𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬 || ᴛʀ

🎴Cuarenta y tres.02

Capítulo 43.02: Lujuria (+18)
⚠️ Imágenes explícitas ⚠️

             Izana lo tenía todo planeado, hoy iba a ser un día muy especial para su querido Jabber-bebé-wocky. Lo tenía todo tan meticulosamente planeado que olvidó un detalle importante y era lo maldita mente caliente que puede llegar a ser Sadao Satoru.

Todo empezó esa mañana.
Primero fueron a tratar temas con una pandilla que estaba causando problemas en el territorio del Sadao, lo más hermoso de todo ese trámite fue ver a su querido bebé lleno de sangre ajena, sus músculos se contraían antes de lanzar un golpe y podía apreciar desde su posición aquellas venas que se marcaban por la tensión en sus músculos.

Se estaba excitando con la imagen frente suyo.

—Jabberwocky... — lo llama suavemente.

Su querido dragón se giró a verlo e Izana no pudo contener las ganas de besarlo en ese mismo momento, sobre toda esa hermosa destrucción y los cuerpos caídos a su alrededor. El pelinegro le correspondió el beso, era uno tranquilo que transmitía muchos sentimientos por ambas partes; amor, deseo, cariño. No faltaron las burlas de los hermanos Haitani sobre conseguirse un hotel, de Muto comentando que es asqueroso hacer eso en público o de Kakucho que les suplicaba que paren o vomitaría su almuerzo.

— ¡Ustedes consignasen una pareja, vírgenes! — insulta el pelinegro con una enorme sonrisa.

Amaba esa sonrisa con todo su rostro pintado de rojo. Izana besó las partes de piel expuestas para deleitarse con el sabor de su querido bebé, lo sintió tenso debajo de su toque e ignoró ese sentimiento hasta que fue tomado en brazos por Satoru para ser llevado a uno de esos baños públicos y encerrarse ambos en un cubículo.

— ¿A qué juegas? — pregunta con voz ronca el pelinegro, entre pequeños jadeos por los besos en su cuello. — Mi rey...

— Quiero hacerlo, quiero que hoy me des hasta no tener ni ganas de respirar... — confiesa extasiado.

Satoru juntó sus labios en un profundo beso, si su rey quería hacerlo ahí mismo él cumpliría su pedido hasta satisfacerlo por completo, pero antes, se arrodilló frente a Izana para prepararlo. Se metió dos dedos a la boca para humedecerlos y al instante metió estos en la entrada del moreno, al mismo tiempo que metía dentro de su boca el pene de su rey.

Izana se sintió en el puto infierno por el placer.

El pelinegro babeo por completo el miembro de su rey, lo tomó todo, lo devoró todo y eso hizo delirar a Izana quien no contuvo su voz en lo absoluto. Los dedos de Satoru dilataron muy bien la entrada de su rey para que pueda recibirlo sin dolor, quería ser rudo y profundo, tal como a Izana le encantaba que fuese. La intensidad aumentó cuando su rey comenzó a palpitar dentro de su boca.

—Be-Bebé~ — llama desesperado, entre lágrimas y gemidos. — Voy- ¡Ah~! ¡Bebé!

Se vino dentro de su boca con abundancia, tomó la cabeza de su amante con fuerza para que no se atreviera a escupir si esencia, tras esto se miraron a los ojos, las amatistas de Izana veían severamente a su querida mascota, como una advertencia silenciosa y al mismo tiempo una orden. Satoru tuvo que obedecer sin más, tragando el salado líquido y obligándose a saborear este.

—Muy bien, ese es mi bebé. — felicita muy feliz de ver su pene limpio de su propio semen. — Ahora... Bebé tiene que llenar el agujero de papi ¿Sí?

—... ¿Tienes algún fetiche del que me tenga que enterar? — pregunta una vez hizo conexión entre los apodos.

— ¿Mhm? — sus ojos se oscurecieron y lo obligó a levantarse a través de su gargantilla. — ¿Jabberwocky me está contradiciendo? ¿Te revelas contra tu amo?

—... No, solo intento entender a mi rey.

—No lo hagas. — ordena serio. — Haz lo que te dije o te castigaré por ser un Jabberwocky malo~

Rápidamente calló su boca cuando fue cargado en brazos por su fiel amante, que sin dar aviso lo embistió del golpe, yendo tan profundo que hizo temblar a Izana entre sus brazos. El moreno comenzó su desastre de gemidos y lágrimas, su entrada era abierta sin piedad alguna por alguien que ya de por sí tiene una brutal fuerza física, todo era complementado con un miembro grande que lo llenaba tan bien y llegaba demasiado profundo. La diferencia de alturas hacía un cambio entre ellos a la hora del sexo.

Pero, esa diferencia excitaba más a Izana.

Domar a la gran bestia, al gran Sadao Satoru, tenerlo a sus pies en la cama. Su entrada se contrajo al imaginarse las diferentes expresiones que podría hacer su amado dragón, haciendo gruñir a este por lo apretado que se volvió y lo difícil que se le hizo moverse en su interior. Con unos movimientos profundos y lentos pudo recuperar de a poco ese ritmo que tanto traía loco a su rey.

—A-ah... Joder, como aprietas... — se queja entre pequeños gemidos.

—Eso, eso, mucho más bebé~ — gimotea muy gustoso el albino. — Vamos~ Estoy por venirme~

Ese aviso motivó más a Satoru, quien unió sus labios en un profundo beso, también usó una de sus manos para masturbarlo mientras aumentaba su ritmo, provocando ruidos tan lascivos que hasta la gente de afuera podría escucharlos tener tal encuentro lascivo. El ruido, la escena, la adrenalina fue un plus para ambos chicos que acabaron soltando su esencia en diferentes partes del otro; Satoru dentro de Izana y este último en el vientre descubierto del otro.

—Sigamos en el departamento, quiero probar juguetes contigo~ — propone lascivo.

Iba a ser una noche larga.

[N/A] Nadie lo pidió, pero es un regalito de mi parte por tanto apoyo 💜

Si llegaron tarde y notaron que no hay fotos es porque Wattpad me las quitó ¡Tranquilx! Están todas en mi Twitter: Virus5ama