Oneshots Stucky | Flufftober

Perfume

— James, llevamos cuatro horas caminando y estoy casi segura de que ya recorrimos todas las perfumerías de la ciudad, ¿No podrías decidirte por uno? Tengo hambre 

— Una tienda más y comemos, lo prometo — Wanda cruzó los brazos se le quedó mirando levantando una ceja — Por favor, una más. Yo invito la comida 

— Bien, pero te juro que es la última vez que te acompaño a ir de compras 

— Hecho 

Siguieron caminando hasta la siguiente perfumería que señalaba el mapa. Desde hace un par de días atrás, Bucky le había pedido a Wanda que lo acompañara a buscar un regalo para Steve sin razón aparente. No le gustaba salir solo, y tomando en cuenta que ni Sam ni Natasha tenían demasiada paciencia, recurrió a la más joven de los vengadores para que lo ayudara en su búsqueda. 

Ya había perdido la cuenta de cuantas muestras de perfume había olfateado, y estaba seguro de que pasarían semanas antes de que todo le dejara de oler a incienso y menta, pero seguía sin encontrar la esencia que estaba buscando o al menos una que se acercara. 

Entraron al local, y como en cada uno de los que ya habían visitado, Bucky trató de describir lo que buscaba. Wanda rodó los ojos y recitó mentalmente el discurso, de tantas veces que lo había escuchado ya lo sabía de memoria. 

— Hmmm...es algo muy específico lo que pide, y no estoy segura de tenerlo — respondió la vendedora después de unos segundos — Déjeme revisar mi inventario y le traeré lo que encuentre

— Gracias 

El castaño soltó un suspiro resignado y recargó su brazo en el borde de la vitrina. 

— ¿No sería más fácil si tuvieras el nombre del perfume? ¿Por qué no lo buscas en internet? 

— Traté de buscarlo, pero no encontré nada. Además, estoy seguro de que debe estar descontinuado o algo así 

La joven parpadeó un par de veces y se movió para quedar frente a su acompañante

— ¿Nunca le preguntaste a Steve cómo se llamaba el perfume que usaba?

— No

— A veces me sorprende lo distraído que puedes ser 

— Para ser justos, sólo lo usó una vez y pensaba preguntárselo cuando lo volviera a ver. Y bueno...ya sabes lo que pasó

— Está bien, lo dejaré pasar. Pero si esta tienda no tiene nada que se le parezca, le vas a comprar el que te guste más y nos iremos a comer así tenga que meterme a tu mente, ¿De acuerdo?

— ¿Me recuerdas por qué eres mi amiga?

— Porque soy encantadora, claramente 

Antes de que pudiera replicar algo, la vendedora regresó con un par de botellas en las manos.

— Disculpe la tardanza. Estos son lo mas cercano a lo que describió, les daré una muestra — tomó la primer botella y roció un poco del producto en una tira de papel — pruebe este 

Tan pronto el papel se acercó levemente a su nariz, el castaño supo que no era el aroma indicado. 

— No, creo que este es un no 

— Okey, probemos el siguiente — roció otra tira de papel con la segunda botella — Este no es muy popular, pero creo que huele bien 

Cuando olfateó un poco el perfume, sintió como si se transportara a otro lugar. No era una réplica exacta, pero el fresco aroma a lavanda lo hizo sentir como en casa. De repente ya no estaba en la tienda, estaba en una pequeña casa en Brooklyn impaciente por salir a pasar un buen rato, con su pequeño acompañante que lo hacía sentir el hombre más feliz del mundo. 

— James, James, reacciona — unas pequeñas sacudidas de Wanda lo regresaron a la realidad — ¿Estás bien? 

— Si, perfectamente — se aclaró la garganta y le sonrió a la vendedora — Llevaré este 

— ¡Perfecto! acompáñeme, por favor 

— Aleluya — dijo Wanda por lo bajo mientras se dirigía a la caja con su amigo 

Después de comprarle a la joven la comida que prometió, ambos regresaron a casa. Bucky no pudo esperar más y fue directo a la habitación de Steve, con la botella de perfume dentro de una bolsa de regalo en su mano. Cuando entró a la habitación, el Cap estaba sentado en su escritorio, revisando lo que parecía ser el reporte de su última misión. 

— Steve, ¿Tienes un minuto? 

— Ah, hola Buck. Seguro, ¿que pasa?

— Fui de compras con Wanda y te traje un pequeño regalo — dejó la bolsa frente a él en el escritorio y le sonrió al rubio — Espero que te guste

— ¿Un regalo? — dijo confundido mientras tomaba la bolsa — Gracias, ¿pero cual es la ocasión?

— Ninguna en particular 

Steve abrió la bolsa y sacó de ella una caja

— ¿Un perfume? — La botella dentro de la caja era cilíndrica, de cristal teñido de azul con una tapa plateada en forma de esfera en la punta. Se roció un poco del líquido en la muñeca y aspiró el aroma, identificando enseguida la esencia — ¿De donde sacaste esto?

— Es un secreto, ¿te gusta?

— ¿Estás bromeando? Huele casi igual al que usé en nuestra primera cita. Me encanta — Se acercó a Bucky y le dio un pequeño beso en los labios, luego se separó rápidamente como si se diera cuenta de algo — Espera, ¿que día es hoy?

— Es...jueves...13 de agosto 

— 13 de agosto...¿No fue ese día también...? — Barnes asintió con la cabeza y los ojos del rubio se abrieron de par en par — James Buchanan Barnes, no sabía que tenías memorizada la fecha de nuestra primera cita 

— Me subestimas demasiado, ¿Lo sabías? 

— Lo se. ¿Supongo que debo decir feliz aniversario? 

— Si, si debes. Y deberías llevarme a cenar

— Ah, por supuesto. Y ahora tengo el perfume perfecto para la ocasión