🎴Cuarenta y cuatro

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Capitulo 44: Adiós, senpai.
⚠️ Capitulo con imágenes hechas por mí.

         Izana le tenía un regalo a Satoru, a su amado bebé

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         Izana le tenía un regalo a Satoru, a su amado bebé. Hoy cuando despertaron decidió ayudarlo a vestirse entre pequeños besos de amor a sus labios y cuello, logrando sacar una sonrisa y risitas en el más algo que pronto le devolvió los mimos con mucho más amor, llenando por completo el frágil corazón del Kurokawa.

El regalo era simple, primero irían a saludar a Shinichiro por su cumpleaños y luego irían a ese viejo taller de motos dónde los esperaba una para su Jabberwocky. Quería darle lo mejor para el mejor, un agradecimiento material por todo el amor que le está dando sin siquiera pedirlo.

—Vamos bebé, tenemos que salir~ — murmura suave en su oído mientras lo abraza.

— ¿Nos podemos quedar acostados toda la tarde? — propone con ojitos de cachorro abandonado. Se sentía cansado, fatigado, no tenía ganas de hacer algo, solo quedarse acostado y seguir durmiendo.

—No podemos, hoy es un día especial... — le murmura suave el moreno, acariciando con lentitud las mejillas de su hombre. — Quiero presentarte a alguien muy especial ¿Sí?

—Si así lo quiere mi rey... — acepta sin más, tal vez cuando vuelvan pueda descansar más.

Ambos se acercaron para besarse de forma prolongada, caminar un poco tal vez pueda ayudar al Sadao a despejarse y también pueda ayudarle a responder varias incógnitas en su mente. Hablar con Takemichi es fundamental para encontrar la respuesta que tanto quiere.

"...¡¿Dónde está el otro viajero?!..."

Sus ojos se oscurecieron mientras le daba la espalda a Izana, si es verdad lo que ese niño dijo algo está amenazando su futuro, alguien que vuela como mosca a su alrededor de forma molesta.

Toda molestia debe ser eliminada.

Con sus uniformes de Tenjiku, ambos chicos partieron directo al cementerio, cosa que llamó bastante la atención de Satoru porque era el mismo donde sus madres estaban enterradas. Apenas llegaron tomaron un camino que los llevó al apellido "Sano", a Satoru no le costó nada adivinar a quien venían a visitar y se quedó inmóvil frente a la tumba, sin ninguna expresión en su rostro.

—Nii-san, te quiero presentar a alguien... — empieza a hablar el moreno muy cerca de la lápida, como si fuera un secreto entre los tres. — Él me hace muy feliz ... Casi... Al punto que no quiero seguir peleando con Mikey.

Eso llamó la atención de Satoru.

—Él es Satoru y es mi novio. — eso hizo ruborizar a ambos chicos por igual, la palabra había hecho palpitar demasiado ambos corazones de forma acelerada. — Yo ... Decidí que es mejor ponerle un alto a todo esto, está guerra... No tiene un real sentido.

—Izana... — llama sorprendido el pelinegro, recibiendo una pequeña sonrisa de su pareja.

—Lo siento ¿Quieres hablar tu? — pregunta con una cálida sonrisa.

𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬 || ᴛʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora