- Arriba y abajo

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Un buen guía sería muy adecuado en ese momento.

Obito seguía a Deidara en su propia casa, estaba aturdido por lo que había hecho; luego de bajar, un hombre golpeado le estaba rogando para que le perdonará la vida, sin decir mucho, fue asesinado frente a sus ojos.
- Te noté algo incómodo hace rato ¿Todo bien?
- Estoy bien, fue algo extraño lo que ví
- Bueno, nunca antes te habías puesto así ¿Lo conocías?
- No lo recuerdo y tampoco creo que haya importancia... Deidara ¿Que he hecho de mi vida hasta ahora?

El joven fue hacia Obito, cómo él estaba sentado, Deidara se sentó sobre sus piernas. Tomó el collar que recién Obito se daba cuenta que llevaba.
- ¿Por qué lo sigues conservando? Creí que tu esposa te lo había quitado

Obito no respondió, apenas podía terminar de asimilar lo que había hecho, en cuanto prestó atención, el collar era el mismo que había traído del universo anterior, sin pensar mucho, su versión alterna respondió
- Es especial porque me lo diste tú en nuestras primeras citas, nunca me lo voy a quitar
- Corres demasiados peligros al tenerlo aún, pero me gusta saber que sigues pensando en mí

Sus impulsos fueron más fuertes que su voluntad, teniendo tan cerca a Deidara, lo besó. Fue corto pero lo disfrutó.
- Hace mucho que ya no hacías eso, creí que ya no sentías nada por mí
- Deidara

Su bello momento fue interrumpido, la puerta se abrió de un golpe y la esposa de Obito entró casi gritando. Deidara se levantó, dándole unas palmaditas en la espalda para salir cómo si nada
- Si necesitan algo pueden llamarme
- Lárgate Deidara, me molesta verte aquí
- Estaré abajo señor Obito

Deidara cerró la puerta, sonriéndole a Obito, causando un leve sonrojo en él. Sí esposa, Rin, lo vió
- ¡Obito Uchiha!
- Rin
- Es increíble que aún casados sigas dejando que ese desgraciado se meta en tu vida
- Rin no te entiendo
- ¡¿Por qué estaban tan cerca cuando llegué?!
- No lo sé, no le des importancia
- ¡¿Hicieron algo?!
- Estoy casi despertando... No estoy para tus preguntas
- Obito, puedo ignorar tus aventuras con las otras mujeres y que no llegues a dormir una semana completa, pero no puedo perdonar que sigas teniendo contacto con Deidara ¡No con él!
Sin ganas, Obito dió un suspiro - ¿Porque ésta Rin no puede ser cómo la original o cómo las de los universos anteriores?...
- ¿Que dijiste?
- Nada, nada

De inmediato, Obito escuchó que Hidan comenzaba a reírse, haciendo presente en una de las esquinas de la habitación.
- Tu esposa es muy extraña Obito, ¡Cambia con el original de aquí! ¡Eso te va a ayudar!

Sin perder tiempo, la mente de Obito actuó tal como dijo Hidan, cambiando rápidamente de personalidad.
Se acercó a la castaña, tomándola de la cintura.
- ¿Podemos olvidar esto? De verdad te amo tanto Rin, que no me quiero separar nunca de ti
- Obito, no lo hagas
- Por favor querida, si lo haces ¿Que te parece si ésta noche pasamos un momento divertido? Solo tú y yo
- Bien, ahora suéltame, tengo que ir a comprar algunas cosas para más tarde
- De acuerdo Rin, nos vemos más tarde

Rin salió y Obito regreso a su silla.
- Que estúpida sí crees que voy a pasar la noche contigo

Obito estaba esperando a Deidara, miraba por el gran cristal que tenía por ventana y Hidan daba vueltas por todas partes- ¿Así que ella originalmente era tu amiga? - Sí y era todo lo contrario a la Rin de aquí, ella era comprensiva, dulce y apoyab...

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Obito estaba esperando a Deidara, miraba por el gran cristal que tenía por ventana y Hidan daba vueltas por todas partes
- ¿Así que ella originalmente era tu amiga?
- Sí y era todo lo contrario a la Rin de aquí, ella era comprensiva, dulce y apoyaba mi relación con Deidara, fue de las primeras personas en ayudarme
- Que cosas de la vida, es la misma persona pero no tienen nada en común más allá del nombre y apariencia
- Cómo sea, necesito saber de mi vida aquí
- Debes buscarlo por tu cuenta, yo ahora me voy a buscar alguna pista de tu AO

Hidan desapareció, dejando una diminuta mancha de sangre sobre el escritorio de Obito.
Un pasajero dolor de cabeza le revolvió la mente, sentía un gran dolor en la mitad de su rostro, sobre todo en dónde estaban las cicatrices y terminando con alguno que otro mareo. Estuvo así durante diez minutos, hasta que Deidara entró
- Lamento mi tardanza, algunos productos necesitaban ser supervisados
- Deidara ven, siéntate conmigo
- Señor no-
- Es una orden

Y lo hizo, volvió a sentarse sobre sus piernas, pero sin mirarlo. Obito observaba cada detalle de si rostro, el atardecer que apenas salía era perfecto; hacia ver a Deidara cómo un completo ángel, los cabellos rubios de su flequillo solo le dejaba ver la punta de su nariz. Con su mano, giró con cuidado el rostro de Deidara para que estuvieran frente a frente.
- ¿Qué pasó entre nosotros?
- ¿Por qué quieres saberlo?
- Sólo necesito saberlo, el collar me gusta mucho y quiero saber porque
- Acordamos no volver a hablar sobre eso, Obito ya no preguntes nada más
- Deidara dímelo, sí lo haces no te molestaré más
- No

Los rayos de sol que entraban por la ventana eran tibios, el silencio que había hacia que Obito estuviera a punto de dormir, en el hombro de Deidara recargó su cabeza, frotándose en los suaves y delgados cabellos del hombre. Estando muy adormecido, sintió los brazos de Deidara rodear su espalda y su respiración sobre él
- Fuimos novios hace tiempo, recién había escapado de mi casa, nos conocimos cuando fuiste por comida, comenzamos a salir, una cosa llegó a la otra... Pero te casaste con Rin
- Que idiota soy
- Cuando tu abuelo te dejó este "negocio" me pediste trabajar contigo, creí que no habría problema, tú ya estabas casado con Rin, pensé que ya no sentía nada por tí pero... Bueno, aquella noche me llevaste a la casa fuera de la cuidad, me confundiste aún más
- ¿Y por que sigues aquí? Hasta dónde recuerdo eres libre de irte
- Por tí imbécil, Obito, me sigues gustando cómo hace tiempo
- Entonces no te vayas, quédate así por un tiempo más

Obito abrazó a Deidara, Hidan, que estaba en una esquina se reía, burlándose de Obito
- ¡Ya llévatelo a la cama si tanto lo deseás!
Desgraciado Hidan, era un momento emotivo para Obito y él solo podía pensar en sexo. En cierta parte tenía razón, Obito quería tocar a Deidara más allá de abrazos o alguno que otro beso recurrente, ¿Cómo le podría pedir algo tan íntimo después de lo que le hizo? Sería algo imprudente. Tampoco quería dejarle el trabajo a su otra versión, aunque en su vida ya lo había hecho, las circunstancias eran distintas, vió a Hidan esperando que él le diera la solución, pero el ángel endemoniado solamente fue a él para burlarse aún más.
- Sé que no me puedes hablar, pero estás escuchando, así que sólo se directo aunque... ¿Y sí tú chico no quiere hacerlo? Solo vas a quedar como idiota, entonces sería mejor que él se sienta bien y la propuesta llegará sola, además de que tú esposa no tarda en llegar

¡Era verdad! Obito había olvidado por completo a Rin, soltó a Deidara quién al levantarse, le dió un beso en la mejilla, yéndose de la sala.
- Tienes razón Hidan, Deidara también debe de tener la intención de hacerlo, no sólo yo
- Yo siempre tengo la razón, pero es verdad, estás oportunidades no se te aparecen mucho, deberías de aprovechar que aquí tienes la iniciativa
- ¿Por qué tú no te desapareces cómo los demás? Ahora me vendría bien unos minutos a solas
- ¡Ja! Que lastima por tí, por qué ya viene tu esposa

✧†ⁱᵉᵐᵖᵒ ᴰᵉᵐᵒⁿíᵃᶜᵒ✧    ObiDei [AU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora