P H O T O G R A P H Y; KTH

019

Playlist de hoy: 

- The neighbourhood: Softcore

- Cigarettes after sex: Crush

- G-Eazy ft Halsey: Him & I

- Mac DeMarco: Chamber of reflection

- Beach House: Silver Soul

Kim Taehyung, Park Jimin y Jeon Jungkook en compañía de Iseul se hallaban sentados en una de las múltiples salas de reunión donde negocios de Índoles desconocidas (y tal vez turbias) se llevaban a cabo. Iseul había sido muy clara al externar que estaba harta de los secretos que los tres chicos parecían atesorar pero que al mismo tiempo hacían parecer que todo el mundo aquí lo sabía excepción de la chica.

Cabía resaltar que la energía en el cuarto se sentía pesada, Iseul se sentía observado y algo desconcertada pues los caballeros intercambiaron un par de palabras en un idioma que desconocía y parecían hablar como si ella no estuviera ahí haciéndola removerse en la silla de manera incómoda y aclarándose la garganta.

– ¿Y bien? Me parece que ustedes me deben una explicación bástate grande.

Jimin sonrió de lado y se removió el cabello de la frente.

Park Jimin. Iseul había podido percatarse de la peligrosa realidad que el chicho ocultaba detrás de una bonita sonrisa y actitud coqueta y es que en el poco tiempo que llevaba conociéndolo había podido ser testigo de las apenas tres facetas distintas: coqueto, intimidante y tierno. Un círculo vicioso de constantes cambios de actitud demasiado atractivos para tener un solo objetivo y lo que lo hacía ver aún más presente en cualquier habitación que tuviera el honor de alojar su presencia era que parecían estar al tanto del increíble físico que poseía pero del otro lado de la balanza Iseul no podía negar que admiraba pequeños momentos aquí y allá donde los tres parecían simplemente chichos universitarios pasando el tiempo, aquellos momentos que hacia lucir a Taehyung tan joven... Pero esos momentos admirables para ella se desvanecían demasiado pronto al recordar las manchas en la camisa con las que había llegado el último chicho mencionado, justo ahora dicho pensamiento fue el que la trajo a la realidad, sentada frente a tres... Amigos.

La mesa que se encontraba en aquel salón parecía ser de un mármol negro, luces tenues colgando elegantemente del techo, con estanterías grandes repletas de libros en distintos idiomas, cuadros distribuidos por las largas paredes del lugar, una pantalla de almenas 90 pulgadas yacía al frente de la mesa, rodeada de un equipo de sonido con apariencia ridículamente costosa y la habitación tenía un ventanal grande con vista a los jardines verdes de la hacienda, haciendo todo más luminoso y de alguna manera más natural.

-Me alegra que por fin estemos aquí Iseul.

Jungkook fue el primero en hablar desde que habían entrado en la habitación, rompiendo el silencio y alimentando los nervios crecientes en el cuerpo de Iseul al esbozar una evidente sonrisa retadora aunque sutil.

Por otro lado Taehyung no parecía estar tan tranquilo como Jimin y Jungkook, constantemente oprimiendo la mandíbula y pasando los dedos por encima de los labios, removiéndose con lo que parecían ser nervios y si mirabas más de cerca se le podía notar una ligera oscuridad extraña en los ojos.

– Kim Iseul... Tienes que saber que después de saber la información que tanto te has preguntado no será fácil deshacerte de la presencia de ninguno de nosotros, a partir del momento en que cruces esa puerta para salir de aquí tendrás ojos vigilándote donde menos te lo puedas esperar, podrás ser libre de decidir quedarte o... No.