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El viaje sería en avión y aterrizando serían unas 2 o 3 horas de camino en carretera. Estaba muy cansada y todo lo que quería era llegar, Mikey iba recostado en mis piernas mientras dormía un poco y la noche comenzaba a caer.
Después de unos 20 minutos más llegamos habíamos pasado por un camino de terracería que llevaba a una casa muy linda entre unas montañas, estaba algo alejada de la ciudad.
Bajamos del auto y entramos, el aire en ese lugar era un poco más fresco, la casa no era muy grande, solo lo suficiente para las personas que íbamos.
Era algo tarde y todos estábamos cansados así que después de cenar subimos a la habitación, en la planta de arriba había varias habitaciones y Mikey tomo mi mano para guiarme hasta la habitación del fondo y la más alejada, al entrar ya estaban nuestras cosas ahí señal de que la habitación sería de ambos y en realidad no me molestaba.

...

Habían pasado unos días desde que habíamos llegado y Mikey había estado algo distante cosa que siempre pasaba desde que lo conocí pero en esta ocasión esa actitud tenía una razón un poco muy estupida, en ocasiones se pasaba todo el día pegado a mi pero al día siguiente podía ser todo lo contrario e ignorarme por completo, así que no le preste atención a su actitud. Comenzaba a aburrirme era la única chica entre todos y siempre estaban ocupados de aquí para allá, entrando y saliendo y Mikey no era la excepción.

Lo que sea que tuvieran que atender era en la ciudad cercana a dónde nos estábamos quedando y no iría yo, solo ellos pero me había llevado por qué Mikey pensaba que podría pasarme algo mientras él no estaba.

Llegó la hora de que se fueran y al parecer llegarían algo tarde.

No había pasado mucho que se habían ido pero comenzaba a aburrirme y me daba un poco de miedo estar sola en la casa era algo oscura así que decidí bajar a la cocina y al llegar me di cuenta que había una persona, probablemente del servicio me acerque y comenzamos a platicar un poco, resulta que era un chico bastante agradable y con el cual entre platicas me di cuenta que teníamos varias cosas en común, de un momento a otro sin darme cuenta ya era tarde pero no quería irme a la habitación, la casa no era muy grande pero era muy fría así que decidí quedarme un poco más con el.

Ya era tarde pero pensé que aún falta un poco más para que llegaran, seguía con el chico en la cocina y nuestras voces podían escucharse por la casa, de pronto la puerta de la entrada se abrió y se escuchó que fue cerrada con algo de fuerza y de un momento a otro tenía a Mikey entrando a la cocina; se detuvo unos segundos viendo la escena y se acercó jalándome de la muñeca, no sabía qué había sucedido y me era difícil seguirlo, el brazo me dolía y forcejeé un poco para soltarme sin tener éxito.
Los últimos días Mikey parecía algo molesto pero no sabía por qué y al parecer verme con el chico lo había molestado aún más.

Subimos las escaleras y nos dirigíamos a la habitación al llegar giró la perilla de la puerta y me hizo pasar jalándome aún más fuerte, una vez dentro me soltó y entonces hablé molesta.

–¿Cuál es tu problema?.

–Que hacías con ese idiota?

–Ah?

–Escuchaste mi pregunta o quieres que se lo pregunte a ese hijo de perra?!- su tono de voz era fuerte pero no gritaba, cosa que no importaba por qué podía ver qué estaba totalmente molesto.

–¿Que es lo que te pasa? ¿Quien te crees para tratarme como nada y después venir a gritarme por qué no te pareció algo que hice?

Frunció el ceño y caminó hacia mi, sus pasos eran pesados y su mirada era imponente me tomo con fuerza del rostro y de un momento a otro me encontraba acorralada contra la pared, más que tener miedo estaba molesta. Su actitud comenzaba a cansarme.
No sabía como pero me solté de su agarre y lo empujé haciendo que retrocediera un poco.

𝑴𝒚 𝒃𝒐𝒚 𝒊𝒔 𝒂 𝒄𝒓𝒊𝒎𝒊𝒏𝒂𝒍!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora