- Regalos

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Luego de una tarde junto a Deidara, Obito volvió a encontrarse con Kakashi y Rin, les contó la pequeña cita que tuvo, ellos quedaron sorprendidos por tal relato
- ¿De verdad conseguiste salir con él? Debes de tener mucha suerte — preguntó la castaña con intriga
- ¿Por qué la sorpresa?
- Bien amigo, en éste colegio Deidara tiene fama de ser uno de los menos accesibles a citas — contestó Kakashi en una esquina de la habitación
- Tengo que encontrar una manera para que no me odie, necesitaré de bastante tiempo
- Y necesitarás de más suerte Obito, nosotros nos vamos, mañana venimos por tí para los exámenes, hasta mañana
- Adiós Kakashi y Rin, gracias por ayudarme hoy

Los chicos salieron, Obito no tardó en llamar a Sasori y Zetsu, su conversación fue corta, acordaron un tiempo límite para que Obito estuviera en ese universo; sí no lograba nada en un mes, sin importar qué, lo llevarían de regreso junto a ellos, a partir de ese miércoles, Obito tendría treinta días para acercarse a Deidara de la manera más sutil.
El acuerdo finalizó y los demonios desaparecieron en un parpadeo, Obito durmió pensando en miles de maneras para lograr su meta.

Apenas un rayo de luz se asomaba a la ventana de la habitación, Obito despertó con una idea. Desde el segundo que vio a sus amigos, les contó su plan, ellos le brindaron todos los datos que pidió para su conveniencia.
Sus clases eran sencillas, Obito de ese universo le ayudaba mucho, al mismo tiempo, en sus ratos libres buscaba cualquier tipo de dato sobre Deidara, con ayuda de Rin, cualquier cosa era de ayuda para él. Al final del día, había descubierto más de su vida en ese universo y aclaró la primera duda que había surgido desde su llegada.

Datos que acabo de descubrir de Deidara:
* Le gustan las limonadas, los panecillos de vainilla, dangos y nadar, es un gran nadador
* Se la pasa sólo en el aula de proyecciones (pero estás proyecciones son letales)
* Fue transferido del colegio de Iwa
* Tienen sospechas de que es un espía, (sigo sin entender eso) .-.
* Me odia, maldito Kakashi fue su culpa, aquí la razón:
Me dijeron (fue por Rin que supe) hace unos meses? No lo recuerdo bien, pero Kakashi me retó a besarlo, igual me dijeron qué después de eso yo no salí de mi habitación y Deidara cada que podía me insultaba... Desgraciado Kakashi

Con esos datos en mente, utilizaría la primera semana para hacer un experimento; le dejaría regalos y estaría junto a él cada que pudiera.
Al día siguiente comenzaba a realizar su plan, con ayuda de unos registros, supo a que hora Deidara no se encontraba en su habitación para irle a dejar un panecillo.
Cuando hubo un descanso de tiempo considerable, día hacia el aula donde sabía que estaría. Dió una breve explicación a Rin del porqué se iría y sin perder tiempo fue hacia el aula.
Entró y esta vez una explosión no le dió la bienvenida, Deidara estaba comiendo el suave obsequio con sabor a vainilla.
- ¿Interrumpí?
- Segundo día que vienes...
- ¿Hay algún problema? Puedo irme sí tú-
- Puedes quedarte, pero no molestes, hm
- ¿Por qué nadie viene aquí?
- Dije que no molestaras
- Lo siento... ¿Puedo sentarme?
- En silencio
- Después de las clases hay que ir a la cafetería, yo invito

Aunque fueran unos minutos, Obito adoraba pasar tiempo a lado de Deidara, aunque el silencio gobernara esos minutos, todo era calmado y hermoso.
La primera semana terminó, los resultados eran notorios, Deidara ya no preguntaba el porque de qué Obito fuera al aula, seguía dejando panecillos en la habitación, era hora de el siguiente paso; convivir con él más allá de sólo el aula, Obito encontró la hora en donde Deidara iba a nadar, cada día después de las 9:00 p.m. se encontraba solitario nadando.
A mitad de la segunda semana, Obito iba a verlo nadar, aunque el rubio no se diera cuenta, ganó un fan.
Siguiendo la rutina, acabó la segunda semana, el plan no iba rápidamente pero era efectivo. Cuando Obito llegó al aula como los días pasados, Deidara en ésta ocasión tenía el panecillo intacto. Al momento que las miradas se cruzaron, Deidara sonrió.
- Obito, tardaste en llegar hoy

Sentados uno a lado del otro, Deidara partió por la mitad el panecillo, extendió su mano hacia Obito, él tomó la mitad y comenzó a comer

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Sentados uno a lado del otro, Deidara partió por la mitad el panecillo, extendió su mano hacia Obito, él tomó la mitad y comenzó a comer.
- Es nuevo que me des de los panecillos, ¿De dónde obtienes tantos?
- Hm, deja de actuar así, sé que tú los has estado dejando

Obito por la impresión escupió un trozo del suave bocado. Tartamudeo un poco.
- ¿Desde... Cuándo lo sabes?
- Al segundo día, además de que te llevaste una foto mía y rompiste mí taza de café, noté que siempre salías de esa parte del pasillo
- Creo que no fui tan cauteloso
- Para nada, pero ignoré eso por qué quería saber la razón de tus acciones ¿A que se debe que me hayas dejado todo eso? Y también pasas mucho tiempo conmigo... Debe de haber una razón lógica
- Deidara sé que me odias por lo que hice, yo también me odio... Y a Kakashi en cierto punto, pero quiero aclararte qué — en la mente de Obito, pudo mirar a su versión de ese universo, pero fue distinto, éste le dió la mano “Amo jodidamente a éste hombre, me alegro que hayas conseguido que me perdonara” fue lo que le dijo al estrechar sus manos y, las palabras surgieron - Me gustas, desde aquel beso que amé, por más que fuera un reto, me gustó tenerte cerca, todo lo hice para gustarte a ti también, Deidara

Los latidos de Deidara se aceleraban, pudo sentir cómo su rostro actuaba con sus sentimientos, resaltando un rubor.
- E-Es una broma, ¿Verdad?
- No Deidara, me gustas, sin importar cuantas más me digan que sientan algo por mí o me chupen el-
- ¡Búscame después de clases!

Deidara salió del aula, Obito igualmente se sonrojó después de asimilar lo que acababa de decir, gritos internos de éxito lo llenaban, salió corriendo pues la campana para clases sonaba, cuando de encontró con Kakashi, le dió un puñetazo mientras sonreí satisfactoriamente
- ¡Eso fue por qué hiciste que Deidara me odiará por un tiempo! ¡Pero lo hice!
Siguió corriendo hasta su clase, dentro, seguía feliz que podía gritar de la emoción, pero no lo hizo, tendría problemas sí actuaba como estúpido.

Inquieto esperó hasta el final de las clases, cómo no podía esperar más, fue primero a la habitación de Deidara, no lo encontró, fue al aula de proyecciones, tampoco estaba ahí y llegó al último lugar donde podría encontrarlo, la piscina de la escuela. En cuanto llegó, lo vio, él grandioso Deidara estaba preparándose para entrar a la piscina, despojándose de sus prendas mayores. Quitándose la camisa del colegio, dejando a la vista su abdomen bien trabajado, para seguir con el pantalón y por último soltando su cabellera larga, entrando al agua.
Esa escena para Obito fue toda una obra de arte, los reflejos de la luna en el agua no se comparaban con la belleza desnuda de Deidara y en un leve susurro expresó para sí mismo su emoción
- Te amo

✧†ⁱᵉᵐᵖᵒ ᴰᵉᵐᵒⁿíᵃᶜᵒ✧    ObiDei [AU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora