Capítulo 5 Sorpresa

137 16 1
                                    

Sin pensar nos metimos en el auto y cerramos con seguro.
-Estúpida gente hipócrita!.-grité mientras me abrochaba el cinturón.

-Tenías razón, ese hombre era un imbécil.-me dijo Vivian.
Arranqué el auto y baje un poco la ventana, necesitaba aire después de haber corrido una gran distancia.

-¡¡Hey!!.-escuché gritar a Abram y mire por el espejo, venía persiguiendo el auto jaja pobre idiota.
Saque mi brazo por la ventana y alzé el dedo de enmedio de mi mano mandándolo muy lejos.
Mis amigas rieron bajo al igual que yo.

-Vamos de vuelta a la colonia.-les dije y giré el volante para salir a las calles de la ciudad.

-Kira tengo hambre, no hemos comido desde ayer.-me dijo Paullete y yo le dí la razón, es cierto habíamos estado moviéndonos por todos lados sin preocuparnos en nosotras mismas.

-Prometo que cuando lleguemos preparare un omellete de queso, ¿les parece?.-Pregunté intentando animarles un poco.

-¡Calla ya! Que tengo hambre.-me reprochó Viridiana.
Estábamos llegando al puente pero a medida que nos acercabamos yo podía ver un impedimento en el paso, pero no estaba segura de que era lo que habia ahí.

-Chicas.....algo pasa, ya no podemos salir de la ciudad.-les avisé y  miraron hacía el puente.
Pare el auto unos cuantos metros antes de llegar a lo que parecían vallas gigantes de acero. Planeaba bajar a ver si podía quitarlas pero algo no me daba buena espina, eso no estaba cuando entramos.

-¿Porque no bajas?.-me pregunto Abby, pero yo seguía pensando.

-No, esperen retrocedere.-Arranque de nuevo el auto, puse en reversa y pise. Pero miré por el retrovisor y vi a una Jeep que venía hacía nosotras rápidamente.

-¡Mierda es Abran seguramente!.-grité tratando de hacerme a un lado acelerando pero fue inútil.
Todo fue muy rápido, solo sentí un impacto y luego un pitido en mi oído muy agudo, todo estaba de cabeza y podía sentir como sangre escurria de mi cabeza y bajaba por mi frente. Parpadee muchas veces pero mi vista se nublaba más y más, traté de hablar pero si lo intentaba todo dolía, vidrios en el suelo y sangre entre los asientos no podía entender nada hasta que ya no pude más y perdí la conciencia.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Abrí los ojos lentamente, podía ver lámparas en el techo con una luz muy débil que me causaba jaqueca, voltee a los lados aún desorientada tratando de hayarme.
Tragué saliva e intenté levantarme.-¡Ahh!.-grité cuando senti un profundo dolor el el vientre.

-Oye, no hagas esfuerzo.-me reprochó una voz masculina y me regresó a la cama poniéndo sus cálidas manos sobre mis hombros.
Forze mi vista hasta que lo pude ver, era un chico cabello color negro, unos 20 años, chaqueta azul y rostro amigable.

-Tú ¿qui-quién eres?, ¿dónde estoy? ¿Que pasó?.-dije con voz entrecortada. Me alarme al recordar todo.

-Hey tranquila, tranquila, apenas llevas un día de recuperación no corras.-se burló y me recosto, pero ¿como no iba a ponerme así? Si no tengo ni idea de donde estoy.

-Dime donde estoy.-insistí impotente. Me siento muy, muy mal.

-Mira calmate......te lo explicaré porque lo mereces. Nos habían atacado apenas en la mañana unos tipos que venían de las colonias, estaban desesperados por quitarnos las provisiones, dispararon y rompieron cosas, pero nosotros los superabamos en número así que pudimos con ellos, después de eso mi padre decidió no dejar entrar a nadie a menos que viéramos que venían con buenas intenciones.-pauso un momento y yo lo escuchaba atenta a pesar de que el dolor me desconcentraba un poco.-Luego pusimos esas vallas y las estuvimos vigilando en caso de que alguien quisiera entrar. Recorrimos la ciudad pero parecía que solo lo que había eran zombies, entonces las vimos a ustedes intentando salir, les gritamos que pararán pero no nos hicieron caso.- Interrumpí.

EL FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora