🎴Cuarenta y uno.03

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[N/A]: Capítulo súper hot, Satoru activo e Izana pasivo.

Capítulo 41.03: Sumisión. +18 parte 2

        Ambos observaban la ciudad nocturna desde la suite del hotel Red Velvet dónde ahora viviría Satoru

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        Ambos observaban la ciudad nocturna desde la suite del hotel Red Velvet dónde ahora viviría Satoru. Ambos abrazados, disfrutando del silencio y la tranquilidad de la noche en la oscuridad de la habitación principal. Izana podía escuchar perfectamente los latidos de su amante y su profunda respiración, también de la suavidad de sus pectorales.

El pelinegro mantenía su vista fija en el paisaje nocturno bastante pensativo. La calentura ya se le bajó un poco así que ahora anda con consciencia de lo que hizo y de lo que siente. Engañó a su destino al acostarse con Izana, pero su corazón y su mente estaban en paz en esos momentos de tormenta dónde debería estar entre los brazos de otra persona.

Aunque es él no queriendo realmente soltar lo que ya se cayó.

Es la negación antes de la aceptación. Satoru no acepta realmente que renunció a su alma gemela, pero debe aceptar abiertamente que está sintiendo cosas por Izana, cosas que no tienen nombre de momento, pero ahí están de forma latente en su interior. Quiere creer que es deseo; por primera vez probó otro cuerpo, una persona diferente a Draken, y en vez de sentirse mal está sintiéndose completamente satisfecho y saciado.

—Jabberwocky... — llama Izana, rompiendo la paz y el silencio de ese momento.

—Me llamo Satoru, Sadao si no te gusta mi nombre. — le recuerda algo cansado de ese apodo.

Ahora que está tranquilo comienza a recordar las pandillas, las peleas, la guerra y está cansado, cansado de todo y de todos. Mikey que lo abandonó a su suerte, la Toman que le dio la espalda, su relación rota con Draken, sus sospechas de que lo usan en Tenjiku...

¿Debería morir? Pensó con cansancio.

—Entonces te llamaré bebé. — la sonrisa y el brillo que transmitió Izana lo cegó un momento y aceleró su corazón. — Bebé, ¿Quieres vino?

—Mhm... Está bien. — tal vez beber un poco calmen aquellos oscuros pensamientos.

Izana se levantó bastante feliz para ir a buscar dos copas y una botella del mejor vino de todos. Lo destapó frente a su amante y con ayuda de Satoru pudo servir este. Brindaron, luego comenzaron a beber con un ambiente ameno entre ellos.

—Desde pequeños... Con Kakucho siempre soñamos conquistar Japón en Tenjiku... — confiesa Izana con una nostálgica sonrisa.

Lo debes querer mucho. — opina alegre Satoru.

—Es mi mejor amigo, quien realmente estuvo para mí todo este tiempo ... — confiesa con mucha nostalgia. — Él... No sé qué sería de mi sin él.

—...

Recordó a Draken. Desde pequeños él lo complementó como ningún otro, lejos del lazo establecido por el destino, Satoru podía decir con los ojos cerrados que ese rubio lo cambió por completo. Alguien con quién tenía una enorme conexión de amistad y casi hermandad. También recordó a Mikey, ese enano de turno, caprichoso y consentido que se quiso hacer el listo con él y terminó comiendo polvo. Después de la paliza que le dio a Mikey, él y Baji se hicieron sus mejores amigos, aparte de Draken que conoció después del rubio y antes que el pelinegro. Los trillizos, Yuzuha, Kazutora, Takemichi... Todos ellos forman una parte importante en su historia, en su corazón, y le causa mucho dolor el haber roto eso, el haber sido traicionado.

𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬 || ᴛʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora