EL FIN

Capítulo 4 Sin Confiar

Correspondí al saludo.
-Soy Kira.-dije y solté su mano, las demás imitaron mi gesto.

-Y.....¿estás solo aquí?.-Pregunto, espero que me responda.

-No.-me contestó frío.-Bueno, tengo aquí a ocho familias en el pisó de arriba.-Caminó hasta el elevador y nosotras lo seguímos.

-Oh, entiendo.-le respondí, sus intenciones parecen buenas hasta ahora.

-Y qué me dicen de ustedes.-nos miró.

-Veníamos de la Preparatoria Amsterdam.-contestó Abby sin que yo pudiera detenerla.

-Amsterdam ¿eh?, esa escuela es demasiado cara......bueno según yo.-apretó el botón de segundo piso y se cerraron las puertas.

-Sí, de hecho somos ricas.-avisó Viri y rápidamente le di un codazo en las costillas por lo bajo tratando de que no dijera una sola palabra más, se le olvida que estamos con un completo extraño y no ligando.

Se volteó minuciosamente y nos miro por varios segundos, entonces comenze a asustarme.
-Espera.....-se acercó a Vivian y esta dio unos pequeños pasos hacía atrás apesar de lo pequeño que era el elevador.-Yo te conozco, eres la hija de Will Smith.-sonrió y nos relajamos.

-Sí.-le dijo Vivian y comenzamos a reír.

-Eh visto todas las películas de tú papá, soy su fan, es un gran sujeto.-rió y las puertas se abrieron.

-Hehe, pues gracias yo lo quiero mucho.-Habló Vivian mientras salíamos del elevador. Por un momento pensé que nos haría algo.

-Oigan alguien viene.-avisé viendo como un tipo se nos acercaba.

-¿Quiénes son Colín?.-gritó desde el otro lado muy fuerte, parece que no le importa hacer ruido.

-Son unas chicas que solo vinieron por ropa.-le respondió y este alzó una ceja.

-¿Ropa? Haha, que gracioso.-rió.

-Chicas, él es Abram, Abram chicas.-nos presentó e igual estrechamos las manos.

-Llevalas a las tiendas que encuentres y después regresalas sanas y salvas a su auto.-le ordenó Colín y este sin decir nada obedeció. No hace falta pensar mucho para descubrir que Colín es el líder de este lugar.

-Chicas aquí derecho esta la primer tienda, pueden entrar y escoger.-señaló hacia adelante.

-Gracias.-le respondí y el se alejó, aunque Colín le dijo que se quedará. No es que tenga miedo ni nada de eso pero en un lugar tan grande como este, se puede llegar a meter una de esas cosas.

-Wow, esta tienda es hermosa, tiene ropa increíble.-Dijo Viridiana mientras tomaba un pantalón de mezclilla.

-Oigan no lleven ropa reveladora, no olviden que nos pueden morder, necesitamos ropa cómoda.-Todas asintieron.

Después comenzamos a reír como si fuera uno de esos días perfectos en los que salíamos a disfrutar de nuestra juventud totalmente rebeldes, pero.....eso es seguro que no volverá a pasar. Cogimos toda la ropa que pudimos y salimos de ahí.

-Señoritas....-nos interrumpió Abram que raramente salió de algún lado.

-Hola Abram.-le saludó Abby.

-Las llevaré a la salida.-nos informó y nos dirigimos hacía el elevador.

-Oh, no, no, por aquí es mejor.-me detuvo y señaló las escaleras de emergencia.

-Pero mi auto esta en el estacionamiento.-le indiqué pero el hizo caso omiso y abrió la puerta dejando ver escaleras oscuras y vacías.

-Sí, pero por aca es más seguro.-insistió y nos miramos extrañas.
El se despidió.

-Bien chicas ahora.......vamos a ver con que se defienden.-nos aventó hacía adentro y cerró rápidamente la puerta por fuera.

-¡¡¡Alto!!! ¿¡Que se supone que haces!? No estamos jugando idiota.-le grite y golpee la puerta.

-¡¡¡Abram!!!.-le gritamos todas y seguimos tratando de hayar la manera de volverla a abrir, tratamos y tratamos pero fue inútil.
Como no pudimos hacer mucho al respecto nos vimos obligadas a bajar por las escaleras para poder salir.

-Kira espera, que tal si nos dejo aquí porque abajo hay zombies.-me pregunto Paullete.

-Ó probablemente nos dejó aquí porque el idiota de Colín le dijo sobre nosotras y sobre ser ricas.-caminó de lado a lado del cuarto Viridiana con ansiedad en su rostro.

-Escuchen, no podremos saber a menos que averigüemos a donde lleva esto.-les dije y comencé a bajar escalón por escalón, muy lentamente.-¡Oh cielos! ¡Retirada! ¡Retirada!.-subí lo más rápido que podía agradeciendo que en la tienda elegí los tenis más cómodos y correctos. Venían como cinco zombies de tras de mí.

-¡Corran!.-les volví a gritar haciendo que en vez de bajar subiéramos las escaleras, algo que no nos ayudaba en nada.

-¡Ahhggr!.-gruñian los pálidos que intentaban llegar a nosotras. No eran los más rápidos pero seguramente si nos confiabamos terminariamos igual que ellos.

-¡Ya no puedo más! ¡Son muchas escaleras!.-grito Abby con el poco aire que le quedaba y era comprensible pues parecía que los escalones no tenían fin.

-Vamos chicas apuesto a que ya falta poco.-seguí subiendo hasta que me tope con una puerta la abrí y ahí estaba....la bendita azotea.-¡Vamos! ¡Vamos!.-esperé a que todas salieran y la cerré.

-¡Kira!.-me gritó apaniqueada Abby mirando hacía la puerta.

-¿¡Que pasa!?.-Le respondí bloqueando la puerta.

-¡¡Vivian no está abre la maldita puerta!.-me ordenó y me maldije por dentro, estúpidos nervios que no me dejaron ver todo claro.
La abrí y mágicamente ya no habían zombies.

-¿¡Vivian!?.-grité escuchando la respuesta de mí propio eco.
Me comencé a asustar y cuando bajabamos nuevamente las escaleras escuchamos un grito y cuatro disparos.

-¡¡¡Vivian!!!.-gritamos todas aún más fuerte y bajabamos más rápido hasta que la vi en una esquina con la pistola en mano y a los zombies alrededor en el suelo.-¡¡¡Vivian!!!.-Corrí y la abraze muy fuerte.-Perdóname por no ver que no estabas, fui una imbécil.-me disculpe sollozando.

Ella estaba en shock pero cuando se tranquilizó me habló-No fue tu culpa fue mía, se me había caído mi bolso y cuando lo quise agarrar la correa se había atorado con el barandal, despues me dio miedo y ya no pude seguir.-se limpió las lágrimas y nos miró.

-¡Que que! ¿¡Vivian!? !Pudiste haber muerto! No podías arriesgarte por un estúpido bolso mujer.-la regañó Abby mientras la abrazaba.

-No fue el bolso lo que me hizo regresar.....fue lo que traía dentro.-le respondió con la voz entrecortada. Fue hacía su bolso, lo abrió y de el saco tres fotografías.

-Una es de mís padres, otra es de nosotras el verano pasado en la playa y la última es de mi hermana.-sollozo mientras mostraba entre sus manos las fotos.

Me conmovió y la abrazamos aún más fuerte.
-Nos asustarse.-le dijo Viridiana con tono triste mientras se unía al abrazo.

-No se que aríamos sin tí.-le dijo Paullete igualmente en el abrazó.

-Yo también las quiero.-sonrió.
Cuando nos decidimos continuar recordamos que cada una traía una pistola y entonces nos podríamos defender de los posibles zombies. Bajamos con todas las precauciones posibles, unas cubrían las espaldas de las otras. No paso mucho cuando vimos por lo menos a quince zombies en la planta baja pero no fueron problema, eran demasiado lentos y casi no se dieron cuenta de que estábamos ahí.

-Dios quiera que no hayan saqueado mí auto.-rogue en voz alta cuando porfin llegamos al estacionamiento.

-Ojalá.-suspiró Paullete.
Revisamos el perímetro pero no había nadie a la vista, fuimos directo al auto y agradecí infinitamente que el coche haya estado como lo dejé.

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