En la misma cama

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Después de meses de tramites, reuniones y acuerdos, los altos mandos les habían permitido por fin vivir fuera de la torre de los vengadores. La estabilidad mental de Bucky ya no estaba en duda, y Steve había hecho méritos suficientes para dejar de ser vigilado por todos. 

Encontrar un buen lugar fue un como complicado. Todo parecía indicar que los departamentos de uno o dos cuartos, en un lugar decente y con alquiler razonable para el sueldo que tenían eran escasos en Nueva York. Afortunadamente para ellos, tenían amigos con contactos que les consiguieron un lugar agradable en un buen edificio cercano a la torre. 

— Bueno, esta es la última caja, ¿Donde la pongo? 

— En la cocina, creo que son trastes 

Buck dejó la caja encima de la barra de la cocina, agradeciendo que tuvieran pocas pertenencias y la mudanza fuera rápida. Ahora solo quedaba desempacarlo todo y ordenarlo. El lugar era un poco pequeño pero acogedor: la sala y la cocina estaban divididas solamente por una barra de mármol, el cuarto era lo suficientemente grande para albergar una cama matrimonial y el baño tenía una regadera espaciosa. No necesitaban más, eran solo ellos dos y no planeaban tener muchas visitas. 

— ¿Qué dices si hoy arreglamos solo el cuarto? — Steve se sentó en uno de sus nuevos sillones y le hizo una seña a Bucky para que se sentara a su lado — Estoy muy cansado para desempacar todo hoy 

— ¿Por qué no hacerlo todo de una vez? — Se sentó al lado del rubio y agradeció mentalmente haber ahorrado lo suficiente para conseguir buenos muebles — Hay que hacerlo algún día de todos modos

— Sabía que dirías eso. Muy bien, toma una caja y empecemos

Les tomó todo el día, pero después de horas de desempacar, acomodar y tomar una pausa para comer, casi todo estaba en orden. Había unas cuantas cosas que no sabían donde poner, así que decidieron dejarlas en las cajas, después les encontrarían un lugar. Cuando llegó la noche, miraron orgullosos su trabajo. La decoración era simple, pero les encantaba. Un par de fotos en blanco y negro de los dos antes de la guerra cubrían la pared de la sala, en la pequeña mesa al centro del cuarto habían puesto un par de animales de madera que les habían gustado,en un pequeño mueble de madera al lado del sillón estaba parte de su colección de libros y en la cocina sus escasos trastes estaban guardados en los estantes. 

— Buen trabajo Buck, creo que quedó decente 

— Si, se ve bien — dio otro recorrido con sus ojos asimilando que por fin tenían un espacio para los dos — ¿Crees que debamos encontrarle espacio a las cosas que faltan? 

— Dijimos que las dejaríamos para después 

— Si, ¿pero por qué esperar? Aún es temprano y...

— Y podemos dejarlo para mañana. En este momento prefiero dormir

— Está bien — Bucky jugueteó nerviosamente con sus manos evitando el contacto visual con su compañero — Yo...iré a tomar una ducha. No tardo 

Para Steve no pasó desapercibido el nerviosismo del castaño, pero no dijo nada. Mientras Bucky tomaba su ducha, el Cap se acostó en la cama y trató de pensar a que se deberían los nervios del otro. No sería la primera vez durmieran juntos, lo habían hecho muchas veces en aquellos años. Ya fuera en su casa o en la de Barnes, si la ocasión se prestaba, se quedaban a dormir en la misma cama. 

Incluso en la torre, aunque tuvieran cuartos separados, la cama de Rogers fue ocupada múltiples veces por los dos para todo menos para dormir. No fue hasta que pensó en eso que se dio cuenta. No recordaba una sola ocasión en su antiguo hogar en que hubiera despertado al lado de Bucky. Cada vez que terminaban de compartir besos y caricias, él se iba a su habitación con alguna excusa. Incluso cuando Steve caía dormido, a la mañana siguiente despertaba solo. 

Nunca se cuestionó por qué, suponiendo que su compañero únicamente necesitaba su espacio. Ahora que la única opción era dormir juntos, se preguntaba si Bucky encontraría una excusa para no hacerlo. Después de todo, el sillón era bastante amplio para dormir ahí. 

Cuando el castaño entró al cuarto con su pijama puesta y secándose el cabello con una toalla, esperó unos segundos para cuestionarlo. 

— ¿Está todo bien? 

— Si, ¿por qué preguntas? 

— Te pusiste nervioso cuando dije que quería dormir

— Debió ser tu imaginación — dejó la toalla sobre una silla en la esquina del cuarto y se acercó al armario — ¿Crees que la ropa se ve bien así o deberíamos ordenarla por colores?

— Bucky, es hora de dormir 

— Si, si, ya lo se — pasó su mano por su cabello un par de veces y Steve notó su nerviosismo otra vez — ¿Sabes que? Creo que la ordenaré de otra manera 

— Bucky...

— Puedes dormirte primero. No haré mucho ruido, lo prometo 

— James, ¿Quieres decirme por que rayos no quieres dormir conmigo?

Barnes se quedó congelado al oír su nombre. Sabía de sobra que el Cap solo lo usaba cuando estaba molesto, muy molesto. Soltó un suspiro y se sentó en la orilla de la cama, con su vista puesta en sus manos. 

— No es que no quiera, es solo que...no puedo

— ¿Por qué? ¿Te molesta mi compañía? 

— ¡No! Claro que no. Amo estar contigo, lo sabes. Es solo que, aun tengo pesadillas 

La mirada de Steve se relajó y se acercó a su pareja 

— Bucky, está bien. No se irán de la noche a la mañana

— No lo entiendes, es doloroso. Es como vivir todo eso de nuevo. Me despierto sudando, temblando, a veces...a veces no puedo evitar llorar. No quiero que me veas así

— ¿Por eso es que nunca dormías conmigo en la torre? — el castaño asintió levemente, aun sin mirar a Rogers — Entiendo. Escucha, no puedo prometerte que dejarás de tener pesadillas, pero puedo prometerte que voy a estar a tu lado para hacerlas más llevaderas. No me importa si despiertas llorando o gritando, si es todos los días o de vez en cuando, quiero estar a tu lado para tranquilizarte si es necesario. 

Bucky levantó la mirada y sus ojos mostraban lo que creyó que era tranquilidad y alegría 

— Si no estás listo para mostrarme ese lado tuyo, siempre puedo dormir en el sillón — le sonrió con ternura y tomó su mano — No hay presión 

— Gracias — le sonrió de regreso y apretó su mano — Creo...creo que puedo intentarlo esta noche, si no te molesta 

— ¿Molestarme? Para mí será un placer 

Los dos se acostaron, Bucky recargó su cabeza en el pecho de Steve y éste le acarició el cabello a manera de arrullo. No pasó mucho tiempo para que los dos se quedaran profundamente dormidos, uno aferrado al otro. Esa primera noche estuvo libre de pesadillas, pero no siempre iba a ser así. 

A veces serían llevaderas, otras veces dolerían tanto que no podría volver a dormir en toda la noche. Pero noche tras noche, sin importar que tan doloroso fuera, tendría a Steve a su lado. Para consolarlo, para reconfortarlo, y para recordarle que todo eso había quedado atrás. Mientras lo tuviera a su lado, sabía que algún día podría dormir en paz. 

Oneshots Stucky | FlufftoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora