Una flor para un demonio (BrightWin)

[15] 𝐒𝐄 𝐌𝐈 𝐍𝐎𝐕𝐈𝐎, 𝐌𝐄𝐓𝐀𝐖𝐈𝐍

— Después de años y años vagando e ignorándome, creo que finalmente es momento de que vuelva a casa. Pero luego escucho que está en la mansión de Vachirawit y que está en la tierra... ¡No importa! No puedo esperar más ¡Voy a la tierra!

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— Oye... WinWin... Pareces estar de mal humor ¿Qué pasa? — al menor se le notaba la mala cara y no brillaba para nada, todo lo contrario a lo que solía ser.

— Vi a P'Tu saliendo de la habitación de P'Bright esta mañana — su voz salió suave y molesta. Abulto su mejilla.

— Te dije que no salieras de tu habitación, pero no hiciste caso, entonces ¿Cuál es exactamente el problema? — Bright le habló sin despegar la vista de su libro.

— ¿Y tú crees que por decirle que se quede en su habitación él lo hará? Me extraña araña... — Mew comentó un poco bajo.

— ¡Es un gran problema! — Metawin gritó de repente — ¡Yo también quiero dormir contigo! ¡No es justo que solo P'Tu pueda! — aunque las palabras se pudieran malinterpretar por todo aquel ser de mente sucia, Win pronunció tales enunciados con tanta pureza e inocencia que parecía desprender una luz celestial.

— ¡Aaah! ¡Que brillante! ¡Cuánta inocencia! — Mew cubrió sus ojos fingiendo estar cegado por esa luz invisible — ¡Bright! ¡Duerme con él! — pidió casi como un favor.

— Ehh... — Metawin se paró frente a él con pequeñas lágrimas en sus ojos. Bright lo miró y pensó un poco — en tres años, estará bien que durmamos juntos — dijo con una sonrisa burlona.

Mew se alarmó y el aire se atoró en sus pulmones. Él mismo le había dicho que se acostara con el niño, pero no en ese sentido que Bright le había dado ahora con el tono del comentario ¿En tres años? En tres años Win tendría 18 ¿Qué clase de insinuación era esa?

— ¿Eeehh? ¿Tanto? — reclamó el castaño.

— WinWin ¡No debes! ¡Él es el gran rey de los pervertidos! — le advirtió el peliplateado.

— Fue una broma, no lo tomen en serio tontos — dijo despreocupado.

%$# ¡¡CRASH!! %$#

Los tres miraron la ventana que estaba tras Bright, había sido rota. Gulf llegó corriendo por el estruendo.

— ¿Qué fue eso? ¿Un ladrón? — Suppasit entrecerró los ojos, el polvo levantado no dejaba ver bien, hasta que se dispersó y una figura alada y femenina se lograba distinguir de a poco — ¡Hjj! — el susto por lo que logró reconocer se atoró en su garganta.

— Cuanto valor para llamarme ladrón, Mew — la expresión de la mujer se tornaba seria.

— Cuanto... tiempo... — trató de no parecer nervioso al saludarla. Tragó saliva, ya que no había salido bien — ...Samantha...

— Mew Suppasit... han sido tantos años... — la tristeza inundó sus facciones. Corrió hacia él y le saltó encima para abrazarlo — ¡Te eché de menos! — dijo dulcemente.

— Obviamente yo también te extrañé — ¿Había gotera o Mew sudaba mucho?

— ¿Qué significa esto y qué clase de comportamiento es este? — Bright señaló su ventana rota — eres peor que un ladrón.