✧†ⁱᵉᵐᵖᵒ ᴰᵉᵐᵒⁿíᵃᶜᵒ✧ ObiDei [AU]

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Rin fue hacía él taller de Deidara, cómo cualquier otro día, debía recordarle tomar sus pastillas.
Parada frente a la puerta, entró a la tienda.
- Bienvenido ¿Qué va a que-
- Vengo a dejar las pastillas...
- Estoy harto de eso, hm
- Pero sí no las tomas puedes alterarte
- Déjalas aquí, la tomaré más tarde, voy a esperar a Obito
- Tus padres van a venir en unos días

Deidara soltó el pincel que sostenía, sus manos comenzaron a temblar y el sudor frío recorría su rostro
- Rin, vete de aquí
- Deidara debemos hablar sobre eso,
- ¡No quiero escuchar nada! Será mejor sí te vas
- Deidara-
- ¡Ya estoy aquí Deidara!

Obito había llegado de las compras.
Deidara por la tensión del momento, tomó un frasco de pintura y lo lanzó en dirección a Rin y Obito. Por suerte no dañó a nadie.
- ¡¿No les quedó claro que se fueran?!
- Deidara ¿Estás bien?
- Obito no quiero verte ahora, vete

Obito y Rin salieron, de inmediato, Obito, enojado preguntó
- ¿Que le dijiste?
- No te deberías entrometer en donde no debes
- Rin, ¿Que carajos le dijiste? Deidara estaba tranquilo cuando me fui
- Sus padres van a venir aproximadamente en dos semanas
- ¿Y porque? No tienen nada que hacer aquí
- Obito deberías dejar de tomar las decisiones por Deidara, lo tratas cómo sí tú fueras quien decide sobre su vida
- Tal vez estoy haciendo mal, pero ya lo dije, voy a protegerlo de todo lo que pueda dañarlo

Obito regresó a la tienda de Deidara, cuándo entró vio todo en el suelo, buscó a Deidara pero fue inútil.
Estando apunto de salir, escuchó un ruido en la parte superior; no sabía si ahí existía alguna otra habitación.
Subió por una escalera de madera, había descubierto el ático de Deidara
- Deidara... ¿Estás aquí?
- ¿Qué quieres Obito?
- Entonces sí estás... Quiero hablar contigo ¿Puedo entrar?
- Lárgate
- Bien, voy a entrar

Obito terminó de subir por la escalera, entró al ático y ahí estaba Deidara, sentado junto a una gran cortina que cubría más de la mitad del ático. Se acercó despacio, sentándose junto a él
- Rin me dijo que tus padres-
- ¿Podemos evitar hablar de eso? Recién me tomé las pastillas y no quiero volver a alterarme
- No sabía que tenías ático ¿Que tipo de tienda es está?
- Aquí vengo a veces, me gusta estar aquí arriba
- ¿Ya no estás enojado?
- No... Me siento un poco mejor, las estúpidas pastillas sirven mucho, hm
- No quieres hablar sobre tus padres, entonces ¿puedo hacerte preguntas? Para conocerte mejor, es algo tonto pero necesito saber cómo es tu vida y cómo eres tú
- Comienza a hablar Obito

Obito con su brazo acercó a Deidara, apoyó su cabeza sobra la de Deidara y tomó su mano.
- ¿Tienes algo que te guste? No se, comidas, actividades...
- Me gusta hacer esculturas y pinturas
- ¿Porque te gusta venir aquí?
- Hay algo que me gusta ver, solamente puedo verlo aquí
- ¿Y qué es?
- Un secreto, tal vez después puedas verlo
- ¿Cómo te sientes ahora?
- Confundido, creo que eso cuenta como sentimiento
- ¿Tienes algún sueño?
- ¿A que te refieres con sueño? El sueño que tenemos al dormir o planes que quiero cumplir en el futuro...
- Los planes... ¿Tienes algún plan para el futuro?
- Nunca había pensado en eso, creo que me resigné a solo vender pinturas
- Ese es un problema grave... ¿Puedo contarte mi sueño?
- Sí, tal vez así pueda pensar en algo
- Una vez tuve un sueño, quería casarme con alguien, tener un hogar hermoso, pasar todos mis días a su lado, despertar y lo primero que viera es su rostro a mi lado, tenerlo cerca, quería abrazarlo siempre, visitar a mi abuela a su lado y envejecer juntos, nunca quise tener otro futuro si no estaba a mi lado...

Deidara se quedó dormido, Obito recordando los planes que había tenido antes, se sentía triste, había dicho todo lo una vez imaginó.
Sin problema alguno, también se quedó dormido, en el ático era cómodo estar, horas más tarde ambos despertaron, bajaron hacia la tienda y comieron lo que Rin había dejado para ellos.
- ¿Entonces Rin te hace la comida?
- Sí, por eso casi siempre estoy tomando té, no quiero ser un problema para ella también
- Creo que me he portado mal con ella, de verdad es alguien amable, ¡Me dejó comida a mi también!
- Así es ella... Aunque también tiene su tristeza
- ¿Tristeza?
- No es posible que seas su amigo y no sepas de ésto...
- Eh, no recuerdo todo lo que me dicen... Tal vez esa sea la razón...
- Bien... Ella, aproximadamente una semana después de que llegué, se iba a casar, la ayude en algunas cosas, todos hablaban de eso, “La hermosa Rin aceptó por fin a alguien” era la noticia del mes... Todo iba bien, el día llegó y bueno, ella estaba feliz, fueron a buscar al tipo, pero el ya no estaba...
- ¿Nunca regresó?
- Hasta el día de hoy, no... Rin estuvo llorando todo ese día, al siguiente también pero, después de dos días, ella de nuevo sonreía, tal vez por eso me cuida demasiado, no quiere que me suceda algo así
- La vida ha sido injusta con ustedes dos... De verdad lo siento
- Tú no eres él culpable de lo que nos sucedió
- Ustedes tampoco...
- ¿Cuáles son mis planes para el futuro? Es fue tu pregunta
- No debes de responderla sí no sabes so-
- Mis planes para el futuro, ya decidí cuáles son... Quiero conocer distintas partes del mundo, quiero saber cómo son las personas de otros lugares, no voy a quedarme en este lugar para siempre, quiero irme
- ... Deidara vamos a hacer una promesa
- ¿Para que?
- Prométeme que cuando consiga dinero suficiente, vas a aceptar ir a conocer el mundo conmigo
- Obito no puedo prometer algo así, ni siquiera llevamos una semana de habernos conocido
- Bien, vamos a conocernos ahora
- ¿Cómo qué-

Obito tomó las manos de Deidara, lo miro fijamente, sonrojándose un poco
- Mi nombre es Obito Uchiha, en realidad no soy amigo de Rin pero ella es amable por haber dicho que si, me gusta el olor de las flores que tienes fuera de tu taller, estuve a punto de morir muchas veces, creo que una no salió como esperaba... Pero no voy a hablar de eso ahora, soy Obito y me gusta Deidara Kamiruzu y quisiera viajar junto a él
- ¿Qué dijiste?
- Sí, Dei tú me gustas, por eso estoy cerca de tí, por eso quiero saber tu vida, el sueño que te dije, son mis planes para cumplirlos a tu lado...
- Obito... Pero no sé nada sobre ti, ahora tengo miedo, vienes a decirme esto y-
- En realidad si lo sabes, conoces todo de mí, no somos desconocidos... Deidara, no quiero confundirte, pero de verdad me conoces... Voy a salir a caminar, pero solo pienso en la promesa ¿Está bien?

Obito soltó las manos de Deidara, salió del taller, había dicho lo que sentía, aunque eso confundió a Deidara.

- Buenas tardes...
- Hola Rin, ¿Dónde está?
- ¿Está seguro de quererlo ver ahora?
- Sí, llévame con él
- Como diga...