Pov Drew
No recordaba la última vez que salí en una cita.. A excepción de esa última a la que fui obligado a asistir y conocí a May por error. El resto... únicamente recuerdo sus rostros. Si entablamos conversación o hablamos de algo...
No recuerdo...
Tal vez porque ninguna causó ni pizca de interés e impresión a mi persona o simplemente no merecían que yo les prestase atención.
Sin embargo, ahora... en esta cita... mi primera cita con quien llegaría ser mi esposa, era crucial. El conocernos uno al otro sería un pilar fundamental en nuestra próxima convivencia de vida de casados.
En sugerencia de May, como primer destino, asistimos a un restaurante a dos manzanas de su apartamento.
— Mientras esperamos a que cocine la carne, hablemos de nosotros — inició conversación — Tú primero. Que sea lo más relevante de tu vida.
— Mejor hablemos sobre ti — insistí — Mi vida puede describirse en pocas palabras, y creo que puedes hacer una deducción de cómo cuando era joven.
— B-bueno, entonces, veamos... acerca de mí... Mi vida... mi vida... mi vida.. — Al pronunciar esas dos palabras me percaté que le pesaba hablar sobre sí. — ¿Algo en específico que quisieras saber?
— ¿Que tal ibas en la escuela?
(Y empezamos con el pie izquierdo...)
(En fin, no creo deba avergonzarme, la escuela no ha de importar pues ahora tengo una agencia famosa servidora para las más grandes élites de la sociedad...)
(A menos que sea uno de esos tipos a quien les importe la excelencia desde un principio...)
(¡Odio a los de esa clase!)
(Da igual, tenemos un acuerdo y no puede echarse para atrás, ¿O sí?)
(No todo puede llegar a ser perfecto en su burbuja)
— Sinceramente, no era la estudiante más destacada que había, apenas y lograba obtener buenas calificaciones.
— ¿No destacabas ni en una sola materia?
(Ay no, sí es de esos sujetos)
— Me gustaban algunas materias, pero jamás llegué a sobresalir en ellas, solo sacar buenas notas.
— ¿Qué me dices de la Universidad?
(¿Por qué elabora preguntas difíciles?)
— N-no... no fui a la universidad... — respondió mirando hacia otro lado al mismo tiempo que rascaba su mejilla. ¿Se avergonzaba de no tener estudios superiores? — ¡Pero sí estudié en un instituto! — Me equivoqué — Estudié diseño de interiores. Y el negocio de los eventos lo aprendí de mi madre.
— ¿No te especializaste en nada y aún así conseguiste construir una de las agencias de eventos más grandes de la ciudad... mejor dicho, del País? Me sorprendes.
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LO NUESTRO ES CONVENIENCIA
FanficAl cumplir los treinta años, a las mujeres se les considera solteronas. No todo mundo hace caso a ese tipo de estereotipo, cuatro amigas en especial, o es lo que se repiten cada vez y hacen creer a su cabeza... Por diferentes motivos, reciben presi...