BlackPink y Tú

Bebés

Los gritos...
Los llantos...

Escuché mi alarma de las 6:00 y la apagué rápidamente, quejándome al hacerlo.
Me giré para ver que mi nena seguía dormida.

Besé su cabecita antes de salir de la cama y ponerme un pantalón y una camisa.
Más tarde me arreglaré decentemente.

Salí de la habitación y cerré con cuidado antes de bajar por las escaleras.
Cuando llegué al final, encendí la luz de la cocina y caminé hacia esta.

1,2,3... Contaba en mi cabeza mientras agarraba los pequeños biberones.
Llené de agua la tetera antes de comenzar a prepararlos.

Una vez estuvo todo listo, me aseguré de que no estuvieran muy calientes. 
Tomé todo y subí las escaleras. 

Caminé por el pasillo y dejé 2 biberones en la mesita que tenía una planta y estaba junto a la puerta.
Antes de entrar pude escuchar como murmuraban y reían.
Solo Dios entiende lo que dicen estas bebés, y solo él sabe por qué les causa tanta gracia.

Abrí la puerta lentamente y todas comenzaron a gritar emocionadas al verme.

—Buenos días, mis bebés~ —Todos están saltando en sus cunas felizmente.

—¡Mamá! —Gritó Joohyun.

—Hola, cariño —Le sonreí y como respuesta tuve una sonrisa que dejaba ver un pequeño diente.

Se recostó y le entregué una de las botellas, la cual comenzó a tomar rápidamente.
Caminé hacia la segunda cuna y me topé con un llanto.

—Lo se, Taeyeon~ Tengo tu botella aquí

Ella se recostó, le entregué la botella, y caminé hacia la otra cuna.
Me topé con una mirada seria, así que jadeé fingiendo impresión, haciendo que ella comenzara a reír.

—Siempre feliz, ¿verdad, Wheein? —Reí entregándole la botella.

Caminé hacia la puerta y tomé las dos botellas restantes, antes de seguir caminando por el pasillo.
Abrí la puerta y vi las sábanas junto a las almohadas tiradas en el suelo. 

—¿En serio? Hacen esto cada mañana —Negué con una sonrisa.

Me acerqué a una cuna y me topé con unas piernitas que intentaban salir. —No, no, no, Taehyun. La botella en la cama, sabes como son las reglas —Negué y le entregué la botella una vez estuvo de nuevo dentro de la cuna.

Caminé hacia la otra cuna y él ya estaba recostado. —¿Emocionado, Jonghyun? —Reí y le pasé una botella.

Salí de la habitación regresando a mi cuarto y vi que Rosé aún dormía.
Reí un poco antes de caminar hacia ella y recostarme encima suyo, comenzando a besar sus labios hasta que despertó.

Sentí que me besó de regreso así que me separé. 

—Buenos días~ —Sonreí mientras ella mantenía sus ojos cerrados.

—Yo querer dormir~ —Habló imitando a los bebés y cubrió su carita.

—No, ya dejé que durmieras, ahora arriba —Ella se quejó mientras que yo quitaba su manito de su rostro.

—¿Alimentaste a los bebés? —Preguntó sin abrir los ojos, yo asentí. —¿Cuales fueron sus reacciones hoy? —Preguntó finalmente abriendo los ojos.

Cada mañana los bebés reaccionan de manera diferente y ella adora que yo le cuente mientras aún está acostada.
Acomodé un mechón rebelde de su cabello y le sonreí.