Una flor para un demonio (BrightWin)

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— Todos... Escúchenme... — Bright se levantó del sillón una vez que todos estaban más cómodos luego de lo sucedido — Les causé muchos problemas, lo siento — los presentes se miraron entre ellos — Y... aprecio su ayuda — se giró rápidamente para irse.

— ¡¡¿Qué?!! — dijeron al unísono.

— ¡¡Bright se disculpó con nosotros!! — Gulf abrió los ojos como platos.

— ¡¡Nos agradeció!! — Sami traía la boca abierta y su mano en el pecho.

— ¡¡Soy muy joven para que llegue el fin del mundo!! — Mew cubrió su rostro exagerando.

— ¡Qué molestos! — suspiró el azabache mientras se alejaba.

— ¡Espera, P'Bai! — Metawin lo alcanzó, sosteniéndolo del brazo — ¿A dónde vas? — Bright volteó a verlo — No... No vayas, no vayas a ningún otro lugar — puso una mirada triste, mientras se sonrojaba ante la petición.

El corazón de Bright latió fuerte y zafó su agarre bruscamente.

— Idiota... — susurró cubriendo parte de su rostro con el brazo — Solo iba a cambiarme, estás exagerando — se volteó para que Metawin no notará el color que su rostro había tomado.

— Oh... ¿P'Bai?

— Y-Y regresa a la normalidad ¡Esto es desagradable! — siguió su camino.

— Bueno... Pero me pregunto cuándo será eso — Bright frenó de golpe provocando un sonido irritante con sus zapatos y luego volteó.

— ¿Cómo creciste? ¿Con la poción? Solo durará una hora.

— Eeh... No, el Señor rey demonio hizo un chasquido con sus dedos y ¡PUF! Crecí — explicó con sus manos.

— ¡AY, ESE VIEJO!

— ¿Mmm?

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— Oh, querido, tenemos un problema — Mew habló una vez que Metawin y Bright volvieron a la sala, para que este último comentara lo que el primero mencionó.

— ¿Cuál es el problema? — el castaño estaba sentado junto a Bright, aferrado a su brazo. Peligrosamente cerca para el demonio.

— Metawin, vete para allá — señaló la punta del sillón.

— ¿Eeeehhh? — se quejó.

— ¡PARA ESE LADO! — obedeció.

Sé que al llegar a casa nos abrazamos, pero ahora que mis sentidos han regresado, es definitivamente imposible, sí, imposible.
El Metawin adulto hace que mi corazón zumbe y no se pueda calmar. Es algo que no puedo soportar y es más fuerte que yo.

— Como decía, Metawin, ahora estás en tu forma adulta pero no por una poción, sino por un hechizo. Y en esencia, el único que puede liberarlo, es quien lo puso. Si fuese un hechizó común, Bright o yo podríamos deshacerlo, pero se trata de un hechizo del rey de los demonios, así que, en otras palabras, para regresarte a la normalidad, tendríamos que pedirle al rey súper sádico que lo libere — Metawin tragó aire, asustado.

— P-Pero tuvimos tantos problemas para escapar del Señor rey demonio...

— Con razón el viejo no envió a nadie tras nosotros... — Bright se levantó — Vamos, Metawin.