- Akatsuki

40 6 0
                                    

Era muy perfecto, demasiado perfecto.
Luego de haber pasado por mucho, Obito encontraba la paz que tanto había deseado. Recordaba poco del tiempo que había pasado desde su llegada, aunque tampoco le importaba mucho saberlo.
Los días eran pacíficos, su rutina parecía ser la misma; despertar, llevar a sus hijos a la escuela, ayudar en casa, esperar a que su esposo e hijos llegaran, comer juntos y dormir, pero la verdad era qué, sin importar el día, pasaban cosas interesantes y divertidas.
- Papá
- ¿Sí?
- Estuve hablando con Hidan y me dijo que soy muy parecida a tí hace años, yo me veo cómo papá Dei, pero Sekki no, solo tiene un rasgo igual a papá Dei que son sus ojos ¿Por qué? El tiene el cabello castaño y yo no...
- Yodo, eso no debe preocuparte, Sekki en verdad es tu hermano, has visto a Itachi, él y yo somos de la misma familia y no tenemos mucho en común ¿Lo entiendes? Ustedes son hermanos sin importar su físico
- Bien... ¿Por qué papá Dei a veces llora en las noches? Hace una semana me desperté y escuché que él estaba llorando
- Yodo no... No creo que estés lista para saber, algún día vas a poder entenderlo

En cuanto Obito terminó de hablar, Yodo comenzó a reír sin control, llamando a Sekki, que salió debajo de la cama, riendo un poco también.
- Te dije que no nos dirían nada
- Ahora veo que tenías razón, nuestros papás son muy sensibles a ese tema

Los días continuaban pasando, Obito estaba olvidando las pérdidas anteriores, ya no eran recuerdos tan dolorosos, ahora solamente eran días tristes.
No le preocupaba volver a su anterior universo, pero le daba curiosidad saber el tiempo que había transcurrido desde su muerte, en ese universo ya había pasado poco más de un año, pues ya había estado en los cumpleaños de sus hijos.
Últimamente Deidara había estado muy estresado y cuidando demasiado a Yodo y Sekki, evitaba mostrarlo frente a Obito, pero disimular no era una condición con la que contaba.
- Obito necesitamos hablar
- ¿Me vas a decir por qué estás muy alterado?
- No quería preocuparte pero es por nuestros hijos, así que no tengo de otra... Orochimaru apareció y sabe que ellos siguen vivos
- ¿Orochimaru?
- ¡Sí Obito! El desgraciado que casi mata a Sekki ¡¿Lo recuerdas no?!
- Lo mejor será que tengamos cuidado, estaremos bien, te lo prometo

Una promesa fue la que calmó a Deidara, haciendo que Obito iniciará a recordar nuevamente el trato que había hecho anteriormente. La preocupación abundaba entre esa pareja. Al igual que la lluvia, toda la cuidad estaba repleta de gotas de lluvia.
Por la tarde, Obito salió a comprar comida para “celebrar” sin razón alguna, claro, eso es lo que le dijeron a Sekki.
- ¿No vas a llevarte celular?
- No, solo voy a comprar y regreso, no lo voy a necesitar
- No tardes mucho
- Tranquilo, sólo me llevo un paraguas, dudo que la lluvia se detenga

Cuidad grande, muchos habitantes, demasiadas tiendas comerciales. Curiosamente esa tarde había muy poca gente caminando debido a la lluvia, Obito terminó de hacer las compras listo para regresar a casa, pero al pasar por un callejón, dos hombres mayores lo llamaron.
- Obito Uchiha, ¿Dónde están?

Sabía de quién hablan, pero por lo que Deidara le había contado, decidió no responder, ambos hombres no le daban confianza, uno de ellos llevaba mitad del rostro y un brazo cubiertos, mientras que el otro no tenía nada destacable.
- ¿Disculpe? No los conozco y no se de quién hablan
- Hiruzen, creo que lo confundimos con alguien más, vámonos
- ¿Quienes son ustedes?
- Olvida está equivocación nuestra ¿De acuerdo? Y no intentes hablar con nadie sobre ésto

Se fueron, Obito de inmediato buscó un teléfono público para llamar a Deidara, no fue tan difícil. Llamó varias veces pero no contestó, así que consumido por el miedo, corrió hacia casa.

Por alguna extraña razón, se detuvo ante una tienda de relojes, vió por el aparador muchos relojes de distintos tamaños y colores, era una sensación indiferente, en un momento como ese, los artefactos captaban su atención. Viendo a sus alrededores, todas las personas parecían congeladas, las gotas seguían cayendo, pero no hacían ruido.
Obito seguía admirando cómo su tiempo se quedaba atrapado en esas vitrinas, pasó el primer minuto, viendo la aguja tocar el borde del número, todos sus recuerdos pasaron claramente, golpeando ese candado que había creado en su mente.

✧†ⁱᵉᵐᵖᵒ ᴰᵉᵐᵒⁿíᵃᶜᵒ✧    ObiDei [AU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora