justin Bieber, la joven de Chicago nos sorprende mostrándonos una faceta a la que eramos totalmente ajenos.
La pareja ha grabado una colaboración de forma casera. Fuentes cercanas a ellos informan que se ha grabado en el estudio de Destiny con la intención de que la canción sonase auténtica y personal. La misma fuente nos informa de que la pareja está más unida que nunca.
Recordemos que hace dos días los paparazzis tomaron unas instantáneas del cantante yendo a recoger a Destiny al aeropuerto a la vuelta de su viaje a México, en el que acompañó a Selena Gomez, la ex del canadiense. Podemos afirmar que la relación que mantienen estos tres adolescentes es, como poco, curiosa.
Otra fuente nos informa de que en realidad la letra de la canción ha sido escrita por Justin inspirado en su relación con la ex estrella Disney.
(...)"

-Buenos días, ¿tienes hambre?- preguntó Justin entrando en la cocina con únicamente un pantalón de chándal cubriendo su cuerpo.- Oh, has visto la prensa. ¿Qué dicen sobre la canción?- en su rostro se dibujaba una sonrisa de emoción.

-Sobre la canción realmente no dicen mucho, sólo que he sorprendido al mundo, pero no aclaran si lo he hecho para bien o para mal...- hizo una mueca y se sentó frente a mí.

La cocina era amplia con una barra blanca en medio. Toda la casa estaba diseñada rigiéndose por una concepción abierta, apenas había puertas en la planta inferior. Únicamente en el baño y en la habitación donde se guardaba todo lo relacionado con la limpieza. El salón estaba rodeado por puertas de cristal que dirigían al amplio y hermoso jardín. Era bastante irónico que las puertas fuesen de cristal teniendo en cuenta la afición de Justin por chocarse contra ellas.

- Destiny, ¿qué te parece si hoy quedamos con Alfredo?- preguntó con la vista clavada en el móvil, esperando a que su café con leche se calentase en el microondas.

-Por mí perfecto, hace siglos que no lo veo.

-Ha estado ocupado con la gira de Ariana...- dio la vuelta a la barra y se colocó detrás de mi, rodeando mi cintura conbsus brazos.- y tú has estado ocupada en mi cama,- comenzó a besar mi cuello y bajó hastai clavícula.- y en mi cocina, y en mi sofá...

-Oh Dios, siento interrumpir.- Justin me soltó y se apoyó contra la barra. Yo giré para observar a quien había entrado. Hailey.

-Buenos días Hailey. ¿Qué haces aquí?- Justin parecía incómodo, pero ella sonreía.

-Vengo a por la ropa que me dejé la otra noche.- un cubo de agua fría cayó sobre mí. Miré a Justin confusa, rogándole una explicación, pero él no apartaba la vista de la muchacha rubia que nos miraba sonriendo.- No me miréis así, eran mis bragas favoritas.

-Mira en el cuarto de la colada.- dijo en un susurro apenas audible.

Vi como se introducía en la habitación moviendo el culo, y entonces los celos se hicieron más presentes, pero no dije nada. Me levanté de la silla y recogí mi taza metiéndola en el lavavajillas. Tranquila y pausadamente subí las escaleras y entré en la habitación. Me senté en la cama y revisé mi teléfono móvil. Una llamada perdida de Selena y otra de Taylor.

-¿Selena?- pregunté cuando descolgaron al otro lado de la línea.

-¡Destiny! ¿Qué tal estás? He escuchado Nothing Like Us y es perfecta.- parecía feliz y emocionada, aunque no sabía si fiarme, ese era su trabajo, era actriz.

-Muchas gracias Selena, todo bien, ¿tú?

-Todo perfecto, escucha, Taylor quiere que le compongas una canción, por eso te ha llamado.

-La llamaré más tarde, ahora mismo no puedo hablar, lo siento.- me disculpé.

-¿Estás segura de que sstá todo bien?- preguntó preocupada.

-Si, ya sabes, Justin siendo Justin y una modelo rubia buscando sus bragas en mi casa.- dije tratando de quitarle importancia.

-¿Tu casa? Bueno, ya me explicarás por Skype. Y con Justin ya sabes, paciencia. Adiós, te quiero.

Tras salir de mi larga ducha relajante me vestí con unos leggins rápidamente y me peine con una coleta alta. No entendía por qué Justin no había subido para hablar conmigo, ya llevabq una hora encerrada esta habitación y el portón aún no había sonado, así que Hailey seguía en casa. Cogí los auriculares que estaban sobre mi mesilla y los coloqué en mis oídos. Bajé las escaleras. Justin y Hailey estaban sentados en el sofá hablando. No les dirigí ni una mirada y salí de la casa.

El patio trasero daba paso a un pequeño bosque privado en el que había un diminuto lago artificial donde a veces nos bañabamos, principalmente porque allí era imposible que los paparazzis sacasen fotografías. Adoraba ir a ahí por las noches, ahora era por la mañana pero serviría igual. Caminé durante unos 15 minutos y cuando llegué frente a esas aguas cristalinas dejé caer mi ropa al suelo y me introduje en el lago.

Llevaba unos 25 minutos nadando y buceando cuando sentí unos brazos rodear mi cintura.

-Estás muy sexy bañándote desnuda.- la voz ronca de Justin acarició mi oído.

-Seguro que Hailey estaría mucho más sexy.- apretó su agarre al escuchar mis palabras.

-Eso es lo que querría ella que opinase.- mordió mi hombro provocando que un leve gemido se escapase de mis labios.- Pero me pone cuando estás celosa.- sus manos bajaron por mi cintura. Sentí sus dedos jugar con mi cuerpo.- Relájate, no te enfades conmigo.- ya no estaba enfadada con él, siquiera recordaba por qué debía estarlo, sólo quería sentirlo dentro de mí, fundiéndonos en uno.-Eso es, déjate llevar. Dios, me encanta cuando gimes así.- no me había dado cuenta de que estaba gimiendo, ni de que me había girado, quedando así frente a él con sus dedos introducidos en mí. Besé su pecho y clavé mis uñas en su espalda al sentir la primera oleada de placer recorrer mi columna, poniéndome la piel de gallina.- Eres mía y yo tuyo, nunca lo olvides.- gemí desesperadamente en una agonía de placer, quería decirle que lo amaba, pero era incapaz de articular ni una sola palabra. Únicamente gemidos y jadeos salían de mi boca. Estaba al borde, podía sentir la electricidad en mi cuerpo mientras su boca recorría mi piel.- Te amo, Destiny.- un gran grito se escapó de mi garganta y me dejé ir.- Vámonos a casa, Des.- asentí agotada y dejé que me cargara hasta la orilla.