— ¡P'Bright, tenemos problemas! — Win entró a su habitación, como de costumbre, sin tocar. Se subió sobre la espalda de Vachirawit. Normalmente dormía boca abajo.
— ¿Qué pasa? Es muy temprano ¿Ya estás mejor? — su voz sonaba rasposa.
— ¡¡Si!! Pero lo más importante ¡tenemos problemas! ¡Es el señor gato!
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— Estaba persiguiendo una flor que salió volando de la ventana y saltó a esa rama — Metawin le explicaba a Bright mientras señalaba al gato sobre el árbol — Y ahora no puede bajar — dijo con tristeza, mas Bright observaba incrédulo ¿Este era el problema que "tenían"?
— Ciertamente es estúpido.
— ¿Puedes salvarlo?
— No bromees ¿Por qué tendría que hacerlo?
— Está bien, yo lo haré — Sami se ofreció, Bright bufó.
— BIEN, IRÉ YO — El azabache se adelantó. Win lo había ido a buscar a él para que lo hiciera, a él, no a Samantha — Pero no volveré a hacer esto otra vez — Extendió sus alas y voló hasta la punta del árbol. Se acercó al gato y lo miró enfermo. Lo tomó de la piel y lo alzó. Metawin lo miraba desde abajo, totalmente encantado con el accionar del demonio. Realmente lo amaba.
Lo siguió con la mirada hasta que aterrizó frente a él y le arrojó al animal. Win lo atrapó — Esto es para agradecer por la flor de anoche.
— ¿Flor? — el castañito estaba confundido. Bright no se lo había dicho a él, sino al gato. Se retiró dejando a Win confundido.
— No puedo creer que Bright haya salvado al gato — Samantha comentó anonadada.
— ¿Ves, Sami? — Metawin realmente estaba muy contento y orgulloso — P'Bai es amable ¿verdad?
— Esto es raro... Él no era así... — dijo más para ella que para el niño. Metawin la miró pensante, sonrió y salió corriendo para alcanzar a Bright y caminó a su lado con una sonrisa.
— Oye, no te acerques a mí con esa cosa en brazos.
Sí lo pienso, fue cuando el gato negro llegó a la mansión que el desastre comenzó.
Bright despertó al sentir un olor que conocía muy bien. Se sentó en la cama alarmado.
— ¿Qué es esto? Es como si oliera a gato — el simple olor lo descomponía — ¿Es mi imaginación? Pero más importante, siento la presencia de otro demonio — llevó una mano a su cabeza — ¿Y que es esta incomodidad? — logró sentir en ella algo triangular, suave y flexible. A demás, sentía cada toque que le daba a esa protuberancia, como si fuera una extensión de sí mismo — ¿Eh?
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Una flor para un demonio (BrightWin)
Fiksi PenggemarHace varios años, el demonio Bright Vachirawit decidió abandonar su reino en el infierno e ir a vivir al mundo humano para matar el tiempo. Un tiempo después, frente a la puerta de su mansión, encontró a un bebé abandonado y llevado por un capricho...