Capítulo 09

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Sábado 20 de Febrero – Hotel Glace

Cada supervisor a cargo de un área de la agencia de eventos redecoraba su nuevo espacio de trabajo. Habían sido cuatro inauguantables horas desde inicio de la mañana para llevar a cabo la mudanza de su antes agencia a sus nuevas oficinas dentro del hotel Glace.

— ¡Terminé! — May miró satisfecha su nueva oficina — ahora lo que me falta es... — su estómago gruñó — Oh, sí. Eso es lo que me falta.

— May — Dawn llamó asomándose en la puerta — ¿Vamos a almorzar juntas? Casi es medio día. ¿O piensas quedarte un poco más?

— Acabo de terminar de ordenar todo. Vayamos al buffet, me estoy muriendo de hambre.

Caminaron hacia el elevador, subieron al décimo piso y se dirigieron al área de comida libre en el lado sur.

— Este hotel es precioso — dijo Dawn tras sentarse en una mesa al aire libre — Debe ser precioso ver el atardecer desde aquí... Tiene sus ventajas estar cerca de una playa. Jamás en mi vida creí llegar a pisar un lugar como este.

— Yo tampoco lo creí — May probó un bocado de su comida — ese contrato de fusión fue sorpresivo. Cuéntame, tras inicio de tu primera semana, ¿Cómo te sientes? ¿Te acostumbras?

— Sinceramente, el primer día... bueno, tú sabes cómo resultó.. — divertida May negó, ahora le hacía gracia recordarlo. De entre los posibles malos comienzos de trabajo que hasta ahora había visto por parte de sus subordinados, el suyo era sin duda, el más memorable, si es que así podría decirse — esta semana no ha estado mal, aunque ponerme al día con el trabajo de tu coordinadora anterior... déjame decirte que ha sido todo un reto.

— Con respecto al avance del trabajo de mi anterior coordinadora... ¿Cuándo se dará la primera fiesta?

— Este 03 de Marzo. Faltan doce días — bebió su jugo.

— No pareces estar alterada — ladeó la cabeza — es muy poco tiempo, y más si tienes citas con otras clientas.

— Lo sé. Estoy acostumbrada a trabajar bajo presión — cogió una porción de su comida — Mi anterior empleo ayudó en cierto modo a mejorar mis habilidades. Desde que me diste información de las clientas, dediqué la semana a examinar expedientes de primeras tres señoritas cuyas fiestas harán la primera semana del mes. También reconfirmé con los proveedores la utilería, el buffet y todo lo demás.

— Tal parece no debo preocuparme por ti. Te estás adaptando bien.

— Sí, hasta ahora estoy bien... salvo por cierto tío de una jovencita.

— ¿El mismo sujeto de la otra vez? — ella asintió — déjalo de lado. Le estás prestando mucha atención a algo sin importancia. Él no será la primera ni última persona que conozcas con esa misma personalidad.

— Lo sé. Lo sé. Es que... no comprendo porqué tiene que acompañarla él. ¿En dónde están su madre y padre? ¿O acaso...?

— Sí tiene padres — adelanto a decir al ver por donde iba la interrogante — Es lo que alcancé a leer en la solicitud que enviaron.

— ¿Entonces...?

— La vida de nuestros clientes no nos incumbe. Sus razones han de tener para no presentarse con la niña.

— Supongo que tienes razón...

— ¿Por qué tomas tanta importancia al tío de la niña?

— Serán los quince años de la niña... — May hizo un ademán con la mano para proseguir con la explicación ya que ella no entendía del todo — hasta donde sé, ese momento debe compartirse con sus padres. Quince años es edad especial. Está dando paso próximo a convertirse en una señorita. ¡Además de que él no ayuda en nada! Se queda ahí de pie en un extremo mirando su celular como si la niña tuviera imagen exacta de cómo quisiera que fuese su fiesta cuando no la tiene. Si sus padres estuvieran en su lugar, seguro hubiesen tenido una idea. Pero no, fui yo quien dio la idea. Tuve suerte de que le gustara.

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