Capítulo 21 Infectados Raros

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Nadie hablaba, todos estábamos boquiabiertos al ver como miles de zombies caminaban hacía el mar y se adentraban en él, parecían poseídos por el agua. Ni siquiera notaban que estábamos ahí.

-Pero....¿que rayos?.-dijo Leo mientras bajaba su arma.

-¿Que hacen?, porque....se meten al agua....-caminé un poco y Sheyn me detuvo.

-Alto, aún no sabemos que pueda pasar si nos ven., Esto es tan raro, vamos sigan caminando despacio.-ordenó y todos fuimos detrás de él sin quitarle la vista a los zombies que parecían que querían ahogarse.

-Ahí.-señaló Noah-Ese Hotel parece vacío.
Todos miramos y nos dimos cuenta que ningún zombie salía de ahí ni entraban.

-Buena idea, vamos. Pero no sé distraigan, quiero que todos vean por dónde caminan.-Ordene y fui al frente.
Cientos de ellos se dirigían al mar, no tenían ojos para otra cosa. Eso explica porque en ésta semana no habíamos tenido ataques en la cabaña, todos estaban aquí.

Después de tanta cautela y nervios llegamos al primer hotel que era inmenzo y cerramos la puerta principal por si acaso.

-De acuerdo, éste es el plan. Venimos por provisiones, quiero que nos dividamos en tres y dos, Noah, Sheyn y yo iremos a las habitaciones a buscar ropa y lo que sirva. Leo y Jack irán a la cocina, llevense todo lo que sirva.-expliqué y me sentí genial, parecía que estaba haciendo un gran trabajo.

Todos asintieron y nos separamos, tomando todas las precauciones debidas.
Subimos las escaleras y nos dirigimos puerta por puerta. Jack me enseñó a patear la puerta y apuntar al mismo tiempo para cuidar mi frente.

Recorrimos el primer piso sin problema, encontrando varias prendas de uso que había en maletas olvidadas.
El problema fue cuando llegamos al segundo piso, cientos de maletas bloqueaban las escaleras.

-¿Que hacemos?, ¿Las tiramos?-pregunto Sheyn hechando una mirada.

-Sí, supongo. Vamos los tres juntos....una, dos....¡tres!-tiramos las que pudimos y apuntamos de inmediato, pero todo estaba solitario, así que subimos.

-Vamos Noah, no te atraces.-seguimos subiendo.

El segundo piso se veía extrañamente muy ordenado y la primer puerta marcada con el número "35" estaba cerrada con llave.
Tomé vuelo para patearla.....

-¡Ahhh!-Noah gritó y Sheyn y yo volteamos para atrás alarmados.

-De acuerdo, de acuerdo, bajen las armas.-Nos dijo un señor de tez morena que sostenía una pistola sobre la cabeza de Noah.

-Bien, relajate.-Alzamos las manos y pusimos los cuchillos en el piso.-Sueltalo.

-Quietos...... ¡Muchachos!.-gritó y sentimos por detrás nuestro como varias armas eran cargadas y colocadas en nuestras nucas. Éste lugar no estaba sólo, era demasiado bueno para ser verdad.

-Sujetenlos.-ordenó el hombre y los tipos nos tomaron de los brazos para después amarrarnos las manos.

Mi corazón comenzo a latir de una manera alarmante, nunca debimos venir. Son muchos los que viven aquí.

Nos llevaron a una sala grande que era como un teatro y nos sentaron en unas sillas en el escenario.
Luego de unos minutos trajeron a Jack y a Leo e hicieron lo mismo con ellos.

-Bien, les vamos a hacer algunas preguntas. Si no responden con sinceridad no hablaremos, la pistola lo hará.-avisó mientras caminaba frente a nosotros, de un lado a otro.-¿Quiénes más están con ustedes?.

-Na...Nadie, sólo nosotros.-contestó Sheyn.

-Que acabó de decir, no quiero mentiras.-advirtió con tono firme.

EL FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora