[45] 𝐕𝐀𝐌𝐎𝐒 𝐀 𝐂𝐀𝐒𝐀𝐑𝐍𝐎𝐒

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Cuando Metawin despertó, se encontró a Bright durmiendo plácidamente, con su rostro demasiado cerca y sus respiraciones chocando.

R-Regresaste a casa P'Bai... — susurró.

Se sentó avergonzado y observó su mano. Está tenía una cortada que aún no sanaba. Era lógico que una herida causada por algo espiritualmente puro tardará en sanar para un demonio. Y todo seguía siendo su culpa.

Metawin lloró, despertando con eso a Bright, quien estiró su mano hasta llegar a la mejilla del castaño y así llamando su atención.

¿Qué pasa Win? ¿Otra vez llorando? — se burló.

¡Perdón P'Bai! ¡Hice que te lastimaras! — sollozó con la cabeza gacha.

¿Eh? ¿Algo como esto? Sanará, no te preocupes. A mi solo me importa que estes bien — dijo con calma. Metawin alzó la vista hacia él, la mirada que Bright le daba era tan dulce que podría morir ahí mismo y sabía que moriría feliz.

No se detienen
Están fluyendo y no se detienen.

... Te amo — colocó su mano sobre la de Bright que estaba en su mejilla — Win te ama, Bai. Te amo muchísimo.

Bright se apoyó sobre su brazo y sonrió — Sí, lo sé.

No, P'Bai.
Bright, date cuenta, por favor.

No. No de esa forma... — apretó su agarre.

¿Win? — su sonrisa se esfumo al ver a Metawin en ese estado y notando que comenzaba a temblar.

P'Bright, Win te a-

¡Buenos días, Bright! — De la nada, Nevi cayó sobre Bright, sacándole un jadeo de dolor.

¡Khun Bright! ¡La señorita Nevi está aquí para verlo! — Gulf entró rápido al cuarto.

SÍ, YA ME DI CUENTA.

S-Señorita... — Win se había corrido hasta el borde de la cama para no ser aplastado por la mujer demonio.

Oh, perdón por interrumpir, pero oí que finalmente Bright aceptó.

PIERDETE, SAL DE ENCIMA.

¿Aceptó qué? — Gulf curioseó.

Ah... Olvidé decírtelo anoche... — sonó despreocupado — ...Voy a casarme con ella.

Si el corazón de Metawin se había roto aquella vez que los vio besarse, ahora mismo, aquellos pedacitos se rompían en nuevos pedazos.

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¡¿Cómo que vas a casarte?! — Mew llenó la sala con toda su voz.

Sí, con ella — La castaña se pegó a su brazo cual garrapata — ¿Qué tanto les sorprende? Después de todo, estábamos comprometidos.

¡Sí! ¿Pero por qué justo ahora? — Acaso no se dio cuenta de lo perdidamente enamorado que estaba Metawin ¡El estúpido sería el último en enterarse!

¿P-Pero y Metawin? — Samantha habló desviando la mirada hacia el menor, quien estaba con la mirada totalmente perdida y observando algún punto en el suelo.

Pues, justamente esa es la condición que el viejo me puso.

¿Eh?

"Si aceptas, dejaré de meterme con el pequeño Metawin" eso fue lo que dijo. Debía casarme con Nevi inmidiitiminti — sonó algo molesto — Así que, acepté.

Una flor para un demonio (BrightWin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora