🎃 - Capítulo O6

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Estaba muy atento a todo lo que miraba en aquella habitación

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Estaba muy atento a todo lo que miraba en aquella habitación. Pareciera que todo estaba a sus gustos y a los de otra persona, la cama matrimonial, el color de las sábanas y paredes. Se abrazó así mismo, para sentir la suave tela en sus brazos.

Se miró a sí mismo, ¿si traía ropa interior no?.

— ¡Vegetta! —se sobresaltó por la voz que escuchó, mirando hacia la entrada a la habitación y escuchando los pasos acercarse. Podría moverse y esconderse, pero realmente quería aclarar sus dudas— Vege, te eh estado llamando hace como diez minutos —apareció un peli teñido, solo es un pantalón de chandal y con el torso desnudo.

Prácticamente todo está bien, pero, como que algo no cuadra.

— R- ¿Rubén? —tartamudeó, sus mejillas las sentía calientes y la sonrisa que apareció en el chico no ayudan en nada.

— ¿Desde cuándo me llamas por mi nombre? Te juro que  está vez no confundí el azúcar con la sal, pero debes admitir que los envases son iguales —habló rápidamente, lo que le hizo darse cuenta que si era Rubius.

Pero estaba mucho más alto, su cabello un tanto largo y alborotado, además de que estaba tintado, sus ojos verdes parecían más intensos y joder, ¿desde cuándo iba al gimnasio? Desvió su mirada a otro lugar cuando aquel chico se empezó a acercar a él.

— Estás raro —dijo casi susurrando, ¿sabía al menos que lo ponía nervioso con su tono de voz en esa situación?— No eres de examinarme con la mirada —el toque en su mentón lo sintió suave, había hecho que lo mire y así conectaron sus miradas— De Luque, ¿acaso me estás provocando?

Su rostro lo sintió arder, solo pudo empezar a reír nervioso, empujando suavemente al contrario lejos de él— ¡Muy gracioso! —habló entre carcajadas, sin mirarlo— Siempre tan cómico Rub, si... —¿cómo podría huir de aquello? Si tan solo era un sueño, pues ya quería despertar.

Sintió unos brazos rodear su cintura, como el contrario lo atraía para que su espalda se apegue a su torso— No era una broma, mi pregunta iba en serio —sintió como su acariciaba con sus labios su cuello, ¿realmente ese era su Rubius?— Pero entiendo que no la captaras —le dejó un corto beso en la mejilla— Será mejor que ya bajes a desayunar y si, yo lo preparé todo —lo soltó para así irse hacia la salida— Oh, cierto —lo miró— me encanta como te queda mi sudadera —le guiñó un ojo y así se fue.

Sintió nuevamente sus mejillas ardiendo, al parecer la prenda que traía puesta si era de aquel chico. Suspiró, ¿ahora qué debía hacer?

Estaba mirando a aquel azabache durmiendo

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Estaba mirando a aquel azabache durmiendo. Sus cabellos negros desordenados, sus largas pestañas, las lindas pecas que adornaban su rostro, esos labios tan rosas y apetitosos, su tranquila respiración. Es que era realmente precioso.

Pero no entendía como es que estaba junto al chico que le robaba suspiros, en la misma cama.

Sintió sus mejillas calentarse, haciendo que lleve ambas manos a su rostro— Joder, hace solo un minuto estuvimos en aquella casa, ¿qué cojones paso? —murmuró todo para él mismo.

Hasta que sintió movimiento en la cama, haciendo que se tense y así mirar al chico que debería estar dormido. Ahora veía como de a poco abría los ojos, acostumbrándose a la luz que daba por la ventana y así mirarlo aún somnoliento.

Esperaba una queja, un grito, un regaño o tal vez un empujón, pero vió una leve sonrisa surcando de los labios del pecoso— Buenos días cari —¿había escuchado bien?

¡Lo llamó por un apodo cariñoso! ¡A él! ¡Que Samuel le había dicho cari, joder!

La felicidad era poco lo que sentía al haber escuchado esas palabras ser pronunciadas por aquel chico, algo por lo que estuvo esperando mucho tiempo y ya estaba pasando. Quería besarlo, realmente deseaba hacerlo.

— ¿Puedo besarte? —preguntó, eso hizo que el de orbes morados riera.

— ¿Realmente acabas de preguntar eso? —vió como se enderezaba en la cama, notando la sonrisa que le daba y la cual él siempre pensó que era una de las más hermosas— Cariño, que estamos casados, no debes preguntar si quieres darme un beso.

¡Eso era ge... — ¿Acabas de decir que estamos casados? —el otro asintió.

¿Qué coño había pasado?

«Todo acorde al plan.»

717 palabras—

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717 palabras—

Se os quiere <3

Se os quiere <3

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—Natssu🌠

|•| A very kind ghost |•| RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora