Capítulo 7 Me sé cuidar

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Llevo en la habitación media hora caminando por todos lados y Dalton no aparece por ningún lado, no sé si salirme ó obedecer y esperar a que él vuelva.
Vuelvo a mirar por la ventana, hay zombies al rededor golpeando las ventanas, eso es algo preocupante si hablamos de la resistencia en ellas, ¿que tal si se llegasen a romper?, creo que no podríamos escapar.

Los disparos vuelven pero está vez están en la calle, me asomo un poco más para ver de que se trata.

-¡Es Dalton!.-sonrió de volverlo a ver. Se ve tan valiente, tan fuerte, tan........dispuesto a todo.

Por lo que veo no está solo hay un chico de tes morena cubriendo su espalda.
-¡Dalton son muchos de éste lado, ayúdame!.-escucho gritar al chico.

-No puedo estoy ocupado.-le contesta frío y sigue disparando.

-¡Dalton! Es en serio.-intenta disparar el chico pero la pistola ya no tiene balas, la tira al suelo y se apega más de espaldas con Dalton, me invade la desesperacion y la impotencia de no poder hacer nada.

-¡Dalton! Porfavor.-le suplica pero éste sigue en lo suyo.

-Dalt....aaahh.-Es tarde le acaban de morder una pierna y ahora el siguiente es el, me cubro mi boca con las manos, es terrible lo que acaba de pasar.

-¡Diablos! Tengo que ayudarlo.-pienso en voz alta mientras me hecho las manos a mi cabello.
Desesperada comienzo a buscar en la habitación algún arma hasta que debajo de mi cama encuentro una pesada y grande algo polvorienta.

La sacudo, me dirijó a la ventana, apunto hacía los zombies y por suerte está cargada.
Fijo la mira y disparo a la cabeza de esas cosas. No tengo tiempo de mirar la reacción de Dalton pero estoy segura que está sorprendido, ¿ahora quién es el que no se sabe cuidar?.

Terminé con todos ellos y miré hacía abajo para saber como estaba Dalton.
Me está mirando fijamente y yo a él, pero ¿está sonriendo? ¿Eso es una sonrisa? Sí sí es una sonrisa, supongo que esa es su manera de agradecermelo.

Lo veo entrar de nuevo al edificio y suelto un pequeño suspiro, cre...creo que me estoy enamorando.
Me siento en la cama mirando la puerta, quiero que él entre y me pida de rodillas perdón por lo que dijo sobre míi, se qué otras hubieran pensado 《Quiero que entre y me de un abrazo》ó 《Espero que me bese

Pero en verdad necesitó que se retracte de lo que dijo, que me dejé de ver como débil, yo lo salvé y merezco que lo reconozca.
La puerta se abre bruscamente y me encuentro con su mirada tan penetrante como siempre.

Estoy apunto de gritarle que se disculpe pero el me roba la palabra con un abrazo silencioso.
Definitivamente podía esperar muchas reacciones de él, menos está.

Mis manos tardan en responderle al abrazo vagando por su espalda hasta sujetarlo bien y disfrutar de ese momento.
-Kira.......-se separa de mí y me mira.-Yo.....lamento mucho lo que te dije, es obvio que te juzgue mal.-me mantiene la mirada.

-Bueno.....te tardaste, ahora.......¿quién es la damicela en peligro?.-Me burlo y sonrió.

-Haha esta bien lo admito, eres grandiosa, gracias por salvarme.-me mira serio.

Por un momento el tiempo se para, solo estamos él y yo mirándonos fijamente sin decir nada.
Él se inclina hacía mí y pasa su mano por mi mejilla y hace que me de un escalofrío por la espalda.

-Dalton tu padre.......-Nos interrumpe la chica pelirroja de la otra vez entrando en la habitación.

Dalton vuelve a la tierra y voltea a ver a la chica.-Sí, ya voy Tara.-se acomoda un poco su chaqueta y me voltea a ver una vez más.-No tardo, debe de ser algo importante.-se despide y sale por la puerta, pero la chica se queda.

-Oh pero miren quién es, la entrometida.-se burla y cruza los brazos mientras se recarga en la puerta.

-¿En serio? Yo no oí que tocaras la puerta.-se la devuelvo y ella borra la sonrisa que tenía hace unos instantes.
Se pone más seria y se acerca.-Escucha.....

-Tara, vamos.-la interrumpe Dalton entrando de nuevo.
Ella suspira y sale por la puerta detrás de él.

Bueno apuesto a que solo se hace la fuerte pero por dentro debe de ser una cobarde, siempre pasa éso con el tipo de personas como ella, no me sorprende.
Salgo de la habitación, voy a ver a Viri y a las demás para ver como están.

-¿Puedo pasar?.-tocó y asomo mi cabeza.

-¿Kira? Sí claro pasa.-me ordena y cierro la puerta tras de mí.

-¿Estoy interrumpiendo algo?.-le pregunto al verla hablando con un chico que está sentado a lado de ella.

-No, no, solo......estábamos platicando, ya sabes cosas de amigos.-ríe.

-Soy Alejandro.-se levanta y me saluda muy educado.

-Kira.-le respondo de igual manera.-Saben chicos, los veo luego iré a comer algo.-me despido y salgo.

No quiero interrumpir, apuesto a que la están pasando muy bien sería mal de mi parte quedarme.
Bajé por las escaleras y di vuelta para ir al comedor, casi no había gente pero tampoco estaba vacío. Parece que las cosas por fin se calmaron.

Me serví algo de huevo con pan y leche, era lo que se veía más apetecible.
Me senté en la primer mesa que vi desocupada, nunca había comido sola así que seguramente me aburrire.

-¡Kira!.-me gritó Paullete y Abby mientras caminaban hacía la mesa.

-Hola chicas.-las saludé y tomaron asiento.

-¿Porque tan sola?.-me pregunto Abby.

-Amm no lo sé pero si quieren pueden sentarse, no me valdría mal.-les sugerí.

-Oh, lo siento solo vinimos por el desayuno de Vivian, pero ven acompañanos.-sonrió Pau.

Yo negué con la cabeza-Estoy bien, las vere en la tardé.-les sonreí y ellas aceptaron.
Volví a la soledad y a mí comida.

Sentí una mano que vagaba por mi espalda y luego lo vi tomar asiento.

Le sonreí.-¿Para que te quería tu padre?.-le pregunté con toda confianza, de hecho ya sentía que lo conocía.

-Mmmmm, cosas del edificio no importa.-divagó y le tomó a mi vaso de leche.

-¡Hey!.-le di un golpecito a su hombro y rió.

-Haha, lo siento.-se limpió.

-Oye respondeme una cosa.-le dije.-¿Porque no ayudaste a tu amigo allá abajo?.-le pregunté pero él parecía sin ganas de responder.

-Se me acaban las balas, no podía gastarmelas en él.-dijo serio pero ya sin mirarme a los ojos.

-Murió ahí y no le hiciste caso, era obvio que lo podías ayudar.- Lo contradije.

-Si lo hubiera hecho, ninguno abría sobrevivido.-desvío su mirada al techo.

-Ah ¿sí? y......¿sí hubiera sido yo?.

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