Desde Que Eras Una Niña. [Jeff The killer y Tu.]

Capitulo 3. La creación.

El país de Italia estaba pasado por unos de los más sucesos más horrible, el allanamiento de un masculino de edad aproximadamente 60 años, gabardina negra con traje gris oscuro, los rasgos faciales están desfigurado. Encontrado por una señora de alta edad al rededor de las 5:00 am.

Las autoridades italianas anunciaron de un caníbal suelto, ante la situación, anunciaron toque de queda apartir de las 6 pm todos en casa.

—Buongiorno cari utenti italiani. Questa mattina un uomo anziano è stato trovato con parti del corpo e parte del volto lacerati. Le autorità stanno trovando questa persona cannibale per pagare le sue azioni. Lo Stato ha concesso che tutte le persone non escano di casa dopo le 18:00. Per favore, tutti i nostri spettatori stanno molto attenti con "la bestia della notte".—

El señor que se encuentra en su habitación junto con su amada, perplejos ante la situación mandando a un mayor domo a visitar a su querida fuente de dinero. El tocar es educación pero si no, es malo, sentada en el retrete tratando de calmar aquello, por su teléfono mira su parte cada vez más profundo y parecido al que su extremidad se estuviese por salir de la órbita. Temblando como si el frío intentará bajar la temperatura vital de la joven, la manija se mueve, intruso de un mayor domo tratando de entrar pero la inteligencia es mayor.

La regadera abierta, el vapor del agua caer hacen que se sienta segura. Quedando a la normalidad logra entrar y viendo el cuerpo semi desnuda fija su mirada a las curvas que se presenta con el vestido mojado. La sangre que había quedado impregnado en la ropa desaparecida en el desagüe, su cuello hizo un movimiento haciendo un pequeño sonido.

— ¿Que estás mirando Kim na shon?— de un portón cerro y llevo a jalones fuera de la habitación.

— Yo me . . Estaba asegurado de la señorita. — Entro y con una toalla tomo a su hija con ternura la consoló.

El joven tratando de explicar pero el señor lo había estado observando minutos atrás, tomando su maleta tomo una prenda entregando a su hija para que se cambiara ya que estaba empapada de agua aún con la ropa puesta, entro al baño donde a través de la ventana vio como sacaban al que era su mayor domo por verla fue llevado a la estación de policía. De nuevo salió pero está vez saco un vestido negro bordado a mano de manga larga.

Rojizo se marcó alrededor del ojo tratando de calmar sus impulsos que era que se comporta como una bestia, los movimientos extraños de su cabeza, el grifo abrir y con sus manos moja su rostro. Tenía que estar lista para poder recibir a su abuela paterna en el aeropuerto, de gusto similar por el oscuro lleva puesto uno.
Su olfato se estremece por cada aroma que respira. Respiro Ondo y corto para no percibir nada durante el día.

— (__) ya es momento de partir al aeropuerto, debe de recibir a su abuela. — tocando el suplente de su mayor domo hasta que todo quede resuelto.

— En un momento salgo, solo termino de retocar. — el noto de que algo está mal pero decide esperar afuera.

No es necesario ocultar ya que fue desapareciendo ante su mirada ningún rastro o marca quedó, ya era hora de salir. Tomo los tacones medio alto y salió resguardado de su mayor domo quien camina a su lado. Al subir vio con la mirada más maliciosa de su madre a su vestir, recta va sentada y con las piernas cruzadas con la mirada fija en una parte del coche.

— Me siento orgulloso de mi, al criar bien de ti. — la fija mirada hacia (__) que se sienta a como le gusta.

— ¡Sabes hija! Ese vestido no te queda bien con tu tono de piel. Te lo dice tu madre, que es diseñadora. Me deberías regalar ese vestido ya que soy de piel muy blanca. — la sonrisa más burlona se deja obvio sus intenciones.