🎴Treinta y siete

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Capítulo 37: Obediente.

Capítulo 37: Obediente

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       Era bien sabido por todos que pronto la guerra contra la Toman comenzaría, es por eso que los altos mandos tuvieron algunas reuniones para planear y armar varias estrategias de batalla para poder tener una victoria absoluta. Los hermanos Haitani se aburrieron de tanta charla, por eso fueron los primeros en irse para buscar diversión en torturar gente o seguir buscando a la misteriosa chica ruda que jamás contesta sus mensajes.

Los hermanos se movieron como siameses hasta cruzarse con el nuevo miembro de tatuaje en el cuello. Lo veían demasiado apartado del grupo e ignoraron las advertencias de estos cuando decidieron acercarse al pelinegro para conocerlo más.

A ambos le inspiraban esos aires de grandeza. Esperaban poder pelear contra él para ver de qué tanto presumía Izana, es por eso que Ran sacó de su saco aquel bastón desplegable y Rindou se puso sus guantes, listo para seguir a su hermano. El mayor de ambos se posicionó cerca del pelinegro, alzó el bastón y cuando se preparaba para dar el golpe, la fría voz del más ancho lo dejó paralizado.

—Será mejor que pienses en despedirte de tu mano si decides golpearme con ese palo. — advierte sin verlos, sorprendiendo a ambos y dejando a Ran con su mano suspendida en el aire con aquel bastón suyo. — ¿La reunión acabó?

Ran, como el más observador, notó la forma en la cual movía su pierna de arriba abajo en un tic ansioso, como sus ojos plateados buscaban a alguien por el pasillo que ellos llegaron y el aura irritada que desprendía el muchacho.

—No me digas que él... — escuchó a su hermanito susurrar eso, como si leyera sus pensamientos lo dijo por él. — Oye ¿Acaso ahora te haces el tímido? 

—... ¿Se nota? — pregunta algo avergonzado.

—Hombre, parece que en cualquier momento cometerás homicidio. Relájate un poco. — calma el de trenzas mientras guarda su bastón. La psicología también era un arma divertida, quiere probar cuánto dura. — Después de como saludaste a Muto me sorprende que ahora estés como un perro con la cola entre las patas esperando a que su amo vuelva.

— ¿Ah? Repite eso si tienes huevos, Merlina. — amenaza molesto.

"Ah, es mecha corta." Dedujeron al mismo tiempo ambos hermanos, amaban molestar a la gente, pero si era mecha corta era bastante aburrido hacerlo. El Sadao estaba demasiado incómodo entre toda esa gente, se contenía bastante para no decepcionar a Izana que antes de entrar a la reunión les dio a él y a Kakucho "Espérenme aquí", el rapado se fue a dar una vuelta y él como niño obediente se quedó ahí sentado, pero ahora se estaba aburriendo demasiado.

Preferiría estar en cualquier lugar que no sea ese, también está tentado en usar su teléfono para entretenerse, pero teme que alguno de esos idiotas se lo quiera robar y él no pueda hacer nada. Pensó en ignorar a los Haitani hasta que de reojo vio el teléfono de Rindo, quien por novena vez le mandaba un mensaje a su chica especial, por la foto del six-pac supo de quien se trataba y aguantó las ganas de reír.

𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬 || ᴛʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora