Capítulo 24 El pasado de Leo

7 2 0
                                    

A la mañana siguiente por alguna razón intento hayar más pistas que me permitan ver si la historia de Mary es real. ¿Quién dice que no es una psicópata? Por ahora estoy sentada en la mesita de madera con un mapa del estado y imaginando la trayectoria que su bote pudo haber recorrido.

-Distancia.....marea.....¿Que se yo de mareas? Esto es inútil.-pienso en voz alta y suelto el marcador rojo que tengo en la mano.

-¿Que es inútil?-entra Sheyn dejando una caña en el suelo y mirando el mapa que tengo en la mesa.
Es obvio que fue a pescar, pero como no veo que traiga con él algún pez, quiere decir que no atrapó nada.

-Pues....trato de..."recrear" el trayecto de Mary en el bote pero es absurdo.-me inclino en la silla.

Sheyn me mira y luego se agacha para ver el mapa y analizarlo. Se tarda un rato pero a fin de cuentas me da un poco la razón.

-Bueno, ibas bien. Sólo que te falto que las corrientes aquí son un problema. El bote de Mary no pudo haber llegado por éste lado.-tacha con marcador mi línea y hace una nueva iniciando por el otro lado.-Si no por éste.

-¡Genial!...porque mejor tu no te quedas a ver como llegó y yo iré a pescar.-le doy unas palmadas en la espalda y recojo la caña.

-¿Qué?, espera y para que queremos saber esto.

Lo pienso por un momento, ya sabía que era lo que quería pero decírselo sería como hecharle más leña al fuego.
-Pues..ya sabes...para saber de donde vino.-concluyo rápido, agarro la caña y salgo de la cabaña.

El sol de medio día me da directo en la cara mientras camino por la ardiente arena. Puedo ver como Jack y Noah se patean la arena entre ellos y no les digo nada. Quiero decir, ¿que podría decirles? Sólo que sigan así, se están divirtiendo y me agrada que se distraigan lo más que puedan.
Avanzo más hacia la otra cabaña y veo a Leo que está afilando un pedazo de bambu o lo que sea.

-¡Kira!-me grita en cuanto me ve, pero yo sigo mi camino hasta que me alcanza.

-¿A dónde vas?-pregunta pero se contesta sola cuando ve la caña.-Genial, iré contigo.

No me opongo, Leo es un gran pescador y casi no hablo con él, su compañía siempre es buena.
Al llegar al mar nos subimos al vote y navegamos hasta una distancia considerable, estamos encima de un arrecife, es perfecto.

Colocamos un poco de plancton y hundimos la cuerda.

Ésta muy callado, creo que debería romper el hielo.
-Y Leo....¿Que me cuentas de tu pasado?.-parece que la pregunta le cae como balde de agua fría, al principio mira al mar pero luego a mi.

-Pues, yo....no soy de aquí. Soy de Italia, vine a unas vacaciones con.....con......-y me mira como si decirlo fuera un peligro.

-¿Con quién? Leo, si no quieres hablar o es difícil para ti no tienes que hacerlo....yo..., sólo quería romper el hielo.-me disculpo, había olvidado que hablar de pasados sólo era revivir lo que extrañas, pero también es de lo único que hay para hablar en éste lugar.

Respira profundo y me sonríe-No, no, ésta bien. Sólo que hace dos meses que no le cuento esto a nadie y necesito hacerlo.-baja la cabeza.

-Si hazlo, yo no te juzgaré ni nada, sólo estamos charlando.

-Claro.....bueno, vine aquí, como ya dije a unas vacaciones....con mi novio.-dice y yo abro los ojos, no tenía idea de que Leo fuera gay, nunca lo imaginé. Pero me alegra que lo diga.

-¿En serio? ¡Es increíble!-exclamo entusiasmada, pero no veo ningún gesto de su parte hasta que me vuelvo a la seriedad y me doy cuenta de que ése chico con el que debería de estar...no lo está.

EL FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora