Muñeca 22

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AURORA

La puerta se abrió llamando mi atención y la de mi hermana. Miriam había entrado con una sonrisa de oreja a oreja, parecía felíz.

— Aurora ven conmigo — asentí y le tomé la mano mientras miraba a mi hermana hasta salir por la puerta, caminamos hasta la oficina de la directora del orfanato donde un hombre estaba esperando dentro — el es Adam, será tu nueva familia Aurora

Aquel hombre era alto y bastante apuesto, su pelo rojizo que parecía de fuego, unos ojos azules como el mar, barba roja y arreglada, vestía bien. Me sonreía, se veía amable.

— ¿ Ella es la niña de la que me hablaste ? — pregunta el hombre llamado Adam

— Si, es Aurora...

— No mentias cuando decías que era muy hermosa, parece un ángel perfecto — me dedica una sonrisa — ¿ Que edad tiene ?

— bueno, ella tiene once años señor Adam — noté como el pelirrojo sonrió con alegría con respecto con mi edad, asentía con la cabeza como satisfecho — pero fíjese bien en la belleza inhumana de esta niña, es totalmente una diosa, es una niña obediente, callada y pura...

— Perfecto, me la llevo — miriam asiente con una sonrisa

(…)

Su casa era enorme, en el medio del bosque, pensé en una vida maravillosa junto con aquel hombre. Las primeras semanas me trataba como si fuera de cristal, como una princesa. Siempre se dedicaba a cuidarme.

— eres una muñeca muy hermosa, hice bien en adoptarte — sonríe acariciando mi cabeza

En ese momento pensé en mi hermana, ¿ Que habrá sido de ella ? Me dolía estar tan lejos, sin poder abrazarla, pero cuando sea más grande, ire a buscarla para que conozca a Adam.

Comencé a escribirle cartas a mi hermana, Siempre se las entregaba a Adam para que las llevara al orfanato y que mi hermana las leyera y no se preocupara. Pero jamás fue así, todas las cartas el las guardaba en su oficina, me dolió que hiciera eso, pero poco a poco fui descubriendo quien era en realidad.

— ella es Roxy — me presentó a una niña menor que yo, tenía tan solo diez años, era blanca como la nieve y su cabello negro azabache y liso, una niña adorable de ojos claros

Se convirtió en mi amiga rápidamente, era muy tierna conmigo. Le había cogido un cariño especial, amaba sus ojos, tenían un toque especial y únicos en ellos, un brillo alegre. Pero un día, sus ojos se convirtieron en pozos oscuros y corrompidos, dejó de sonreír y solo se preocupaba en llorar todas las noches.

Nunca me dijo porque se puso así, hasta que no la vi más. La segunda niña que trajo Adam, se llamaba Lauren, hermosa y de mi misma edad. Fue prácticamente lo mismo, tres semanas felices con aquella niña y luego desapareció. Niñas y niñas, que no podía saber porque las dejaba de ver. Hasta que vi aquella puerta color negro justo al lado de las escaleras, me dió curiosidad y entré, habían dos puertas, la primera estaba vacía y al llegar a la segunda lloré.

Roxy estaba ahí, desnutrida y casi muerta, llena de marcas por todo el cuerpo, Lauren también estaba ahí, pero ya ella había muerto entre las niñas.

— como vuelvas de curiosa tu serás la siguiente en ser desechada — fue lo que me dijo como advertencia y le hice caso

Empecé a ignorar a todas las niñas que traía, mis ojos han visto como lloraban, como morían. Una cayó del tercer piso, otra logró huir pero Adam la encontró muerta al día siguiente porque ya estaba muy débil como para escapar. Niñas y niñas morían delante de mi, fuí una egoísta, porque yo también las utilicé, no intentaba salvar a una ¿ Pero qué podía hacer al respecto ? Nada, solo mirar.

— Aurora...— nueve años habían pasado, la felicidad en mi había desaparecido, tuve la suerte de no ser desechada a pesar de tener diecinueve años — te presento a Clara, lo mismo de siempre, cuidala para que no se rompa tan fácil

Clara. Once años de edad, aquella niña era muy valiente, siempre contradiciendo a Adam, la admiraba, porque yo fuí una cobarde que no pudo enfrentarlo y solo dejé que me manipulara. Clara también fue desechada en aquella habitación tan oscura y triste, meses después, llegó Bella, ella sí me sorprendió, fingía ser una muñeca para Adam, fingía ser obediente, para al final darle una puñalada en la espalda a aquel hombre, pero a veces solo pensaba en el deseo de huir que en la importancia de la misma vida.

— ¿ con cual de las dos empiezo ? — ser apuntada con un arma te hace humillarte para poder sobrevivir, esa es la diversión para aquellos que portan dichas armas, pero yo tenía tanto dolor acumulado de nueve años, tanto rencor y odió que todo salió convertido en palabras verdaderas en forma de dagas, con la intención de dar en el corazón y sentimientos de aquel hombre.

Clara, mi pequeña Clara murió ante mis ojos, cayó en mis brazos mientras la sangre se escurría por mis manos. Esa noche lloré hasta que mis ojos se hincharon.

— aquí te vas a quedar para siempre — Adam tenía otra casa, en el mismo bosque solo que un poco más lejos, estaba más atrás, me encerró en una habitación mugrienta sin poder ver la luz del sol — no tengo el valor de matar a mi muñeca preferida de hace nueve años, sentiría un vacío en mi pecho si te llego a matar

— me dejas viva solo para sufrir, eres un maldito sádico ¿¡ porqué no me matas de una vez !? no quiero seguir sufriendo más — dije entre sollozos

— porque eres mi muñeca Aurora, la muñeca por la cual llegué a tener sentimientos de amor...

Todos los dias venía a verme, me dejaba comida, ropa, agua. Me bañaba y me sacaba afuera a tomar el aire, siempre me contaba todo lo que pasaba en la otra casa, cada dia me alegraba por saber que Bella seguía con vida.

— ¡ QUITA MALDITA ZORRA ! — Gritaba el pelirrojo mientras lo aruñaba con mis uñas en los brazos

— ¡ OJALA Y TE MUERAS POR TODO LO QUE HAZ ECHO ! — estaba furiosa

¿ Porqué el no era capaz de sentir nada por las niñas que mataba o que se suicidaban ?
No entendía como podía existir personas así, me repugnaba.

(…)

— Aquí tienes, comida y agua, no dejes de comer Bella — Paula deja las cosas frente a Bella — ¿ Que hiciste para terminar aquí ? — no decide esperar la respuesta de la niña y se gira para salir

— Paula...— la mujer se detiene

— ¿ Que quieres ? Debo irme, tengo cosas que hacer y Adam está por llegar

— ¿ extrañas a tu hermana ? — Paula se tensa y se gura para observar a Bella con curiosidad

— ¿ Como sabes que tengo una hermana ? — pregunta

— Porque Adam la tiene encerrada...— Paula se burla y niega con la cabeza — Aurora Oliveira...— La mujer deja de reírse y abre los ojos más de lo común  — Si me sacas de aquí, te digo donde está

~°SU MUÑECA DESECHABLE°~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora