Capítulo 26 La Isla

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Llevo una hora en el bote, aún no tengo hambre, pero si sed. De todas formas me aguanto, estoy dispuesta a agotar mis subministros de agua y comida hasta que esté apuntó de morir.
Tanto tiempo aquí me hace pensar mucho en todo, me imagino a Sheyn despertando y leyendo mi carta, su cara de angustia, su pensamiento de querer buscarme y finalmente saliendo a buscar el bote que no está.

No debí de haberlo hecho, pero no me dejaron alternativa, ojalá hubieran aceptado a venir. Me siento tan sola aquí, ya comienzo a ver la isla pero aún falta como media hora para tocar tierra me imagino yo.

~~~~~~

Pasada la media hora noto que la isla ya se acerca lo bastante para ver que esta llena de selva y descartó mi anterior suposición de que llegaría en esa media hora.
El sol a sido tapado por las grandes nubes de tormenta y comienzo a sentir frío, no traje abrigo, ni suéter.
A sí que opto por abrir una de las latas de sopa que hay y tomó un trago de agua. Se siente tan bien, es como si me regresará el alma al cuerpo.

Ahora que estoy llena y lista para bajar me ánimo a tomar los remos para ir más rápido.
Cuando doy el cuarto empujón comienzo a escuchar voces pero la niebla no me deja ver nada, empiezo a preocuparme un poco pero guardo la calma.

La niebla es densa, oigo voces de todo tipo pero no puedo ver a nadie. Estoy casi segura de que tocaré tierra en cualquier momento.
De un momento a otro mi remo izquierdo golpea con algo enorme tirandolo al agua, miro hacía arriba y es increíble lo que veo.

Un barco enorme de metal a cinco centímetros de mi pequeño e indefenso bote, pude haber chocado, alcanzó a escuchar como cruje y se tambalea pero......
-Hey jefe, veo algo ahí abajo. Creo...creo que es un bote.-Por fin logró escuchar una voz claramente. El chico logró verme.

-¿Como dices?, ¿Hay alguien abordó?-Una segunda voz más gruesa se une y mi pequeño bote sigue avanzando muy lento a lado de éste gigante, atrapado por la niebla.

-No-No logró ver bien señor.-Escucho de nuevo y me voy alejando más sin que yo quiera.

-Ya sabes que si es puro lo quiero de inmediato......¡Activen las luces!-Gritá y me apaniqueo en seguida.
Todo pasa tan rápido, tomó mi mochila y ya estoy en el agua, trató de sacar rápidamente el aire para hundirme y que no me vean.

La luz llega hacia el bote que se va alejando lentamente y yo a un metro de profundidad viendo como las burbujas salen de mi boca y me quedo sin aire pero la luz sigue ahí hasta que en el momento en que estoy por ahogarme la luz se apaga y salgo disparada a la superficie.

El agua está helada, comienzo a nadar lento, sin hacer ruido alguno, con la cabeza peligrosamente fuera del agua hasta que algo debajo de mis pies se vuelve duro.
La suave arena se solidifica a cada pasó que doy.
Y al salir completamente corro hacia unos arbustos y me escondo de los hombres marineros que cargan cajas y cajas de sepa Dios que sea.

Miro arriba y noto que la montaña de la isla es una cueva por donde entran todos con las cajas de color rojo y azul.
Mis dientes empiezan a tiritar de frío y yo a temblar. No entiendo como está parte de New Castle es tan fría.

Abro mi mochila y sale una cascada de agua, todo se ha mojado, las latas, mi ropa y mi celular que ya está más muerto que nada.
Necesito un lugar adentro para secarme aunque sea poquito. Y no puedo pedirle a nadie ayuda, no debo de confiar en nadie.

-Lleva las agujas a la bodega y el líquido al calentador. Recuerda, palanca roja encendido, grado 1 tibio y grado 2 caliente.-me toman por sorpresa dos tipos que están parados a unos centímetros de los arbustos. Uno lleva tres cajas rojas y una azul.

-Si entendido, la clave para la bodega era 1678....¿o?......

-Sí, sí era esa. Ahora Muévete ya, que el jefe nos matará si no volvemos rápido.-El barbudo le da un golpe en la nuca y éste sólo camina en forma de negación.-¡No querrás convertirte en una de esas cosas verdad!.-le grita y se ríen juntos.

¡Por Dios es cierto! En la isla ellos crean a los zombies, no puede ser, quién sería tan maldito para hacer esto. No puedo imaginarmelo, debe de ser alguien con mucho poder, alguien sin corazón y alguien muy idiota también.

Veo que el tipo con las cajas se aleja y me toma un minuto decidir si seguirlo o quedarme aquí, así que ya estoy sigilosamente detrás de él cuidando cada paso que doy y por si acaso sacó el arma de mano que traía. Un poco mojada pero servirá.

Pasan algunos minutos hasta que el tipo llega a una puerta enorme, teclea los números y entra, deja las cajas azules y a las rojas camina a la siguiente puerta en donde también las deja. Yo me escondo en la esquina esperando a que se vaya, cuando lo hace yo corro a la segunda puerta y entró.

Un calor abrasador me recibe, cierro la puerta tras de mi y veo como hay muchos hornos con las cajas rojas adentro.
Antes de sentarme en el suelo voy de nuevo a la puerta y la cierro con seguro por si alguien quiere entrar. Me quito la chamarra y disfruto de lo tibio que está el lugar.

Pasa al rededor de media hora cuando mi ropa está seca al igual que yo así que decidí dormir un poco. Cuando llevo 10 minutos un forcejeo en la puerta me despierta y tomó mi mochila y mi arma, la mano me tiembla.
-¡Hey! ¿Hay alguien aquí?-el tipo continúa tratando de abrir. Pero si no le abro irá por más gente, así que decido golpearlo con la esperanza de que caiga inconciente.

Con cuidado me acerco a la puerta y la abro, el tipo con cajas me mira. Antes de que pueda hacer otra cosa mi puño da directo en su quijada.
Cae, pero no se desmaya ni nada parecido.
-¡Maldita mujer!.....

Vuelvo a pegarle un buen golpe y está vez cae inconsiente....espero.
Lo rodeó y corro afuera con mi mochila y mi arma en la mano.

Cada que hay una esquina me detengo a mirar si viene alguien por seguridad y por suerte no me encuentro con nadie, sólo con un elevador. Entró y veo que hay 7 pisos marcados, cuando las puertas se cierran tecleo el 4 por ninguna razón sólo sé que es mi número de la suerte.

Comienza a bajar y se detiene, estoy sudando a más no poder.
Se abren las puertas y una mujer con una bata blanca se sorprende al verme.
-¿Pero que rayos......?

Mi puño vuelve a golpearla en el pómulo derecho y está vez me duele mucho, creo que me he torcido la muñeca.
Ella cae medio cuerpo dentro del elevador y medio fuera, los papeles que traía en la mano se caen junto con una libreta. Agarró todo, lo aviento, sujeto sus piernas y la volteó para que quede ahí dentro, pulso cerrar y listo.

Vuelvo a tomar los papeles para poder leerlos, sean lo que sean.

EL FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora