Ciudad de Yeilow - Viernes 12 de Febrero
Hotel Glace
Dentro de oficina de director general, el hombre gestionaba la contabilidad de aquel primer bimestre.
¿Por qué hacerlo él si tenía a alguien designado para dicha labor? Simple respuesta para esa interrogante, no quería que se cometiera error alguno.
Confiaba en todos sus empleados, pero cuando se trataba o tenía relación con el dinero... era demasiado minucioso en ese ámbito, tanto que si fuera por él, no necesitaría contador, lo que llevaba a preguntarse, ¿Por qué no despedía al contador?
— Drew, hijo — saludó animada la mujer que acababa de ingresar sin permiso — ¡Adivina lo que hice por ti!
— Lo que sea que hayas hecho, no creo que sea bueno... al menos no para mí — apartó la mirada del ordenador.
— Te conseguí una cita para mañana.
He ahí su respuesta.
Buscar excusas con sus empleados para evitar a su madre y toda la ridiculez de las citas a ciegas para encontrarle una pareja, era el mejor escape creíble que podía encontrar.
— Ya hemos hablado de esto, madre. No me interesa conseguir novia. Cancela esa cita, no planeo asistir.
Su madre parpadeó dos veces, sus ojos se cristalizaron y sus labios empezaron a temblar.
— Como puedes ser tan cruel conmigo — sacó un pañuelo de su cartera, ya preparado por si recibía una negativa como respuesta — yo que me esfuerzo con único propósito de querer tu bien... porque quiero que seas feliz, y porque yo también deseo ser feliz...
Aquí vamos de nuevo...
— Ahórrate tus lágrimas falsas, madre. No funcionará, tu chantaje emocional dejó de funcionar hace tantos años.
La mujer al escuchar esas palabras dejó de lado su actuación para cruzarse de brazos y fruncir el entrecejo en modo de fastidio.
— De acuerdo, no chantaje emocional, pero al menos dime que asistiras a la cita.
— No.
— ¡Piensa en mí por si quiera una vez! En tu padre, en tu abuelo.
— ¿Qué tienen que ver mi padre y mi abuelo con que querer que acepte asistir a una cita a ciegas?
— ¡Tiene mucho que ver! ¿Acaso sabes el daño que nos ocasiona saber que eres un adicto al trabajo y que nuestra probabilidad de ser abuelos sea cuando estemos un paso a la tumba? No nos queda mucho tiempo.
— Contradigo dicho comentario. Tú y papá apenas cumplirán los cuarenta años; se conservan bien para su edad. Tienen la apariencia de cuando tenían treinta años.
— ¡Entonces piensa en tu abuelo! ¿No crees que es un cruel crimen dejarlo esperando, viendo como pasan los años mientras sus conocidos ven crecer a sus bisnietos? Él tiene la ilusión de que en algún momento, su único nieto, en este caso tú, algún día le dará el bisnieto que tanto anhela conocer antes de que nos deje para siempre.
— Mi abuelo puede vivir más, llegó a los sesenta y tiene la energía de un adolescente, ¿Has visto lo feliz que es cuando va al paracaidismo?
— Es porque se ve obligado a buscar alguna actividad que lo entretenga. En cambio, si tuviera una criatura con quien pasar el tiempo, no arriesgaría su vida con dichos deportes extremos. Imagina que en una de esas actividades le de un paro cardiaco.
— Tuvo una excelente vida. Vivió mejor que nadie. Lo extrañaremos. Yo más — dijo manteniendo su semblante neutro, pero se burlaba en sus adentros; quería ver hasta dónde era capaz de llegar su madre con su pequeño drama.
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LO NUESTRO ES CONVENIENCIA
FanfictionAl cumplir los treinta años, a las mujeres se les considera solteronas. No todo mundo hace caso a ese tipo de estereotipo, cuatro amigas en especial, o es lo que se repiten cada vez y hacen creer a su cabeza... Por diferentes motivos, reciben presi...