Capítulo 11. Tus alas de Angel

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La lluvia cae a cascadas, la semana nublado estará. La nueva escuela está siendo inaugurada, Mayte con buena actitud se levanta en dirección al cuarto de baño, el agua caliente tocando su cuerpo. Era su primer día de escuela después de los anteriores sucesos, el incendio, asesinatos, perdidas, la que más afecto es de perder a su única amiga. (__). Boca color rosa, oscuro es su cabello a mitad, blanco cantor es su piel radiante, delgada pequeña físicamente.

~ Sonido de coche de policía. ~

~Multitud de personas curiosas.~

« ¡(__)! ¡Dios mío! »

Esa triste noche. Cómo Paguina, entrar ante las advertencias de la policía conociendo la enorme mansión, no antes visitada, sangre por todos lados. El único lugar donde importaba es la oficina de su origen. Aún fresco había desperdiciado mucha sangre, sin rastro de su paradero dio testimonio en la comisaría llevada por interrumpir, cercana a la víctima desaparecida. Sin rastro aún día fecha sigue su búsqueda, carteles de perdida sigue en el vecindario una consigo lleva en la mochila llena de esperanzas de encontrar viva o muerta a quien considera su hermana.

- ¡May, tu desayuno se enfría!. - mirando una vieja foto, todo era feliz. Sería diferente todo.

Tomando su mochila bajo a la cocina, quien su madre tenía prisa al ser jefa de las enfermeras debía estar en el hospital, siendo madre debía darle tiempo no sería fácil solo es práctica. Dando un beso de despedida regresando mañana por la noche, la soledad cada vez más grande perdiendo en el a dos hermanas, una colgada a corta vida, en último desaparecida a casi un año de su ausencia. El canción se repite en su mente, era su favorita. Llamando por la noche un día más de su cárcel del ensueño, lágrimas amargas rodando por su rostro pálido por no poder ayudar en aquel momento, inútil e indefensa, rogando por encontrar y pedir disculpas.

(__) Era la única que la protegía. Chicas de cabellera rubia extrema desnutrición, reynas de la escuela por estatus, malas notas, cabezas huecas. Bien vestidas, arrogante. Les temía. No solo por qué en bola son más fuertes, si no que consigo llevan navajas, artefactos que podría atentar a su persona. Dudando tomando la perilla, no tenía así escudera, estaba sóla, pensando en las pocas clases de defensa era inútil. No podría. Volviendo a su habitación buscando entre los cajones una cajita de regalo, pequeña morada, un medallón reliquia de la familia Valentine, regalo de su cumpleaños 17. Formando un corazón incrustado un zafiro en medio.

~ Cuando tengas miedo, y no esté, poseerás la Valentía y sabiduría. El coraje para enfrentar al que te moleste y tente con tu vida.~

Escuchando la voz, ocultando el medallón entre el saco y la camisa salió a su primer día, cargando un paraguas caminando tranquila, la lluvia ligera hace sonido, de la tranquilidad del viento, la suave briza tocando su rostro, fresca, como la mañana. - ¡Miren! ¡Jaline la olvidada! - Esa voz, aguda, chillona, irritable.

Se detiene por un momento, temblor de su cuerpo el miedo. Sus pasos cada vez cerca, el perfume apestoso, tomando el valor siguiendo su camino. Dejando su bolso estilo asiático en el casillero 234, miro al otro extremo, casillero 250. Siendo ocupado por otra persona, una de ellas. Mia Berit Becker, de su cabellera rubia larga, maquillaje extravagante, la animadora de porristas. La sonrisa al saludar de lejos, los ojos de mezcla verde cafe, solo queda del recuerdo.

Por correo recibido las instrucciones de la nueva institución. El aula 3A-A. Blanco como hueso, pizarrón de tiza, mesas juntas con sillas del número indicado al corde del apellido.

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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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Desde Que Eras Una Niña. [Jeff The killer y Tu.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora