BlackPink y Tú

Chupón

—¡T/N~! —Jisoo gritó tan pronto entró por la puerta principal.

Su corazón se aceleraba en su pecho gracias a la emoción que sentía.
¡Finalmente vino a casa después de un largo tour!
Ambas hemos estado contando los días que faltaban para esto. ¡Y finalmente llegó el día!

Ella escuchó unos pasos corriendo por las escaleras y sonrió aún más.
Me atrapó cuando salté a sus brazos y sentí como mis piernas se elevaban mientras ella giraba.

—Te extrañé muchísimo~! —Habló mientras me dejaba en el suelo. 

Tomé su mano, llevándola a la cocina.
Quería ofrecerle algo para tomar y para comer, debe estar hambrienta luego ded ese largo viaje.

Sus brazos rodearon mi cintura, sentí como movía suavemente nuestros cuerpos, casi como si estuviera arrullando a un bebé. 
Quitó mi cabello de mi cuello y comenzó a besar este, pero se detuvo de repente.

Un par de marcas allí, no hay duda de que son lo que parece que son.

—¿T/n? —Sentí como se tensó. —¿Por qué tienes marcas en tu cuello?

Me giré hacia ella, confundida. —¿De qué hablas, cariño?

—No hagas eso, no intentes actuar confundida o inocente —Se notaba molesta.—¡Sabes justamente de lo que hablo! —Pasó sus manos por su cabello. —No puedo creerlo

—Jisoo--

—No —Me interrumpió bruscamente. —Solo dime la verdad, mírame a los ojos y dime la verdad —Preguntó con tristeza. —¿Quién lo hizo? Dime la verdad"

—Jisoo... —Me acerqué a ella al ver que se alejó, y la abracé por sus hombros. —Es una broma —Quité el maquillaje con mi mano, observando como su mandíbula dejaba de estar tensa

—No es divertido, T/n —Se cruzó de brazos. 

—Me conoces, cariño —Tomé sus manos. —Jamás te haría algo así 

—Me asustaste —Sonrió con tristeza. —Siempre he tenido el  miedo de que encuentres a alguien que yo

—No hay nadie mejor que tú —Negué con una sonrisa. —Mucho menos en la cama —Rodeó mi cintura posesivamente, poniéndome nerviosa. —Sabes que te amo, y lamento la broma

—Te perdono... pero me debes una disculpa mejor —Sonrió juguetona. 

—Tonta —Reí y fui al refrigerador para buscarle algo, pero sentí unas manos agarrarme por detrás. 

—No tengo hambre —Susurró en mi oído, besando mi cuello. —Solo quiero pasar un rato contigo, preciosa 

Al parecer ya había despertado su encanto nocturno.
Solo pude asentir torpemente mientras tropezaba hacia la habitación. 
Definitivamente esta noche terminará mejor de lo planeado...